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Opinión

Tambores cercanos (de guerra)

El presidente ruso, Vladimir Putin (derecha), y el presidente chino, Xi Jinping, posan para una foto durante una ceremonia de firma después de su reunión en el Kremlin.
El presidente ruso, Vladimir Putin (derecha), y el presidente chino, Xi Jinping, posan para una foto durante una ceremonia de firma después de su reunión en el Kremlin. EP

Para empezar una guerra basta con un agresor armado, decidido a derrotar al enemigo. Ni siquiera tiene verdadera importancia si el agresor tiene razón considerando enemigo al agredido. Esta verdad desagradable, que echa por tierra el cándido principio de “dos no riñen si uno no quiere”, lleva dominando la historia de la humanidad desde sus mismos orígenes (hay evidencias de guerras prehistóricas antiquísimas). La consecuencia es que el único pacifismo digno de crédito es el del antipático adagio latino: si vis pacem, para bellum, si quieres paz prepárate para la guerra. Las tesis del antiguo pensador estratégico Sun Tzu son similares: “El arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar.” Lo que, invertido, quiere decir: prepárate para sufrir la guerra si no eres capaz de someter al enemigo. Solo la estupidez posmoderna ha considerado reprobable belicismo este puro ejercicio de realidad.

La guerra, y especialmente la moderna, es un mal tan absoluto que nadie en sus cabales puede desearla: esta es la tesis pacifista por excelencia. El problema es que no se trata de deseos. La guerra es una imposición con dos reacciones posibles: rendición o lucha. Por eso los agresores pueden aprovecharse del miedo de los demás a padecerla, ejerciendo un chantaje moral permanente.

La Segunda Guerra Mundial fue tan desastrosa -en nuestro caso, la Guerra Civil-, y los terrores de la Guerra Fría tan acervos, que el mundo occidental prefirió pensar que nunca volverían a repetirse. También que, para prevenir el riesgo, bastaba con dos estrategias: el pacifismo bambi a lo John Lennon (más simpático que Sun Tzu) con el rechazo de todo militarismo (extendido a la defensa más elemental), y la extensión planetaria de la prosperidad económica. La primera es una ingenuidad que sale muy cara, porque John Lennon no impresiona gran cosa a tipos como Putin -al contrario, ven en ese pacifismo miedo y debilidades a explotar-, pero la segunda también.

La mayoría de las guerras no son económicas

Es digno de estudio que la teoría marxista según la cual el origen de la guerra es la explotación económica y la lucha imperialista por el control de los mercados fuera comprada como dogma religioso por las élites capitalistas y la opinión pública occidental, incluyendo a la parte más conservadora y nacionalista. El nacionalismo basta para desvelar la falacia original, porque la mayor parte de las guerras no son económicas, o la economía juega un papel secundario, comparada con la ambición de poder o el miedo al otro; es más bien un arma de la panoplia.

En apariencia, la globalización facilitó las cosas al pacifismo económico, suponiendo que nadie hace la guerra si puede hacer negocios lucrativos. Trasladado a Europa, se traducía en la convicción de que Rusia y su oligarquía preferirían hacer grandes negocios, como hacernos dependientes de su gas mientras cerrábamos centrales nucleares, antes que optar por el militarismo, tan oneroso, olvidando los sueños imperiales evaporados con la disolución de la URSS: ¿no es mucho mejor disfrutar de un McDonald’s en Moscú, en vez de jugar a la guerra con la OTAN? Pero, para los ideólogos del nuevo imperio ruso euroasiático, de la Iglesia Ortodoxa a Dugin, el problema es el condenado paquete de ideas y costumbres liberales que entra con las hamburguesas.

Esa realidad subyacente y rechazada, por antipática, ha traído los perros de la guerra a las puertas de la Unión Europea. Porque Putin eligió las dos cosas: negocios e imperio militar. El capital se ha invertido no en desarrollar Rusia al modo europeo, sino en financiar el nuevo imperialismo. Ahora se trata de expandir el imperio ruso hacia la frontera con Europa, comenzando por Ucrania. Luego, ya se verá.

Como la economía y el poderío ruso no son suficientes, Putin ha buscado la complicidad de otros estados enfrentados de un modo u otro a occidente, por sus propios motivos. Y así se ha configurado una constelación autocrática en torno al eje Rusia-Irán-China, más sus respectivos satélites, de Corea del Norte a Venezuela y las facciones de Hamás, Hezbollah y los hutíes yemeníes.

