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Opinión

Sánchez se estrella en Galicia

El PSOE de Madrid insta en un documento a "trabajar como si fuera a haber elecciones en cualquier momento"
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un mitin del PSOE en Galicia. Pool PSOE

El fin de semana millones de votantes de izquierdas en España deseaban que el Bloque Nacionalista Galego arrasara en las elecciones. Creo que esto es lo único relevante que se puede decir a estas horas, porque el Partido Popular ha vuelto a conseguir una mayoría absoluta en Galicia. Por desgracia para el proyecto del PSOE el crecimiento de los nacionalistas gallegos fue más un deseo que una realidad, y la glorificación mediática ha servido sólo para hundir a los socialistas. No deben desesperar: es muy probable que Bildu les dé la alegría que buscan en las elecciones vascas.

Los análisis de días antes ya apuntaban a un descalabro, pero erraban en lo esencial: la estrategia de Sánchez no consiste sólo en sacrificar a sus peones más débiles para garantizarse apoyos en el Congreso de las fuerzas nacionalistas. La estrategia de Sánchez consiste en convertir al PSOE en la fuerza que capitanee a todos los partidos nacionalistas, incluyendo a todos los PSdeturno. No es paradójico que esta alianza con quienes quieren dejar de ser españoles sea todo lo que necesita para convertir España en un país a imagen y semejanza del partido.

Apenas 48 horas antes de que comenzara el escrutinio, el más insigne socialista del sanchismo compareció para recordarnos que en Galicia, en Cataluña, en Baleares, en el País Vasco y en toda España, el PSOE es una sola cosa: una máquina que crece, se multiplica y se perpetúa por y para el ejercicio más desacomplejado de la arbitrariedad.

No necesitan intelectualizaciones ni apelaciones impostadas a la dignidad, al bienestar o al futuro. Son pura voluntad política

El consejero de Derechos Sociales del gobierno catalán, Carles Campuzano, había dicho esa semana que no era necesario preocuparse por el alcance de la ley de amnistía. Que quienes se quedaran fuera serían graciosamente indultados por el presidente Sánchez. Óscar Puente cogió el guante y le dio la vuelta para que pudiéramos ver las costuras: “Una ley de amnistía evitaría todo lo que supone para el sistema judicial español proseguir con todo esto. Ahorrémosle el trabajo a la justicia, que muy sobrada de recursos tampoco está. Si lo que vamos a hacer es someter a las personas a un procedimiento judicial para acabar indultándolas... Pues ahorrémonos ese esfuerzo, y ahorrémosle a la justicia también ese esfuerzo”.

El socialismo es la democracia de vía rápida, y Puente es el socialista más directo de cuantos ha generado la figura de Pedro Sánchez. Es el molde mediante el que se fabrican todos los cargos orgánicos. No necesitan intelectualizaciones ni apelaciones impostadas a la dignidad, al bienestar o al futuro. Son pura voluntad política. Hacemos esto porque queremos y porque podemos. Si les dejasen acabarían con los principales problemas de España en una legislatura, y sin las interminables molestias de las elecciones periódicas, los recuentos y los votos. Fascismo, delitos de odio, negacionismo ante la Ciencia™, el consenso y el progreso… pum. Ahorrémosle el trabajo al futuro.

Puente es el socialista perfecto, pero seguramente no estaría ahí sin el padre de todos ellos. El mismo día que el ministro exponía el auténtico programa del PSOE para la correcta e instantánea aplicación de la justicia, en Vigo se produjo la puntual aparición siniestra de Zapatero, convertido ya en espectro que deja negrura y desolación a su paso. Dijo de nuevo, concitando la sonrisa de su público, que a los socialistas les gusta ganar elecciones por sorpresa. La sorpresa a la que se refiere son los atentados del 11-M, que le permitieron formar su primer Gobierno. La sonrisa con la que acompaña a esa referencia y la gestualidad se graban en la memoria de quien lo ve desde fuera. 

