Opinión

La mejor economía del mundo

Aunque falso doctor, al menos como licenciado en ciencias económicas, Sánchez, debiera saber cuáles son y porqué las mejores economías

  • Pedro Sánchez en el Congreso Regional del PSOE en Madrid -


Alejado, forzosamente y por completo de la calle, algo inaudito en la historia de los países civilizados y enfrascado en los relatos que le cuentan lo que le gusta escuchar,  concebidos por relatores de muy escaso fuste intelectual, el presidente del Gobierno ajeno a cualquier sentido del ridículo anda vociferando que somos la mejor economía del mundo.

 

Aunque falso doctor, al menos como licenciado en ciencias económicas debiera saber cuáles son y porqué las mejores economías. Como nunca es tarde para aprender, tanto él como su guardia relatora, he aquí las razones verdaderas -no literarias, ni mágicas- que para cualquier persona normal -al margen de los relatores y sus portavoces- revelan la verdadera marcha de una economía:

 

Empleo: Es naturalmente bueno que haya abundancia de empleo y esté razonablemente bien remunerado y malo estar sin trabajo, incluso cobrando una digna subvención. Aunque haya personas -demasiadas y maleducadas desde su infancia en el socialismo cultural- que no sienten vergüenza por estar sin empleo e incluso presumen de ello, la inmensa mayoría de la gente se siente realizada cuando trabaja y fracasada cuando está en el paro. Decía el maestro Julián Marías que: “No hay trabajo malo, mientras no se encuentra otro mejor”.

   Partiendo, cuando falleció el conmemorado Franco,  de una tasa de paro inferior al 5%, los Pactos -socialistas- de La Moncloa lo elevaron a más del 20%, para descender al 16% en 1990, alcanzar casi el 25% con Felipe González y descender con Aznar hasta poco más del 8%. Zapatero lo elevó de nuevo por encima del 25% y Rajoy lo dejó en algo menos del 14%: Con Sánchez se ha reducido un poco, mientras en el resto del mundo desarrollado aún mucho más, hasta liderar el nivel de paro,  duplicando -durante todo su mandato- el de la UE y la OCDE, con un desastroso desempleo juvenil que  empeora aún más los datos.  Con Sánchez y por primera vez en nuestra historia, crece el empleo peor remunerado y el público, mientras España expulsa todos los días más de mil jóvenes educativamente cualificados.

El gobierno de Sánchez, no solo suele despreciar e incluso atacar abiertamente la función empresarial, sino que en su día a día la hace cada vez más difícil de ejercer

 

Crecimiento: Aunque los relatores de La Moncloa hagan decir a su jefe de filas, que España crece mucho, ocultan que se refieren -y solo muy circunstancialmente- al PIB, no a la renta per cápita. Todo el mundo sabe que los países “más ricos del mundo” son -verdaderamente- los que tienen mayor renta per cápita (Irlanda, Noruega, Suiza, EEUU, Suecia,….) mientras que los de mayor PIB (EEUU, China, India, Rusia, Brasil Indonesia, México, Turquía…), salvo EEUU, son países pobres. Nuestra renta per cápita con Sánchez ha aumentado menos de la mitad que en la UE. Su tasa de aumento medio anual  (0,25%) es la peor de nuestra historia salvo con Zapatero (-0,85%), siendo hasta ahora diez veces inferior a las logradas por González (2,53%), Aznar (2,71%) y Rajoy (2,02%). Mientras tanto, Sánchez nos ha alejado de la UE más que ningún gobernante previo:  González (88,34%), Aznar (92,77%), Zapatero (83,33%), Rajoy (85,53%) y Sánchez (79,15%).