El apaciguamiento sigue teniendo muchos partidarios, desde el papa Francisco al expresidente Trump, pasando por la coalición rojiparda

Todo esto es incomprensible para el pacifismo mágico, la ideología de Davos y el wokismo de campus americano. La guerra lleva al extremo la combinación de motivos irracionales y racionalidad técnica, tan humana. Rusia, o mejor su oligarquía, ha elegido la guerra por ambición imperialista; Irán, o sus ayatolas, para exterminar a Israel y convertirse en la potencia islámica hegemónica; China, o mejor su partido comunista, persigue la hegemonía mundial basada en su capitalismo sin libertad política y fuerza militar. Otros gigantes, como India o el Brasil de Lula, observan y esperan, mientras es posible que Estados Unidos elija el aislacionismo tramposo de Trump.

Empeñarse en que las autocracias pueden ser aplacadas con concesiones y pacifismo pasivo empeora el riesgo de guerra abierta; se ha dicho hasta la saciedad, basándose en el desastroso precedente del apaciguamiento de la Alemania nazi. Pero el apaciguamiento sigue teniendo muchos partidarios, desde el papa Francisco al expresidente Trump, pasando por la coalición rojiparda: ¿por qué arriesgarse por Ucrania? ¿por qué no pactar un nuevo reparto del mundo, y llamarlo “paz”? ¿por qué no admitir que la democracia es un sistema entre otros, y dejar que cada país -como exigieron Xi Jinping y Putin justo antes de atacar a Ucrania- entienda su “democracia” como quiera?

Olvidémonos de la cultura Lennon

Hay dos buenas razones para luchar por Ucrania y prepararse para la guerra, aparte de las morales. La primera es que Ucrania es el nuevo Vietnam de las autocracias empeñadas en barrer la democracia del mundo, que no en adaptarla a su cultura; la primera ficha de un dominó que va desde Kiev a Lisboa. La segunda ya se ha dicho: el único modo de impedir la guerra es que el probable agresor piense que no podrá ganarla. Es el momento de meter a Lennon en el baúl de los trastos, echar a Sánchez (¡imagínate una guerra con él y su tropa al mando!) y leer con atención a los clásicos del problema, de Sun Tzu a Schmitt pasando por Maquiavelo y Francisco Suárez. Nos va la guerra en ello, ya está llamando a la puerta de casa.

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  • L
    Leonidas

    Lo malo de escribir artículos tan erróneos es que se olvidan de la verdad. Occidente es causante de miles de guerras, pero esas deben ser buenas, las otras malas

  • A
    Antipopulista

    Este articulista no se ha enterado de nada. Tiene usted que hablar con un VOXero o con un comunista de RESTAR para que le cuenten la verdad absoluta: la culpa de que el dic.tador haya invadido Ucrania y pretenda invadir otros países de la antigua unión soviética no es de Putin, es de la OTAN, de EEUU y de toda conspiración judeo-masónica que usted se pueda imaginar. ¿ Que la culpa de que Putin invada otros países es de Putin? No, hombre, hable usted con un VOXero o un comunista, que en esto como en tantas cosas opinan igual, y le dirán la verdad absoluta. ELLOS la saben porque lo saben todo. Son los más listos del mundo. Los privilegiados de tener la única verdad absoluta. El resto, la inmensísima mayoría de ciudadanos, somos unos bo.rregos que no nos enteramos de nada y nos manipulan. A ellos no los manipula nadie, faltaría más. Menos mal que son una minoría cada vez más minoritaria.

  • E
    E1958

    Este ardor bélico resultaría irrisorio si no fuera por el peligro que implica. Qué guerra va a hacer una Europa decadente que no cree en sí misma, sin valores que defender, con una juventud en declive, totalmente nihilista, que no está dispuesta a ir al campo de batalla ni siquiera para defender a su propio país, formada por países en proceso de desintegración como España, que durante décadas han sufrido el desarme promovido por los ahora transformados en nuevos napoleones. Todos tenemos en mente la figura del loco que se cree Napoleón. El mismo que llevó a miles de franceses a la muerte en las estepas rusas. Bajo esta situación, ¿vamos a batallar contra una Rusia unida alrededor de su líder que defiende su historia, su cultura, su lengua y su soberania?. ¿En serio creemos tener alguna posibilidad frente al país más extenso y con la mayor cantidad de recursos energeticos y de materias primas del mundo?. ¿Cuánto durariamos frente a esta potencia nuclear aliada de uno de los paises más poblados y económicamente más potentes del planeta como es China?.

    • A
      Alexander

      La respuesta es evidente. Si la Unión Europea entrara en guerra contra Rusia, sin el apoyo de EEUU, esa guerra duraría menos de una semana porque los misiles nucleares destruirían no solo las capitales y las grandes ciudades de todos los paises europeos sino que las centrales eléctricas, las refinerías, las zonas industriales y, los puertos marítimos que hay en Europa también serían objetivos de misiles que ya tienen guardadas sus coordenadas para ser lanzados a una orden del Gobierno ruso.

  • C
    Carlos E

    Dice un proverbio chino:

    "En época de paz, el hombre prudente duerme con la espada al alcance de la mano"

    Curioso que dos imperios situados a miles de kilómetros compartan la misma filosofía.

