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Opinión

La izquierda que dice No a la Independencia

La izquierda que dice No a la Independencia

El pasado miércoles, en Hospitalet, Palmira me explicó que cobraba 209 euros de pensión de viudedad y pagaba 40 euros por el recibo de la luz. Me dijo que no ponía la calefacción aunque hiciera frío, porque no tenía suficiente dinero para pagarla. No es una historia aislada, es una de las muchas que me han explicado desde el lunes 27 de noviembre, cuando iniciamos una “gira electoral” por el cinturón obrero de Barcelona, recorriendo El Prat, Santa Coloma, Hospitalet, Badalona, Terrassa, Nou Barris... Tengo un pequeño diario de campaña donde las voy apuntando. Esta se me ha quedado especialmente en la memoria, supongo que porque hace frío y la imagen de Palmira en su casa con una manta se me ha quedado grabada. Esta no es tampoco una historia lastimera. De hecho, ni Palmira ni nadie me han explicado su “historia” con lástima, más bien con indignación y, muchas veces, con humor; es simplemente la realidad social. Una realidad social que los estudios sobre desigualdad expresan en números, números que son personas como Palmira.

Sin embargo, esta realidad permanece oculta ¿Cómo es posible? ¿Por qué vivimos en Cataluña en esta especie de Matrix delirante, donde, en la realidad, tenemos unos problemas pero, en el debate político y en los medios de comunicación, se habla permanentemente de otros? Nuestro problema son los recortes sociales, pero en lo que ahora llaman “relato” se habla de independencia, de procés... y cada día me pregunto: ¿cómo hemos llegado hasta aquí?

Cada día me pregunto: ¿cómo hemos llegado hasta aquí?

Mi primera respuesta es que los que gobiernan Cataluña desde hace muchos años son una élite burocrática que vive del presupuesto de la administración. Son los patriotas del 3%, que para defender sus privilegios han demostrado que están dispuestos hasta a imponer una Declaración Unilateral de Independencia a la inmensa mayoría de la población. Es muy comprensible que no les preocupe mucho la realidad social, porque con sus grandes sueldos, dietas y otras remuneraciones que les proporciona la administración de la Generalitat, entiendo perfectamente que llegar a fin de mes no sea una de sus preocupaciones.

Pero esta primera razón no basta para entender por qué vivimos en este delirio. España está gobernada por un PP -apoyado por Ciudadanos- que ha traído el empobrecimiento y el incremento de las desigualdades, el avance de la corrupción y la degeneración de la democracia. Son los gestores de los grandes poderes y fondos de inversión, son los que aprobaron, junto con Zapatero, el artículo 135 de la Constitución para asegurar que, por encima de cualquier partida presupuestaria, los grandes bancos cobren la deuda y sus intereses. A cambio de esa gestión, cobran grandes salarios y comisiones en forma de corrupción por los servicios prestados. Es también comprensible, y se entiende, que no tengan motivos para preocuparse de la realidad social de la inmensa mayoría.

Pero la pregunta realmente inquietante es: ¿qué pasa con la izquierda en Cataluña?, ¿tampoco se enteran de los problemas que tenemos? ¿Qué pasa con una Ada Colau que llegó al Ayuntamiento porque era la líder de la lucha contra los desahucios y que ha acabado legitimando con su voto un referéndum tramposo, planificado para proclamar una DUI, actuando de forma cómplice de Puigdemont y Junqueras? ¿Qué pasa con Iceta, que ha planteado como un elemento central de su programa electoral que haya una hacienda catalana, pero no ha dicho nada de a quién va a recaudar esa hacienda y a quién se lo va a redistribuir?

¿Qué pasa con los intereses y la realidad concreta de la inmensa mayoría de la población?

La pregunta que hemos lanzado desde Recortes Cero-Grupo Verde es: ¿y de lo nuestro, qué? ¿Qué pasa con los intereses y la realidad concreta de la inmensa mayoría de la población? ¿Qué pasa con los sueldos y las pensiones? ¿Qué pasa con la educación y la sanidad? ¿Qué pasa con la cultura y la ciencia, que son también necesidades sociales?

Y a la pregunta que he planteado al principio (¿cómo hemos llegado hasta aquí?) mi respuesta es que la responsabilidad mayor está en la izquierda. Gran parte de la izquierda catalana ha dejado la defensa de la unidad, durante muchos años, en manos de la derecha, ha dejado que se identifique el nacionalismo con la izquierda. Sin embargo, el nacionalismo, en su origen, tanto el vasco como el catalán, ha estado siempre de parte del patrón y no del trabajador, que en su mayoría era inmigrante, ha estado de parte del poder y la tradición, frente a la clase obrera, entre la que proliferaron siempre ideas sindicalistas, progresistas, de izquierdas...

Ya está bien de una izquierda abducida, “presa” del falso victimismo de los Pujol, Mas, Puigdemont y Junqueras. El Parlament de Cataluña y nuestro pueblo necesitan una izquierda que diga sin ambigüedades “No a la Independencia” y en la que se pueda confiar para defender la unidad del pueblo trabajador. Recortes Cero-Grupo Verde somos una izquierda en la que se puede confiar, no por los “dichos”, sino por los hechos: porque hemos encabezado con manifiestos y concentraciones la campaña de denuncia de que el 1-O era una estafa antidemocrática, y la DUI, una imposición.

El Parlament necesita una izquierda decidida a poner en el centro de la política catalana la lucha contra los recortes, y Recortes Cero, como nuestro nombre dice, ha luchado desde su nacimiento, en marzo de 2014, contra los recortes. El Parlament necesita una izquierda que no se deje abducir ni dirigir por “el procés”.

Hace falta una izquierda que tenga una alternativa. Cataluña es rica, y lo que hay que hacer es redistribuir la riqueza. Recortes Cero-Grupo Verde ha señalado que todo el problema es cómo está distribuida la enorme riqueza que existe. Tenemos una propuesta factible y sensata para revertir los recortes en sanidad y educación, para que no haya ningún salario ni pensión por debajo de 1.000 euros. Podemos hacerlo, Cataluña es rica y hay grandes fuentes de redistribución, nosotros hemos hecho las cuentas.

Además, necesitamos una alternativa de izquierdas dispuesta a recomponer los lazos de unidad y afecto entre todos los catalanes y con el resto del pueblo de España. Por eso Recortes Cero-Grupo Verde nos hemos presentado a las elecciones y tenemos la determinación de entrar en el Parlament, porque consideramos que, para que en Cataluña cambie la situación política, es necesario que “otra izquierda” entre en el Parlament.

 

Nuria Suárez

Candidata a la Presidencia de la Generalitat por Recortes Cero-Grupo Verde

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