Opinión

Sólo sí es sí al PSOE

La reforma de la ley debería haber llegado hace mucho, con una calle movilizada por la oposición y con la dimisión del Gobierno como condición previa al apoyo parlamentario

El feminismo clásico pide a las mujeres no votar a PSOE y Podemos por "traidores"
Integrantes de Igualdad coreadas en la manifestación del 8M

En el momento de escribir estas líneas, 978 agresores sexuales han visto reducida su ya exigua pena de cárcel por el delito cometido, y 104 monstruos han sido excarcelados, soltados a las calles, desde que la Ley del 'sólo sí es sí' fue aprobada en agosto del 2022. La última reducción de condena ha sido la de un degenerado que agredió sexualmente durante años a sus nietas, por lo que tendrá que cumplir diez años y medio de prisión. Esta aberración, este crimen político que humilla a las víctimas y pone en peligro a toda mujer, se perpetró en nombre del feminismo estúpido, desquiciado y peligroso para nosotras con la totalidad del Gobierno y 205 diputados de PSOE, Podemos, Bildu, Ciudadanos, ERC, Junts, PNV, Más País y Compromís. Cabría mencionar también a los medios que se mostraron abiertamente entusiastas con esta iniciativa legal.

Ocho meses después, se va a aprobar la reforma de la Ley del «sólo sí es sí» -que afectará únicamente a los delitos cometidos con posterioridad a su publicación- luego de un acuerdo entre el Partido Popular y el PSOE, que muestra su asco en público por recibir su apoyo. La otra parte del Gobierno de Podemos sigue estando en contra de la reforma, instalada en la liberación de depredadores sexuales. Porque las mujeres nunca fueron lo importante, sino el poder sobre nosotras. Esta grieta en la izquierda y este escándalo debería haber provocado la caída del Gobierno y la imposibilidad de que ninguno de los diputados que apoyaron esta Ley, como colaboradores necesarios, vuelvan a presentarse a un mitin político por el desprecio de los ciudadanos.

Cuca Gamarra, o alguna de las feministas de sus filas, no se ha dedicado a ir diariamente a la puerta de las cárceles a denunciar lo que hace el Gobierno. No ha movilizado a nadie contra esta ley

Pero el PP ha salido al rescate, según declaran «por el bien de las mujeres». Éste es el reducido y asfixiante marco en el que nos obligan a vivir, esperan que celebremos que el Gobierno deje de liberar a violadores en serie al reformar su propia Ley. Ahí está Cuca Gamarra, sonriente, orgullosa de ser útil al PSOE y de que algún medio que espera incrementar la publicidad institucional si ella llega al Gobierno saque su titular soñado «lo mejor para España es la unión del PSOE y PP».

¿Cómo se atreven a celebrar este acuerdo con el PSOE, esta reforma y pedirme como mujer que me una a los aplausos? Desde el 25 de agosto del 2022, fecha en la que se aprobó la norma, y cuyos efectos eran conocidos y fueron advertidos por el Partido Popular, Cuca Gamarra, o alguna de las feministas de sus filas, no se dedicó a ir diariamente a la puerta de las cárceles a denunciar lo que hace el Gobierno. No ha movilizado a nadie para que proteste en la calle, algo poco moderado que pondría en dificultades al Gobierno. No ha cortado ningún canal de colaboración con Moncloa, ni ha establecido medida alguna de presión sobre los socialistas, ninguna, para que convoque elecciones anticipadas. No ha hecho su mandato irrespirable al igual que el Gobierno nos ha asfixiado a las mujeres en su perverso delirio de género ideológico. Ninguna de las populares que arrojan de forma dramática contra Vox, y no contra el PSOE, el cántico de «ni un paso atrás en los derechos de las mujeres» ha efectuado ningún acto de protesta real que no sea un selfie en Instagram. El aborto debe ser un derecho, pero nuestra seguridad física no tanto.

En Francia arden las calles durante días por una reforma de las pensiones y aquí tenemos que dar las gracias al PSOE por reformar la ley que suelta violadores a la calle y que no impedirá que sigan saliendo

En Francia arden las calles durante días por una reforma de las pensiones y aquí tenemos que dar las gracias al PSOE por reformar la ley que suelta violadores a la calle y que no impedirá que sigan saliendo. También tenemos que aplaudir a la oposición por haberse mostrado absolutamente inútil para dificultar la labor de un Gobierno que actúa a favor de los delincuentes. Entiendo que esta reforma urgía aprobarla. Que es peor que no se apruebe, pero el escenario inadmisible es el de la felicitación como declara el Partido Popular. Esta reforma debería haber llegado hace mucho, con una calle movilizada por la oposición y con la dimisión del Gobierno en pleno como condición del apoyo a la modificación. Las críticas de los mediocres, de los estúpidos, de los cómplices se limitan a pedir la dimisión de la Ministra de Igualdad.

Los populares muestran júbilo por llegar a un acuerdo con el PSOE y declaran obsesivamente en la campaña electoral que prefieren pactar con los socialistas porque tienen más en común con ellos que con Vox. Algo evidente incluso para un ciego. La desazón, la desesperación en advertirlo, la frustración por no poder impedir que España se instale en el abismo de los partidos al que han arrastrado los intereses de la nación sólo lleva a una conclusión posible. Acabar con el PSOE se ha convertido en un acto necesario de legítima defensa especialmente para la seguridad y la libertad de las mujeres. Pero para ello es necesario acabar primero con las complicidades del PP.

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