Opinión

Situación penosa

Sánchez, enredado en mil problemas, errores y contradicciones, ha encontrado el hilo para salir de él gracias a esta moción

Moción
El líder de VOX, Santiago Abascal, interviene durante un debate de la moción de censura, en el Congreso de los Diputados EP

Juego de truhanes. Dos trileros políticos en su salsa. Dos ejemplos preclaros y bien perfilados de lo peor de la política, esa que mezcla el ruido, la necesidad política (y personal) con la furia -sí Abascal, furia, cuando no soberbia- y la mentira. La superchería es tanta que en los planos que la televisión nos ponía del candidato Tamames, parecía estar pensando algo así: ¡Pero ¡qué hago yo aquí entre estos dos! Sánchez, ¡ay!, acusando de mentiroso a Abascal. Abascal haciendo gala de un programa de gobierno que no tiene ni se le conoce.

Lo que dice Tamames -nada nuevo, por cierto-me parece irrelevante por muy certeras que sean sus palabras

De todas las cosas que ha dicho Sánchez la única que puede que sea verdad es la que pronunció al final en su tercera réplica al de Vox: habrá en los próximos meses una mayoría progresista en España. Si eso pasara, puede tener por seguro el de Vox que esta moción de censura coadyuvara a ello. Sánchez, enredado en mil problemas, errores y contradicciones, ha encontrado el hilo para salir de él gracias a esta moción. Lo que dice Tamames -nada nuevo, por cierto-me parece irrelevante por muy certeras que sean sus palabras. Su presencia sólo beneficia a Sánchez, una verdadera desgracia política para este país, pero que siempre encuentra a un inopinado socio para respirar. La soberbia mezcla mal con la mediocridad y, sumadas sólo dan como resultado el disparate. El que estamos viendo. Por cierto, el titular de esta columna se lo debo a Tamames. Nada que objetar, don Ramón.