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Opinión

¿Inspectores de Hacienda o comisarios políticos?

El Gobierno está dispuesto a hacer Inspector de Hacienda a miles de funcionarios sin comprobar que están capacitados para serlo

Varias personas esperan en una oficina de la Agencia Tributaria
Varias personas esperan en una oficina de la Agencia Tributaria Europa Press

Son múltiples las ocasiones y variados los formatos en los que desde hace años vengo manifestado mi intensa crítica a la desequilibrada situación jurídica que, a consecuencia del contenido de nuestro Ordenamiento legal, tienen respectivamente el Estado y los contribuyentes. También he criticado que no son pocas las veces en las que, en el curso de una inspección tributaria, los inspectores de Hacienda usan sin matiz alguno las ingentes potestades administrativas que le confieren las normas legales. Estas declaraciones han provocado que con frecuencia se me haya preguntado acerca de la posible dirección política del trabajo de la Inspección de Hacienda, de la posible existencia de órdenes dadas por los responsables políticos para que un inspector se ensañe con un contribuyente concreto o, alternativamente, proporcione un trato de favor a otro. Siempre he respondido lo mismo y además con contundencia, convicción y conocimiento de causa: no hay tal. Sin que resulte posible negar que haya podido existir algún caso aislado, he afirmado con rotundidad que los inspectores de Hacienda ejercen su función con profesionalidad e independencia política. Profesionalidad e independencia que traen su origen en que ningún inspector debe su pertenencia al Cuerpo Superior de Inspectores de Hacienda al favor recibido de un superior si no que por el contrario la ha obtenido por haber demostrado tener el necesario nivel de conocimientos técnicos y legales para serlo. Y lo ha hecho superando un exigente proceso selectivo que respeta los principios constitucionales de mérito y capacidad e incorpora adicionalmente elementos de concurrencia, publicidad y transparencia en las pruebas previstas para demostrarlo.

Miles de funcionarios hoy pertenecientes a otros Cuerpos de la Administración menos cualificados, podrán ingresar en el Cuerpo Superior de Inspectores de Hacienda sin más que recibir el parabién de la superioridad política

Sin embargo, esto puede cambiar y de hecho cambiará si el Gobierno lleva adelante el acuerdo suscrito con los sindicatos para modificar el sistema de promoción interna de los funcionarios. De aplicarse lo acordado, miles de funcionarios hoy pertenecientes a otros Cuerpos de la Administración menos cualificados podrán ingresar en el Cuerpo Superior de Inspectores de Hacienda sin más que recibir el parabién de la superioridad política y superar un aberrante test absolutamente impropio para el uso al que se le quiere destinar.

Empezando por el test, éste se compondría de un conjunto de preguntas para las que se propondrán cuatro respuestas alternativas entre las que el candidato debe elegir una. Es obvio que una prueba así es propia de un examen para la obtención del carnet de conducir o de figurar en cualquier semanario para descubrir la afinidad existente en los dos componentes una pareja sentimental. Pero en ningún caso es adecuada para comprobar el nivel de conocimientos técnico-legales que se precisan para ser Inspector de Hacienda. Para más inri, en el acuerdo Gobierno-Sindicatos se prevé que una respuesta equivocada no provoque penalización. Para observar el sin Dios de lo previsto resulta útil hacer unos sencillos cálculos numéricos.

Será Inspector de Hacienda quien de manera libérrima, caprichosa y subjetiva decidan los responsables políticos del proceso

Veamos, por estricta probabilidad estadística el mayor ignorante del mundo acertaría el 25% de las preguntas formuladas por lo que, en una posible calificación máxima de 10, ya parte de 2,5 puntos que le son regalados. Quiere decirse que para aprobar -obtener un 5- le bastaría con saber responder acertadamente a otro 25% de las preguntas incluidas en el cuestionario ¿Puede de verdad considerarse que aquél que solo sabe una cuarta parte de lo que se le pregunta ha demostrado tener los conocimientos necesarios para ejercer la compleja y delicada función que ejerce un Inspector de Hacienda? Francamente, no y por ello hay que exclamarlo con toda la crudeza que merece la cuestión: El Gobierno está dispuesto a hacer Inspector de Hacienda a miles de funcionarios sin comprobar que están capacitados para serlo.

Es obligado preguntarse entonces cual va a ser el criterio para seleccionar a los nuevos inspectores entre aquellos que aspiren a serlo, y aquí entra en juego la segunda parte del proyecto gubernamental pactado con los sindicatos. que es la valoración personal que de cada aspirante realicen sus superiores. Expresándolo en román paladino, será Inspector de Hacienda quien de manera libérrima, caprichosa y subjetiva decidan los responsables políticos del proceso. Es decir, lo será aquel que haya demostrado ser un “buen chico” -es la expresión que utilizan los miembros del Gobierno cubano para explicar cómo se deciden los nombramientos y ascensos en el sistema político vigente en Cuba-.