    La I GM trajo una lección: "Nunca humilles a un enemigo vencido". El final de la II GM trajo otra: "Es más barato comprar el mundo que conquistarlo.

    Los EEUU aprendIieron la lección de la IGM y la aplicaron al final de la IIGM pero no al final de la Guerra Fría.

    Japón, Alemania y China aprendieron la lección de la IIGM. Lástima que no lo hiciera también Rusia.

  • T
    Teodosio

    Artículo sectario y propagandístico del que oculta datos al lector. Fundamental: Rusia no ha acercado sus fronteras a los paises de la OTAN, ha sido la OTAN la que, incorporando países anteriormente del Pacto de Varsovia, ha acorralado a Rusia. Lo que en "Occidente" llaman revolución (del Maidan) fue un golpe de estado de los ultranacionalistas ucranianos (sí, de los seguidores de Stepan Bandera) apoyado por EEUU.
    Por cierto, Crimea siempre fue Ruso desde el S. XIX hasta que en los 50's Kruschev administrativamente lo adscribió a la república de Ucrania. Pero hay que señalar, que la misma ley que permitía a las repúblicas soviéticas independizarse de la unión, permitía a territorios independizarse de las repúblicas mediante referendum, y es lo que sucedió en Crimea. Luego vino la persecución de la población rusófila en Ucrania, y la guerra civil en el Donbass.
    No creo que sea una elección racional ni beneficioso para los ciudadanos de la UE involucrarnos en un conflicto que nos situaría al borde de la III Guera Mundial. No creo que un trozo de ningún país justifique arriesgarnos a que haya millones de muertos.

    • P
      parlando

      También la OTAN se ha acercado a Ucrania y no por ello Kiev bombardea Varsovia o Bucarest (un decir, por ejemplo).

      Y siempre se mienta que Crimea fue rusa. Pero no se menciona la "limpieza" étnica, por decirlo suavemente, de Stalin moviendo la población cosaca de Crimea; ni la "limpieza" étnica de Putin llenando Crimea de rusos.

      Y con el mismo argumento podríamos reclamar y reconquistar Cuba. Seguro que los cubanos nos lo agradecerían - por cierto.

      (En cuanto a la República Dominicana, ya se encargan algunos capitalistas y comisionistas españoles de reinvertir allí los beneficios obtenidos con la reventa de mascarillas: es lo que tiene la cleptocracia, que tiene adeptos y adictos en todas partes).

  • K
    k. k.

    El artículo tiene una idea divertida, pero no por eso incierta. El político al que se consideró un enorme belicitas, Trump, ha sido de hecho el más pacifista. Aquello que el mundo ha criticado durante décadas a EEUU, su intervencionismo a lo Kissinger, ahora se echa en falta.
    Convendría aclararse, es muy fácil hacer juicios a posteriori y teorizar. Es preferible ceñirse a la realidad de los hechos.
    Y los hechos son los hechos. Trump es un aislacionista, indudablemente, pero durante su gobierno nadie movió un dedo. Ukrania no fue invadida, Afganistán no fue dejado a su suerte. Biden, el demócrata confuso e intervencionista, ha perdido Afganistán y Ukrania. Estos son los hechos.
    Biden no tiene el coraje para comenzar una guerra con Rusia, y eso lo saben Putin, lo sabe Maduro, y lo sabe la vecina del quinto.
    Con Trump no se juega. Trump impone sus reglas, pese a su aislacionismo. Y eso lo sabemos todos.

  • P
    parlando

    Rusia ha declarado la guerra a Occidente. No quiere comerciar. Solo conquistar y someter, porque es un imperio depredador. Una prueba entre tantas: manda al frente a buriatos, yakutos, chechenos, caucásicos, etc. e incluso delincuentes encarcelados varios, mientras se guardan las élites blancas de San Petersburgo y Moscú.

    Detrás de los refugiados sirios que irrumpieron en Europa está la intervención de Rusia en Siria. La misma Rusia que interviene en los países del Sahel - la verdadera bomba demográfica de África.

    Rusia dice ahora que Ucrania no existe, y que es Rusia. También lo fueron Finlandia, los países bálticos, Polonia,... incluso la antigua Prusia y Sajonia. Con ese argumento las tropas de Putin se plantan en el paseo Unter den Linden. Eso sí, dejando un reguero de muertos (la especialidad del ejército ruso, avanzar dejando cadáveres), y violaciones (otra especialidad del ejército ruso).

    Rusia destruyó a sabiendas Mariúpol, una ciudad que tenía medio millón de habitantes. La ciudad de María (la Virgen María). Tan preocupados por la civilización blanca y cristianos - ellos. ¡¡Ja!!

