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Opinión

¿New Deal Verde? Sí, pero como el de Bernie Sanders (I)

El senador Bernie Sanders.

De todos los New Deal Verde que se han ido anunciando, el más interesante por la cuantía de dinero que movilizaría -16 billones de dólares-, por su planteamiento como un instrumento de inversión pública, y por un calendario ambicioso es el plan de lucha contra el cambio climático de Bernie Sanders. Propuestas como las de Ángela Merkel, tan alabadas por los medios de comunicación, resultan grotescas al movilizar una cantidad de recursos ridículas (40.000 millones de euros), y basarse en mecanismos de mercado, como un nuevo instrumento de extracción a favor de unos pocos, bajo la excusa del cambio climático. La propuesta de Bernie Sanders, 78 años, que el miércoles tuvo que ser intervenido tras sufrir una afección cardiaca, se vincula a la Teoría Monetaria Moderna y al Plan de Trabajo Garantizado.

Veamos sucintamente el plan de Sanders. En primer lugar destaca por un exigente calendario para su puesta en marcha y consecución. Los distintos expertos sobre el cambio climático llevan advirtiendo que si los países quieren limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados en este siglo, deben reducir a la mitad las emisiones mundiales para 2030, volverse neutros en cuanto a las emisiones de carbono para 2050, y luego pasar a ser negativos en cuanto a las emisiones de carbono.

En este momento, el consumo de combustibles fósiles sigue aumentando en la producción de electricidad y en los automóviles, camiones, aviones y barcos

Mientras que la mayoría de propuestas políticas se han fijado el año 2050 como meta para la neutralidad de carbono, el plan de Sanders también exige una meta intermedia de descarbonizar el transporte y la generación de energía, las dos mayores fuentes de emisiones de Estados Unidos, para 2030, lo que reduciría las emisiones de Estados Unidos en un 71 por ciento. El plan también pide a Estados Unidos que ayude a los países en desarrollo a reducir sus emisiones en un 36 por ciento para 2030.

Si Sanders llegara al poder, su gobierno tendría menos de diez años para alcanzar este objetivo. En este momento, el consumo de combustibles fósiles sigue aumentando en la producción de electricidad y en los automóviles, camiones, aviones y barcos. Y Sanders ha descartado la creciente dependencia del gas natural y la energía nuclear para reducir las emisiones.

No obstante, Sanders cree que puede alcanzar su objetivo para 2030. "El New Deal proporcionó electricidad barata a Estados Unidos a través de esfuerzos como la Administración de Electrificación Rural y las Administraciones Federales de Comercialización de Energía", dice la propuesta. "Si el gobierno federal fue capaz de electrificar América bajo FDR sin computadoras o sin ninguna de las tecnologías modernas que tenemos disponibles hoy, piensa en lo que podemos hacer hoy."

Investigación y desarrollo

Todos los contendientes presidenciales demócratas están de acuerdo en que el gobierno federal necesita invertir mucho más en investigación, desarrollo y despliegue de energía limpia, así como en la creación de resiliencia de la comunidad contra desastres relacionados con el clima, como el clima extremo, el aumento del nivel del mar y los incendios forestales.

Varios demócratas del 2020 han pedido una inversión de varios billones de dólares, pero en la letra pequeña, estos planes incluyen financiación pública y privada. El plan de Sanders es notablemente diferente porque requiere más dinero que cualquiera de los otros candidatos -16,3 billones de dólares en total- y todo el presupuesto de inversión provendría de dólares federales. Para ello se apoya en la Teoría Monetaria Moderna, donde los gobiernos que emiten sus propias monedas ya no tienen que financiar su gasto, ya que los gobiernos emisores de moneda nunca pueden quedarse sin dinero.

El plan generará, además, dinero de varias fuentes, incluyendo 6,4 billones de dólares en ingresos por la venta de energía a través de las autoridades de comercialización de energía, 2,3 billones de dólares por impuestos sobre la renta de los nuevos empleos creados bajo el plan, y 1,2 billones de dólares por la reducción de los gastos militares relacionados con la protección de las rutas de transporte de petróleo.

Ese dinero se gastaría en muchos programas de energía limpia y adaptación al clima:

  • 40.000 millones de dólares para un fondo de resiliencia de justicia climática para grupos de escasos recursos como los indígenas americanos, las personas con discapacidades y los ancianos para prepararse para el cambio climático.
  • 200.000 millones de dólares para que el Fondo de las Naciones Unidas para el Clima Verde ayude a otros países a reducir sus emisiones
  • 1,52 billones de dólares para el despliegue de energía renovable y 852.000 millones de dólares para el almacenamiento de energía.
  • 526.000 millones de dólares para una red subterránea de transmisión de energía de corriente continua de alto voltaje

La propuesta pretende amortizarse en 15 años. Y según Sanders, el precio es una ganga en comparación con la trayectoria climática de siempre. "Los economistas estiman que si no tomamos medidas, perderemos 34,5 billones de dólares en actividad económica para finales de siglo", según detalla el plan. ¿Alguien lo podría comparar con la propuesta de Merkel, absolutamente insignificante?

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