El fin de la independencia profesional

De acuerdo con lo expuesto, para ser inspector no será preciso disponer de las condiciones objetivas que habilitan para cumplir la función. Por el contrario, se precisará contar con el placet del responsable político de turno al que, además, los nuevos inspectores deberán la condición a la que han accedido. No hace falta ser un lince para imaginar lo que se nos avecina que no será otra cosa que inspecciones de Hacienda decididas políticamente, dirigidas políticamente y finalizadas políticamente. Está claro, el Gobierno pretende disponer de un ejército de comisarios políticos que, realizando inspecciones políticas, pueda amedrentar a todo aquel que le moleste, ya sea miembro de partidos de la oposición, periodista que no escriba a su dictado, analista que ose criticar su ejercicio del poder o famoso que no esté dispuesto a apoyarle públicamente. Bienvenidos a una proyectada nueva agresión al Estado de Derecho que en esta ocasión acabaría con la independencia en la labor profesional de unos funcionarios como son los inspectores de Hacienda.

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  • A
    Aquiles

    Ahora se dan cuenta de lo facil que fué filtrar desde el PSOe , a Casado , los datos fiscales (Incompletos y seleccionados) del Hermano de Ayuso ???

  • B
    Busardo

    Enhorabuena señor Ruiz Jarabo.

    El acuerdo es desastroso. Supone todo un ataque a la profesionalización y la independencia del funcionariado, claves para la eficiencia y buen funcionamiento de la Administración y de la democracia.

    Esto se explica muy bien aquí: “Aprender sin saber, la mejor forma de ascender”

    En la web de Vozpópuli

  • M
    Mazarino

    Todos los ríos tienen el curso natural y el desviado o artificial.
    1.-Los INSPECTORES SON TEMIDOS POR LOS CIUDADANOS,SON OMNIPOTENTES CASI COMO LOS JUECES.ESTO ES INADMISIBLE.NO queremos inquisidores bien pagados.PRUDENCIA INSPECTORES
    Esto situación ha producido abusos y privilegios siempre en la misma orilla.Y por ello será un respiro y el acotamiento de un virreinato autónomo.
    2.-Coincide que los rojillos aprovechan esta conocida y sufrida realidad para introducir LA CUÑA DE LA COMISARÍA POLÍTICA,que terminarán en la Jerarquía de la Inspección y serán los perros de presa de LA IZQUIERDA Y DE LA DERECHA.
    Recuerdo que el PP confirmaba en sus puestos a TODOS LOS SUBDIRECTORES CONTAMINADOS Y ENVENENADOS POR EL PSOE:CONOCÍAN SU OFICIO Y RESPONDÍAN A ESTÍMULOS E INDICACIONES.

  • P
    Pico pato

    Estos antes de entrar era regeneración y transparencia pues ni una ni la otra lo único que quieren es politizarlo todo claro con los de ellos desde el 78 nunca abia visto una corrupción política como ahora mismo camino a Venezuela 2 a disfrutar de los regenadores y transparentes

  • P
    Petrapacheco

    A ver si en última instancia lo que está en debate es el mantenimiento de los privilegios -fundamentalmente económicos- de unos pocos que aprobaron unas oposiciones algo diferentes, o el reparto de dichos privilegios con los que, en última instancia, terminan haciendo la faena.

    • C
      Caballa66

      Por ahí van los tiros, por menospreciar al resto del funcionariado como si sus oposiciones no valiesen nada.
      El día que los ciudadanos sepan como funciona la AEAT desde dentro, conocerán ese afán depredador por objetivos muy asequibles, planes como el PEIA que suponen 12 horas al año de dedicación para repartir el botín.

    • A
      Arcano1964

      Volvemos al problema denunciado por la Declaración de Granada de 2018, donde se deja claro hasta qué punto son potentes "las ingentes potestades administrativas que le confieren las normas legales". Ya las quisiera para sí la Inquisición Española.

      Y cuánta verdad hay en lo que dice: "Y que las actas de la inspección que hasta ahora vienen preparando, armando, construyendo y tal y tal..." Especialmente armando y construyendo, a veces de las más insignificantes nimiedades, unos expedientes densos y de tal tamaño que se les quiten las ganas de leerlo en cualquier instancia a la que pueda el desgraciado contribuyente acudir.
      Hablamos de repartir el botín que no es otro que el patrimonio del contribuyente, hecho por una Administración que le trata como súbdito y partiendo de la presunción de culpabilidad hasta que demuestre lo contrario y protegidos por una legislación que obliga a hacer demostraciones imposibles para acusar de prevaricador al actuario, incluso cuando desobedecen descaradamente los pronunciamientos y la jurisprudencia del Tribunal Supremo..

  • P
    Petrapacheco

    Quiere dar la sensación con lo que escribe el señor Ruiz-Jarabo, que de esto algo sabe porque fue director de la cosa, que a los subinspectores les regalaron la oposición en una tómbola. Y que las actas de la inspección que hasta ahora vienen preparando, armando, construyendo y tal y tal -menos firmarlas-, salen como salen por casualidad o por ciencia infusa.
    E igual tampoco es eso.

  • L
    Leonidas

    No le dé más vueltas. Desde que Montoro les dió los bonus por expediente, que es como darle a esta mafia un arma legal, todos ansían llenarse los bolsillos a costa del contribuyente y no o pagar responsabilidad alguna si se equivocan. Si ésto es un estado de derecho, yo alucino

    • V
      vallecas

      Iba a escribir un comentario con el mismo argumento.
      Hacienda utiliza la amenaza, coacción. Es una organización Mafiosa.

  • K
    Karl

    Los impuestos son una cosa tan seria como detraer coactivamente a un individuo una buena parte de los recursos que ha generado con su trabajo.