    Pero es mejor no hacer nada y contemplar el espectáculo desde el silloncito del salón. "¡Ay", que los rusos no son tan malos y tienen buenas intenciones". Repiten y repiten y repiten. Y lanzan cohetes y drones y más cohetes.

  • A
    Alexander

    Algunos tienen interés en inculcar en las mentes de los europeos la falacia de que Putin tiene la intención de apoderarse de varios paises de la Unión Europea después de apoderarse de una parte de Ucrania- El mayor responsable del conflicto en Ucrania ha sido EEUU que provocó la "revolución del Maidan" para derrocar al Presidente ucraniano pro-ruso y poner en su lugar a un Presidente anti-ruso; posteriormente, los habitantes ucranianos, pero pro-rusos, del Donbas pidieron la protección de Rusia debido a las agresiones que estaban sufriendo a manos de los nacionalistas ucranianos anti-rusos. Si EEUU no hubiera metido cizaña en Ucrania contra Rusia, con la intención de incorporar a Ucrania en la OTAN y de cerrar el dogal de bases militares alrededor del territorio de Rusia, Putin no habría ordenado la operación militar especial. A los euopeos no nos interesa ser enemigos de los rusos porque Rusia era, y debe seguir siendo, un socio muy importante para la economía europea. Prepararse para una guerra entre los paises de la Unión Europea y Rusia es un delirio propio de personas irresponsables porque Rusia tiene una superioridad nuclear tan apabullante que las grandes ciudades de la Unión Europea serían convertidas en humeantes montañas de escombras el primer día de esa hipotética guerra, y la cifra de víctimas se contaría por millones.

  • S
    Susanam

    Si hay guerra será el apocalipsis

  • H
    Hermes

    Empieza el autor con lo que llama el antipático "si vis pacem, para bellum". Bien está tenerlo presente, pues desde hace décadas, los que hoy se han tornado ardientes belicistas son los mismos que provocaron el desarme de Europa. Y muy particularmente de España. Viviríamos mucho más tranquilos si se hubiera hecho caso al viejo adagio latino y, suficientemente fuertes, hubiésemos acometido una política de convivencia con una Rusia a la que, querámoslo o no, no podemos destruir. Ahora claman por enviarnos a una guerra en la que quienes hacen llamamientos a las armas no van a participar. ¿O es que va usted o sus hijos a tomar parte activa en el conflicto, señor Mtz Gorriarán?
    Que si eliminar la democracia del mundo, que si conquistar Europa, etc. ¿De verdad se han parado a pensar si esos objetivos tienen algún sentido para Rusia? ¿Para qué? ¿Debemos prepararnos para destruir Rusia? Y si eso fuese posible ¿se han parado a pensar en cómo sería el día después?

    ¿Hay que armarse? Desde luego. Y prepararse para lo peor, como decían los romanos. Pero evitemos los alardes belicistas de quienes luego escurrirán el bulto.

  • V
    vallecas

    Muy de acuerdo, pero solo un apunte, se equivocan al meter a los USA en el mismo "saco" de países criticados.
    A Trump no hay que hacerle caso de como dice las cosas (es vulgar y grosero) sino lo que dice, el mensaje.
    Dice que la UE es tan potente como USA, pero no cuida de su defensa, y es verdad. Dice que a pesar de su potencia, confía que vengan los "marines" a salvarles de Putin.
    Dice que no va a consentir que CHINA construya mega-fábricas de coches en MEJICO para venderlos libre de cargas en USA.

    Aconsejo hacer un ejercicio de "traducción" cuando se escuchen las declaraciones de Trump.

  • E
    E1958

    La estrategia de desestabilizacion de paises seguida por EE.UU. con el único fin de mantener su poder global en decadencia ha sido larga durante los inicios del siglo XXI. Ucrania no es más que uno más, con la única diferencia de que en esta ocasión nos ha tocado de cerca a los europeos. Los anteriores (Afganistán, Siria, Irak, Libia, etc.) llevaron a la muerte y al exilio a millones de personas para, finalmente, ser abandonados a suerte. Me temo que ahora, si no reaccionamos pronto ante esta farsa anglosajona, ocurrirá lo mismo y Ucrania y Europa acabarán tiradas en el cubo de la basura, míseras y desangradas.

  • R
    Rekaldeberri

    Basta echar un vistazo a un mapa donde observar la expansión de la OTAN (USA -UK) desde la caída de la URSS para entender que Putin, aunque suene insoportable a algunos oídos sensibles, puede tener su parte de razón.

    La coartada "occidental" de la libertad y la democracia está ya muy gastada. España debería mantenerse al margen de esta historia y a la vez fortalecer sus fuerzas armadas. A ver si otros por el sur se van a aprovechar de que estemos haciendo el canelo a 5000 km

  • P
    Pingasso

    Gorriaran, espero verlo delante en el frente junto a sus amigos Borrell, Macron y von der leyen.