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Opinión

Los reyes Felipe y Guillermo regresan a Breda

Los reyes Felipe y Guillermo regresan a Breda.

Cinco Felipes y cinco Guillermos han participado desde hace cinco siglos en las luchas entre España y los llamados Países Bajos. Los pretores de la Casa Orange, la misma que hoy reina en Holanda, intentan tomarse cumplida venganza de las derrotas que sufrieron -la última en Breda y plasmada por Diego Velazquez en 1635- ante los “generales” de la hoy Casa Borbón y antes de los “ Austrias”, con Carlos V en el inicio y Felipe V en el cambio de dinastia.

Guillermos de Orange y Felipes de Austrias y Borbones como protagonistas, con intereses ingleses, suecos, fineses y daneses por medio. También se vivió el primer intento separatista serio por parte de Cataluña, ese al que tantas veces han acudido desde Jordi Pujol a Quim Torra para justificar sus peticiones. Y con añadidos históricos que 'unen' a los dos países: Napoleón Bonaparte puso a su hermano José en el trono de España, y a su otro hermano, Luís, en el de los Países Bajos. Ambos tuvieron que irse.

La postura que han defendido en Bruselas los jefes de Gobierno de Holanda, Dinamarca, Suecia, Finlandia y Austria frente a la Europa del Sur, apoyada en apariencia por la Francia capaz de unir a sus Luises con sus Napoleones; y la Alemania que va de los Habsburgo a la canciller Merkel, nos han dejado a los españoles en una situación económica y social muy difícil, que puede suponer una caída de nuestro PIB hasta de un 20% y una subida real del paro hasta el 30%, si contamos con la desaparición de millones de trabajadores autónomos.

Elecciones en Holanda

Nuestra deuda pública se hará insoportable para el Estado y repercutirá de forma directa sobre todo el tejido empresarial, en especial para las medianas y pequeñas empresas. A cambio, Holanda y sus socios obtendrán una ayuda extra para sus finanzas y su necesidad de “exprimir” a los países del Sur para salir de los problemas con su propio PIB y con unas elecciones generales para el año que viene.

Con un poco de historia se comprueba el nacimiento de ese rechazo hacia España que se ve en la posición de los llamados Países Bajos: Hace 454 años Guillermo de Orange dirigió el levantamiento de los protestantes holandeses contra el católico y español Felipe II, hijo de su propio antepasado, Carlos Gante, también llamado Carlos V.

Hoy, otro Guillermo, Rey de los Países Bajos y descendiente de aquel otro que se libró por los pelos de ser ajusticiado, ve como su primer ministro, Mark Rutte, ha dirigido las tropas de los llamados frugales contra otro primer ministro, Pedro Sánchez, y la misma monarquía hispana a la que se enfrentó su tatarabuelo, con otro Felipe, Felipe VI al frente.

La historia juega con los nombres y con las circunstancias. Mismos nombres, diferencia de nueve meses en la edad, casados ambos con dos 'plebeyas' como son Máxima Zorreguieta y Letizia Ortiz, y tanto Guillermo como Felipe con dos herederas que les sucederán en el trono: Catalina Amalia, 16 años, princesa de Orange; y Leonor de Borbón, 14 años, princesa de Asturias.

Para unir más las circunstancias históricas, la rebelión de los Países Bajos aplastada por los tercios españoles al mando del duque de Alba, tomó como excusa los excesivos impuestos que les imponía la corona española. Excusa falsa pues lo que no deseaban los tres nobles que la encabezaron -dos de los cuales, el duque de Egmont y el conde Horn, fueron ejecutados en la plaza pública- era tener que cambiar su situación de privilegio.

Intransigencia y dureza

Cambiamos a los nobles de entonces por los grandes fondos financieros y oportunistas que controlan las finanzas públicas y el sistema de la Sanidad y Seguridad Social de la Holanda de hoy y tendremos una buena imagen de lo que escondían y esconden las intransigencias y la dureza en sus posturas del jefe de Gobierno Rutte y su paisano Jeroen Dijsselbloem, el que fuera ministro de Finanzas durante cinco años, ex-presidente del Eurogrupo, cargo al que intentó acceder Nadia Calviño, y hoy al frente del ESM, el Mecanismo Europeo de Estabilidad, la otra soga con la que los frugales intentan mantener sujetas las finanzas de España e Italia.

Ellos, los herederos de los comerciantes de Amberes, hacen trampas desde hace muchos años con sus impuestos, sus evasiones fiscales, su deuda privada y pública, y sus pactos ocultos con otros países

El presidente del Consejo, el belga - también hace cinco siglos bajo reinado español - Charles Michel terminó por convencer a unos y a otros de la necesidad de un acuerdo en torno a una rebaja muy importante de la suma total de las ayudas y un nuevo equilibrio en el carácter de las mismas. Menos dinero para transferencias y más para créditos, de cuyo control formal se encargarán junto al Banco Central que preside la francesa Lagarde, el irlandés Paschald Donohoe y el holańdes Dijsselbloem, estos dos últimos, junto a Luxemburgo, representantes de dos países que son de hecho, paraísos fiscales dentro de la propia Unión Europea.

Atrapada con las menguantes tropas que hoy comanda Pedro Sánchez, una España sin 'generales' como fueron Fernando Alvarez de Toledo y Pimentel o Ambrosio Spínola, ni tercios con alabarlas y picas, no aparecía con la fuerza necesaria, ni con aliados que atacasen la amurallada defensa de los intransigentes frugales. Ni victorias, ni derrotas en el campo de batalla. Todo en los despachos.

Ellos, los herederos de los comerciantes de Amberes, hacen trampas desde hace muchos años con sus impuestos, sus evasiones fiscales, su deuda privada y pública, y sus pactos a escondidas con otros países. están dispuestos a hacer el trabajo sucio que otros no quieren hacer. Mark Rutte comprobará dentro de unos meses si lo ha hecho muy bien, o tiene que buscarse otro trabajo.

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