Opinión

Las matemáticas son fascistas, y la gramática no digamos

Lo que dicen las matemáticas con manzanas es que estamos en manos de gente que no sabe sumar ni restar, por eso multiplica problemas, mientras nos divide al resto

'Pam' gasta 200.000 euros en algo que ya existe: 5 apps que reparten tareas en el hogar
La secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, Ángela Rodríguez Pam. Ricardo Rubio / Europa Press

No sé qué le pasa a la gente de izquierdas con las matemáticas, pero se llevan fatal.

Resulta que, si las cifras demuestran que la delincuencia en este país en los últimos años proviene en su mayoría de extranjeros, eres facha. Pero vamos a ver, que lo dicen las cifras, las estadísticas, esas cosas que se elaboran mediante ecuaciones y con numeritos, que no lo digo yo porque me haya levantado xenófoba perdida esta mañana. Pues a los de izquierdas les da igual, ahí tiene que haber fascismo o racismo o lo que sea, antes que matemáticas.

Que se lo digan a Susana Griso, que aún recuerdo el bochornoso espectáculo que dio en televisión intentando defender que los españoles violan más que los extranjeros, cuando los datos que ella misma facilitaba del INE decían todo lo contrario. Y no, no es fascismo, son matemáticas, de verdad. Algunos fuimos al colegio y lo aprovechamos.

No es ese el caso de nuestro ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. Que, por cierto, hay que ver qué títulos más largos se ponen estos ministros. En la empresa privada ves que los directivos y altos cargos cada vez se ponen títulos más cortos, a base de siglas que una ya ni se esfuerza en entender, pero imaginas que son tan importantes que les trae sin cuidado que sepas qué hacen en la empresa ni qué cargo tienen. Y eso impone. Por el contrario, nuestros ministros y secretarias varias y variadas del gobierno se empeñan en especificar en su titulito todas las áreas que abarcan y lo que hacen, véase por ejemplo “Secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género”, carguito adjudicado a Ángela Rodríguez, conocida como Pam, que solo le falta añadir “y le llevo infusiones a Irene Montero”. A mí estas cosas, más que imponerme respeto, me escaman. Pero voy a dejarme de suspicacias y vuelvo a las matemáticas. Tranquilos, que soy de carreras de letras y vamos a ver matemáticas para todos.

Lo de llamarle “frívolo, insolvente, irresponsable y antipatriota” no fue por eso, sino porque se le habían pegado las lentejas ese día y ya vas con el pie torcido

Volviendo al señor Escrivá, resulta que no le debió sentar muy bien que el señor Feijóo dijera que su plan para las pensiones no era sostenible. Que a lo mejor soy una mal pensada y lo de llamarle “frívolo, insolvente, irresponsable y antipatriota” no fue por eso, sino porque se le habían pegado las lentejas ese día y ya vas con el pie torcido. A quién no le ha pasado.

Pero tengamos piedad de don José Luis, que todavía se debe estar reponiendo del varapalo recibido por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que no solo ha afirmado que su reforma cortoplacista no sirve, sino que asegura además que no soluciona el futuro y, lejos de sanear las arcas, lo que conseguirá es agravar la situación. Considera que toda la reforma en su conjunto incrementará el déficit en 1,1 puntos para 2050. Sí, yo también acabo de echar las cuentas de cuántas primaveras tendré yo por entonces.

La versión adaptada para todos los públicos es que, si ingresas uno, pero gastas dos, debes uno. Cuando dices que tienes menos uno no suena tan mal, pero señor Escrivá: si yo le cojo a usted una manzana y a mi madre le tengo que dar dos, ¿de dónde saco la otra manzana? Que igual, si se lo explican así, el hombre entiende que su reforma es un truño y no se enfada. Yo hasta que no di con un profesor bueno de matemáticas en 3º de BUP también vivía enfadada con los números, pero claro, a mí no se me ocurría hacer una reforma para asegurar el futuro de las pensiones.

Ahora mismo me imagino al señor Escrivá sentado en el sillón de su casa, mirando un punto fijo en el vacío y lamentándose entre suspiros: “Cría cuervos y te sacarán los ojos”. Porque lo más irónico de todo esto es que, la dichosa AIReF no solo fue creada gracias a Escrivá, sino que fue su presidente desde 2014 hasta que tomó posesión de su cargo como ministro del gobierno, en enero de 2020.

Al final me voy a creer lo de “Autoridad Independiente”, porque no se casa ni con su expresidente. Dirán las malas lenguas que igual es que no dejó muchos amigos atrás y ahora se la devuelven. Dirá el señor Escrivá que la AIReF es facha y antipatriota (estamos en vías de inventar un nuevo tipo de fascismo, el fascismo antipatriótico), pero lo que dicen las matemáticas con manzanas es que estamos en manos de gente que no sabe sumar ni restar, por eso multiplica problemas, mientras nos divide al resto, y nos aboca a intentar sobrevivir en números negativos.

Otro día le explico a Pam la diferencia entre “mínimo” y “máximo”, pero con mandarinas, que esta mujer necesita a alguien de la escuela de Barrio Sésamo y no me doy la misma maña que Coco, pero casi

Si por lo menos fueran buenos en letras… Pero tampoco. Redactan y aprueban leyes que parece que ni ellos se han leído. Nuestra queridísima Pam, que tanto contenido y quebraderos de cabeza nos da, se ha empeñado ahora en decir que, según la ley Trans que ella y sus amigas del ministerio de Igualdad han propuesto, hasta dentro de tres meses de la fecha en que entró en vigor, ninguno de los cambios de género que se han solicitado se puede ratificar. Alguien debería explicarle que, si querían que esto fuera así, tenían que haber puesto que el plazo necesario para la ratificación es de tres meses o como mínimo de tres meses, en lugar de redactar que el plazo máximo para la ratificación es de tres meses. Otro día le explico a Pam la diferencia entre “mínimo” y “máximo”, pero con mandarinas, que esta mujer necesita a alguien de la escuela de Barrio Sésamo y no me doy la misma maña que Coco, pero casi.

Y todo esto porque ya se ha presentado una persona, en unas oposiciones para policía local en Madrid, exigiendo hacer las pruebas físicas femeninas, para sorpresa de todos, porque muy mujer no les parecía. Que no sé si estaban extrañados y le hicieron sacar el DNI porque tenía más barba que papá pitufo o porque son unos tránsfobos, pero por eso sacó el papelito del abogado y del notario con su cambio de género de hombre a mujer y ahora no saben qué hacer, si suspenderle porque como tío no llega a la nota o darle el pase porque como mujer lo ha petado.

Se ha abierto el circo, señores, pasen y vean, lo que no iba a pasar, está pasando. Lo que aún no sabemos es cuánto nos van a costar las entradas del circo. Apostaría a decir que muchas manzanas y alguna que otra mandarina.