La estrella de las elecciones gallegas ha sido el BNG, que forma bloque transnacional de acuerdos y afectos con ERC y con Bildu. Y al frente de todos ellos, el PSOE

En los últimos años, se ha convertido en un tópico decir que la derecha usa a las víctimas para ganar elecciones. Por su parte, decir que la izquierda se apoya en asesinos para formar gobiernos y alianzas sólidas es tabú. Pero el caso es que la estrella de las elecciones gallegas ha sido el BNG, que forma bloque transnacional de acuerdos y afectos con ERC y con Bildu. Y al frente de todos ellos, el PSOE. En el fondo las de Galicia son las mismas elecciones que se vienen repitiendo en España desde que Zapatero comenzó a abrir tumbas y a invocar fantasmas con la excusa de cerrar las heridas de la Guerra Civil.

Hay quienes aún se resisten a aceptar la realidad, y por eso seguimos leyendo análisis que caducaron hace más de cinco años. “El PP y el PSdG deberían buscar un acuerdo porque los socialistas están más cerca de los populares que del BNG”. Ninguno de esos análisis va a lo esencial: el PSOE no quiere saber nada del PP. No quiere tener nada en común con la derecha. Y claro, una de las cosas que tienen en común la derecha y la izquierda es España. Por eso no es correcto decir que el PSOE sacrifica sus siglas en Galicia esperando que pierda la derecha. Lo correcto es decir que el PSOE sacrificó hace tiempo la E para alejarse aún más de su única línea roja. El PSOE es en Galicia lo que tenga que ser, igual que en Cataluña, en Baleares, en Navarra o en el País Vasco. En todas las regiones que intentan dejar de ser España está el PSOE trabajando para que puedan dejar de serlo sin necesidad de una independencia que no beneficia a nadie. El BNG, ERC y Bildu son y seguirán siendo las patas que sostienen el proyecto socialista… que no es sólo ni específicamente el proyecto de Sánchez.

Ayer en Galicia sumó un fracaso previsible. En las autonómicas vascas probablemente obtendrá una victoria catártica.

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  • D
    DANIROCIO

    espero que este fracaso de Galicia sea el primero de los muchos que vengan en adelante creo que nos merecemos un respiro de este desmadre de gobierno que lo unico que parece que le interesa es el poder con lo que eso supone y que lo estamos sufriendo con mas hipoteca que puede que no la podamos pagar y nos recorten a todos y lo podemos pasar mal ojala sea un ejemplo

  • J
    Juanmanuelito

    A pesar de las ocho décadas que llevo encima, aún recuerdo el inicio de la clásica definición de Ley: “Es la recta ordenación de la razón….” En mi opinión la actual Ley Electoral española no es recta, sino quebrada; no establece un orden lógico y está reñida con la razón.
    Por favor, que alguien me explique si es racional que en las elecciones gallegas, donde se eligen representantes de TODOS los gallegos, vivan donde vivan, 15.312 de ellos tienen un representante, pero a 32.493 no se les concede ninguno. Y algo parecido pasa en las generales. Hay cosas que repugnan a la razón, como que la circunscripción electoral de las elecciones municipales sea el municipio y para las autonómicas y nacionales sea la provincia. Ya puestos, las elecciones locales podrían ser por barrios. El hecho es que hay votos que valen mucho más que otros según el domicilio del votante.
    Este sistema facilita que si en Galicia hubieran empatado PP y BNG, el señor de Orense tendría la llave de la gobernanza.
    Prefiero mil veces el sistema francés, que según ellos, en la primavera vuelta votan con el corazón y en la segunda con la cabeza, buscando siempre la máxima estabilidad política posible.

  • V
    vallecas

    Usted lo ha dicho, Sánchez quiere "evitarnos las molestas votaciones periódicas, con recuentos de votos y nervios".
    Sánchez quiere ser presidente vitalicio y cientos a su alrededor le apoyan., además de 10 millones de votantes.
    Cuando a esto le pones nombre, dictadura, golpe de estado, totalitarismo, van y se ofenden.