Riqueza personal: Según D. Waldenström (Richer & More Equal, 2024) y el UBS Global Wealth Report 2024, la riqueza -propiedad inmobiliaria más ahorros financieros- per cápita de los españoles nos situaba, antes de Zapatero, a primer nivel mundial tras una gran escalada desde 1990. Con Sánchez hemos quedado a la cola del crecimiento de la riqueza y descendiendo posiciones. Siendo la propiedad de la vivienda el principal factor de igualdad de la riqueza, con el socialista Sánchez solo hemos acumulado descensos – un 19,8%- en el Índice de GINI que la mide. Justamente lo contrario que predica.


Productividad: La renta per cápita crece con la productividad y ésta con la formación de capital fijo, que es con Sánchez un 5,3% inferior al existente en 2001, mientras que en la UE creció un 35,6%, con datos de la Fundación BBV  He aquí porqué el crecimiento del PIB del que presume el gobierno no se transforma en mayor renta per cápita, que es lo verdaderamente importante.


Competitividad: La competitividad de las naciones está, incuestionablemente, asociada a la innovación empresarial. El gobierno de Sánchez, no solo suele despreciar e incluso atacar abiertamente la función empresarial, sino que en su día a día la hace cada vez más difícil de ejercer: aumentando sin cesar el poder del ilegítimo duopolio sindical; invadiendo desde el comunista ministerio de trabajo las relaciones laborales en las empresas;  protegiendo grandes sectores económicos de la libre entrada y salida de nuevas empresas en sus mercados,  lo que los carteliza -un delito en los países civilizados- en vez de renovar sus rankings; multiplicando en vez de suprimiendo las normativas de todo tipo que obstaculizan su quehacer; etc


Deuda pública: No hace falta saber de economía para constatar que no puede ser bueno ni justo que cada niño que nace en España deba 30.000€, para pagar los gastos desmesurados de sus padres y abuelos. También resulta obvio que ser el 4º país más endeudado por PIB de Europa y tres veces más que los “verdaderos” países ricos, pone en riesgo la financiación futura de nuestra economía.  


Fiscalidad: Los literatos de La Moncloa, muy poco leídos, no quieren saber que la competitividad fiscal española ocupa el cuarto lugar por la cola entre los 38 países de la OCDE, con los países “verdaderamente” ricos en la cabeza. El esfuerzo fiscal -asociado a la renta per cápita- sitúa a España con 113,7 puntos frente a 100, con Irlanda (22), Holanda (62), Dinamarca (66), Alemania (78), Suecia (78), etc muy por debajo nuestro; y solo están peor los países del Este de Europa. Nuestra fiscalidad empresarial en relación con la total es del 32% frente al 25% en la UE; solo cuatro países del Este son peores. La fiscalidad sobre la propiedad es la peor -junto con Italia- de los países desarrollados.


Resumiendo, resulta que la “mejor economía del mundo” está en la cola del crecimiento de la renta y la riqueza per cápita, de la productividad y la competitividad y en cabeza del desempleo,  la emigración de jóvenes cualificados, la fiscalidad y la deuda pública. Todo ello, lejos de ser datos meramente coyunturales, son ciertamente estructurales y asociados por completo con el  actual mandato gubernamental. 
 

"Está en nuestras manos"

Afortunadamente, España sigue siendo una “sociedad abierta”. Una expresión de Karl R. Popper que cabe aplicar a la posibilidad democrática de enmendar los errores políticos. A pesar de los denodados esfuerzos del Gobierno en mentir sobre la economía y actuar contra del Estado de Derecho, que incluye el insólito y obedecido mandato de convertir al fiscal general del Estado -no del Gobierno- en confeso portavoz de “relatos” políticos a favor de una “sociedad  totalitaria”, España, como sostenía en tiempos de nuestra Transición política, Julián Marías, todavía “está en nuestras manos”, cuando votamos.

 

En tiempos de la Sociedad de la Información, los ciudadanos tendrán que elegir -deseablemente, cuanto antes– entre asumir los relatos -plenos de falsedades empíricas- totalitarios del gobierno o la realidad de los hechos que afectan a nuestra prosperidad presente y futura y sobre todo nuestra dignidad moral y política ciudadana.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli