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Opinión

Recesión y riesgo empresarial

Foto de la Bolsa de Nueva York.

La simple lógica nos indica que debe haber alguna relación entre la proximidad de una recesión y el aumento del riego empresarial, de manera que, si consiguiéramos un indicador de riesgo empresarial podríamos prever la recesión y ubicarnos mejor a la hora de tomar nuestras decisiones de inversión; eso es lo que intentaremos hoy, encontrar ese indicador.

Es cierto que hay riesgos empresariales que vienen de una mala forma de gobierno, como los casos europeo y español, claros ejemplos de ello, pero en éstos la próxima recesión está tan clara que casi no merecen el esfuerzo de buscar dicho indicador; tema distinto es el estadounidense del que, desde que salió de la última recesión, ha ido acumulando profetas del desastre, quienes, como un reloj averiado, en algún momento acertarán.

El caso es que, llegada la recesión a Estados Unidos, Europa lo pasará peor, así que nos centraremos en los primeros para buscar dicho indicador; además, tienen mejores y más fiables estadísticas y, quienes hemos tenido que trabajar en extenso con estadísticas de países tercermundistas, disfrutamos bastante con ellas al poder desarrollar nuestro oficio sin los peajes europeos. Veamos pues esa variable.

La curva de riesgo

Sabemos que en Estados Unidos existe un tipo de interés libre de riesgo, que es el del bono del Tesoro a diez años (T10 en la siguiente gráfica); esto es así porque los anglosajones evitan con todas sus consecuencias que el Estado quiebre, algo que a Estados Unidos le exigirá un duro ajuste futuro por, entre otras cosas, su dispendio sanitario, tema que ya tratamos, pero eso está muy lejos comparado con los que exploramos hoy.

1 -Prime Rate vs T10 Bond Rate

Se trataría entonces de encontrar un tipo de interés para la financiación empresarial y así, su diferencial con el bono a diez años, nos daría un indicador del riesgo empresarial que buscamos. Lo suyo sería tomar el de los bonos corporativos a largo plazo, pero esa estadística está bajo derechos de propiedad de una de esas firmas de clasificación de riesgos famosas por ciertos escándalos durante la crisis subprime, así que hemos buscado otra que, tras compararla, nos da casi los mismos resultados, ella es la tasa preferente de préstamos a empresas calificadas como solventes por los bancos o "prime rate" de los 25 principales bandos por activos de Estados Unidos (MPRIME en la gráfica anterior), bancos que vimos al hacer nuestro último ranking bancario de Estados Unidos.

Lo primero que llama la atención al comparar ambas tasas de interés es que, en algunos momentos, el riesgo se vuelve negativo, mientras que en otros se dispara y pareciera tener un patrón de meseta. Luego está el largo movimiento lateral, en apariencia anómalo, desde la última recesión, debido en parte a la represión financiera, tema que hemos tratado como nadie, pero que allí, prácticamente, ya ha terminado (aquí será "for ever"), aparte que es un tema casi de tesis doctoral. Tocaría ver entonces riesgo y recesiones.

Curva de riego y recesiones

Una vez tenemos el indicador de riesgo (línea roja, siguiente gráfica), o "curva de riesgo", lo comparamos con el crecimiento económico. Al hacerlo ocurre algo curioso y es que las tasas de crecimiento del PIB real son más volátiles que el indicador, fenómeno que también tiene su lógica, pues, normalmente, uno no modifica su evaluación del riesgo por el último dato; pensando en eso, hemos usado una media móvil de cuatro trimestres para el PIB (línea negra, siguiente gráfica) que, aparte de permitirnos visualizar mejor el fenómeno, no afecta las conclusiones sobre el mismo.

2- GDP Growth and Risk Indicator.

