Opinión

El plan

Manifestación LGBT del 'Octubre Trans' en Madrid
Manifestación LGBT del 'Octubre Trans' en Madrid Europa Press

Veo a un señor (ni metiéndome en la cárcel conseguirán que lo llame señora) en la tele que nació hombre y ahora es mujer. Transicionar, lo llaman en la  jerga woke. La Ley española lo permite. Lo que convierte a la Ley española en una “dictadura sentimental” no es que acepte que cada individuo se sienta lo que quiera, para eso no hace falta una Ley, sino que imponga al resto de la sociedad los sentimientos de determinados individuos. Una intromisión abominable del Estado en la vida privada de los ciudadanos.

El único cambio apreciable en el señor al que me refiero, es el experimentado por su DNI. En todo lo demás, tan hombre. No piensa operarse, para qué, dice, y exige entrar a los baños de mujeres cuando va al gimnasio, con los huevos por delante. Y las mujeres que se cambian de ropa o duchan tienen que aceptar (es la ley, por muy grotesca que sea) el exhibicionismo de esta “señora española” a la que en cualquier otro sitio meterían en la cárcel por exhibir sus peludos huevos en un entorno reservado a las mujeres.

La “señora” en cuestión es un tiparraco grande e hirsuto. Pero. Se siente mujer. Eso sí, lesbiana, que tampoco es cosa de ser mujer, y sólo por eso, faltaría más, comenzar a gustarte los nabos. El sujeto tiene cuarenta años o así y de súbito, al parecer, descubrió a la mujer que lleva dentro. Mujer con huevos y rabo. Abran paso al nuevo arquetipo femenino de la izquierda woke española.

Un poco más tarde, veo a una doctora, en otro programa, y explica que lo que tenemos que entender, nosotros, el común de los patriarcales seres humanos, es que género y sexo son dos cosas diferentes. ¿De dónde sacan a esta gente? No lo sé. Pero, lo que es evidente es que tienen una agenda. Que consiste en utilizar los sentimientos y la basura identitaria para debilitar la sociedad de individuos. Piedra angular de la democracia.

Es la dictadura del sentimiento. Y esa dictadura dispone de una maquinaria de propaganda generosamente financiada por la izquierda, posada como un buitre, sobre el cofre del tesoro de los contribuyentes

Y aún en otro canal, antes de apagar, alarmado, el aparato, llego a ver a otro barbudo que era hombre y siéndolo tuvo un hijo, pero ahora se ha declarado mujer y a “efectos de la Ley española es considerado madre no gestante”. Lo que demuestran estos ejemplos, pescados entre miles que pueden encontrarse a diario en pantallas o en la prensa escrita española, es que la dictadura de género o chochocrática, como suelo llamarla, se ha impuesto y la acatamos con la mayor sumisión, en nombre del marco mental woke:  “Cómo nos sentimos define la realidad, los hechos, y las verdades científicas”. Siento, luego existo. Es la dictadura del sentimiento. Y esa dictadura dispone de una maquinaria de propaganda generosamente financiada por la izquierda, posada como un buitre, sobre el cofre del tesoro de los contribuyentes. Una maquinaria, y esto es lo peor, que ha desplegado ya sus tentáculos en las escuelas donde se infecta el cerebro de los niños y adolescentes con las anticientíficas y demenciales patrañas woke.

El patriarcado en España no existe. No hay ningún sistema que se dedique a discriminar a la mujer. Lo que existe es el favoritismo legal al servicio de las mujeres, lo que existe son las llamadas leyes de “discriminación positiva” un oxímoron donde los haya. Si es discriminación, no puede ser positiva. Lo que existe es desigualdad ante la Ley, es decir, leyes que discriminan al hombre y favorecen a la mujer. La igualdad ante la Ley, gracias a la dictadura woke, ha dejado de existir en España.

Desvirilizar las sociedades libres

¿Esta situación se debe a la sempiterna estupidez humana, aventada por el azar y el caos? Podría ser, pero el irrespeto del sanchismo por las reglas del juego democrático, indica otra cosa. Yo tiendo a pensar que existe un Plan. Desvirilizar las sociedades libres es parte de ese plan, también colectivizar, porque el enemigo fundamental de las políticas de género es el individuo. 

Lo mismo que en USA las políticas de género y el wokismo han imbecilizado y corrompido las universidades y la vida social y política, así España. La guerra contra la Guardia Civil y contra los jueces y la apropiación wokista de la Educación no es casual. Es parte del mismo proyecto de ablandamiento y penetración del sistema democrático y capitalista (sinónimos), hasta que sea controlado por la izquierda neo comunista, antilibertaria y tribal. Paso a paso, avanzan. Lo último es la descolonización de los museos; ¿alguien cree que el despliegue de ideólogos populistas en puestos relevantes es casual? ¿Alguien cree que el alineamiento gubernamental con el invento castrista llamado Grupo de Puebla, que la mucha cháchara pero poca ayuda efectiva a Ucrania, que la actitud rendida y cómplice con la dictadura marroquí y la invasión islamista, que la política pro Hamás y contraria a la democracia israelí, que la alianza de la UE con la dictadura cubana vía el castrista Borrell, es casual?  

Todo muestra claramente, otra cosa es que queramos verlo, la alineación lenta pero inexorable del Gobierno sanchista con los enemigos de la democracia occidental (la única que existe). Y yo no confiaría en una UE capitaneada por Ursula von der Poni, para evitarlo.

Ah. Y la amnistía a los rebeldes, ladrones y traidores nacionalistas catalanes, y la permanencia de Pedro Sánchez en el poder a cualquier precio, es parte crucial del plan.