Opinión

Salvar España de la Unión Europea

El "libre mercado" impone acabar de arruinar al campo y la ganadería de Francia, España, Polonia e Italia, el beneficiario, la industria alemana

  • Banderas de la Unión Europea (UE) frente a la sede de la Comisión Europea en Bruselas, Bélgica. -

Queda poco para que acabe el año y más que un balance del pasado, en estos momentos críticos lo moral para salvar la civilización cristiana europea es insistir en el futuro catatónico en el que ya nos hallamos, pues cada vez es menos utópico y más presente la post Europa de la Agenda 2030. Con un pie enterrado en el mayor proyecto descivilizatorio de la Historia a manos del globalismo antihumanista de la Unión Europea, toca preguntarnos qué queda, hacia dónde vamos y cómo será la vida para los españoles bajo la soga de Bruselas.

En sólo una semana, la Comisión Europea ha presentado el Acuerdo de Mercosur. El "libre mercado" impone acabar de arruinar al campo y la ganadería de Francia, España, Polonia e Italia. El beneficiario sería la industria alemana, que en pleno desmantelamiento  necesita un poco de oxígeno, con la finalidad de vender en Brasil y Argentina los automóviles que los europeos, especialmente los españoles, ya no se pueden permitir por su ridículo y elevado coste, así como por una normativa climática belicista con la clase media. Otra hazaña de la Unión (anti) Europea en esta semana ha sido acabar con la Pesca de altura al prohibir de forma muy democrática faenar únicamente 27 días al año, lo que condena al los pescadores a una vida en tierra sin trabajo. Esta medida de la Agenda 2030 afecta especialmente a Cádiz, tierra cuyo destino ha sido fijado como puerto para el narcotráfico y la invasión africana desde Marruecos. Convertida en un páramo para otras actividades económicas que puedan revitalizar un lugar privilegiado en el mundo, cumple dócilmente la normativa europea que preserva el ecosistema marino de españoles, pues no afecta a costas vecinas del sur.

Máquinas arrancando cien mil olivos sembrando muerte en el único mar que conoce Jaén, el del olivar, cuyo verdor se extiende por suaves colinas en una bruma aromática del oro gastronómico español. Somos los responsables de la mitad de la producción mundial, hasta ahora. Han expropiado a familias dueñas de olivos centenarios el equivalente a cien campos de fútbol para que una empresa como Greenalia instale paneles fotovoltaicos en nombre del medio ambiente. Lo que no da trabajo a nadie de la zona, despoblando cada vez más nuestro campo. Lo que tantos de las generaciones semipensionistas negaban al votar al Partido Popular de Blas "Juanma Moreno" Infante. El destino que parece haber reservado el combatiente climático para la fértil tierra de toda España es convertirla en un enorme campo solar fotovoltaico, sin vida, sin habitantes, con espacio debajo de una tierra condenada a la oscuridad bajo paneles para ser cementerio de cualquier residuo tóxico, incluso nuclear, de lo que sea el primer mundo de la élite. Un paisaje aterrador, postapocalíptico de paneles solares artificiales en lugar de olivos únicos en el mundo. Es la agenda "verde".

Todas las negociaciones de los sectores se dirigen a pedir mayores indemnizaciones, por eso no hay grandes movilizaciones en España ni arde ningún edificio público responsable de este crimen de civilización. Compran barato lo que previamente ha destruido Bruselas

La estrategia de la élite que controla la Unión Europea es primero arruinar al campo, la pesca y los ganaderos de toda España a través de una regulación asfixiante. Una vez se hallen cansados, sin esperanza y en la ruina estarán en el punto justo para aceptar con entusiasmo las migajas de dinero que les arrojen como a perros hambrientos. Unas indemnizaciones a cambio de su patrimonio y su futuro que les ayuden a morir sin el acoso de las administraciones climáticas. Les hacen un favor. Todas las negociaciones de los sectores se dirigen a pedir mayores indemnizaciones, por eso no hay grandes movilizaciones en España ni arde ningún edificio público responsable de este crimen de civilización. Compran barato lo que previamente ha destruido Bruselas.

Resulta evidente que el papel que juega España dentro de la Unión Europea no lo envidiaría una alcantarilla de Tánger. No olvidemos las cuotas de inmigración que hemos de aceptar bajo amenaza de multa se unen a la llegada masiva e insostenible de inmigración ilegal de origen africano a nuestro país. Canarias es la nueva Lampedusa, cuyos hoteles son para los africanos, pakistaníes y afganos que llegan. 

España se prepara para ser un enorme puerto logístico para el narco, el crimen organizado y el tráfico de seres humanos en el comercio globalista. Los campos serán extensiones tétricas de paneles fotovoltaicos. Las ciudades empiezan a ser un privilegio para ricos extranjeros dueños de vivienda, inaccesibles para los españoles. Tenemos un sueldo bengalí en un lugar a precios de Copenhague con una asfixia fiscal a la clase media que ni en Suecia. Pero sólo "el pueblo salva al pueblo" en Valencia. 

Despierten en este año 2025, el año de la Esperanza, y traten como enemigos existenciales de su familia, su patrimonio a todos los que portan el símbolo tiránico del círculo de colorines de la Agenda 2030, el que lucen orgullosos tanto el PSOE como el PP. La batalla no es de partidos políticos, ambos siervos de fondos como BlackRock.

Es una guerra de civilización sin cuartel contra nosotros.

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