La primera conclusión que podemos sacar es que tan pronto se torna negativo el indicador de riesgo es que se ha salido de la recesión; cosa lógica pues, si se inicia un nuevo ciclo, los clientes preferentes no te darán ningún problema en el futuro próximo, un tema que además es clave en la inversión bursátil. Puede parecer que lo anterior es poco útil, pero no olvidemos que la curva de riesgo la podemos calcular casi de forma inmediata, mientras que para el de PIB hemos de esperar unos dos meses para tener un dato que además es provisional y tras dos trimestres y, como todos los que tienen algo de experiencia saben, es muy difícil llegar rápido a esa conclusión en momentos llenos de catastrofismo, por no hablar de la labor destructiva de los troles psicópatas que tanto abundan hoy.

La segunda conclusión es que, si el indicador de riesgo supera el valor de 3,2 el agotamiento del crecimiento es seguro. Por otro lado, si una vez avanzado el ciclo si se supera ese valor y/o el de crecimiento del PIB de forma clara, la recesión es inminente. El valor del indicador de riesgo para este mes de abril es de 2,85 tras dar un salto de 0,6 en un mes, que esperemos se modere; si no, mal vamos.

Seguramente este indicador les ha recordado a la curva de tipos, que se basa más en la inflación futura que en el riesgo empresarial y, en ese sentido, aunque prefiero el visto hoy, ambos son complementarios, pero ese ejercicio excede al actual. Hoy solo diré que no se comportan de forma exactamente inversa (siguiente gráfica) y, como todos los indicadores, su previsibilidad es matizable, pues no hay sustituto a la experiencia; por ejemplo, hace un año parecía que la curva de tipos (línea celeste), que vimos, ya debería estar en negativo y no es así, lo cual nos lleva al siguiente punto.

 3 -Yiel Curve & Business Risk Curve

Cambio estructural

Siempre, en los estudios sobre patrones de crecimiento, se ha de tener en cuenta si se están tomando acciones de conlleven a un cambio estructural y ese es precisamente, aparte del reto geopolítico y los locos de la FED, el caso de Estados Unidos; en ese sentido, Trump, con su política inmigratoria, fiscal y, sobre todo, comercial, es un ejemplo de libro a este respecto.

Tema distinto es el caso de la Europa liderada por Merkel (erre que erre), los globalistas y el clan de Davos, empeñados en enfrentarse a Estados Unidos y a Trump creyendo que así van a salvar su modelo disfuncional y, de hecho, veremos más represión contra quienes denunciamos su experimento fallido. Tal es la ceguera socialdemócrata europea que, por ejemplo, no ven ni siquiera cómo en China les copian descaradamente sus coches (ver vídeo), por solo poner un caso, o en España, donde el dogmatismo de un gobierno de ignorantes ya acompañado de un "Parlamento" valleinclanesco, prácticamente ha destrozado el ciclo y, cuando termine, habrá malogrado severamente el cambio estructural que tanto hemos analizado y tantos sacrificios ha costado, sobre todo a los más pobres. ¿Pero, qué se puede esperar de un país donde, tras la muerte de Rubalcaba y la resurrección electoral de Sánchez, hasta los medios liberales se travisten de socialdemócratas? Más caos y pobreza, seguro.

La previsión individual y colectiva

Aunque siempre ambas previsiones terminarán reflejándose en la curva de riesgo, hoy queda a criterio de los inversores, empresarios y directivos valorar si las acciones de Trump, con su riesgo económico y mayor crecimiento, hacen que el aumento del riesgo empresarial se lleve por delante la actual expansión estadounidense. Ese es, preferencias políticas y/o patrióticas aparte, el rompecabezas de los estadounidenses y de los que, en esta Europa disfuncional, no dependemos del momio público, sino de una economía global próspera para todos.

Finalmente, podríamos hacer un ejercicio colectivo, casi del tipo método Delphi, estimando las probabilidades de dos eventos, que son los siguientes: ¿Vencerá Trump a su estadística llegando con buenos datos a las elecciones de 2020? ¿Y los europeos, podrán doblegar a su Establishment? Mi respuesta es que las probabilidades son 70% que sí a la primera pregunta y 100% que no a la segunda. ¿Cuáles son las suyas para cada caso?

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