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Opinión

El hachazo fiscal

Han recurrido a su habitual mantra: España tiene menos presión fiscal que Francia o Alemania, argumento que no aguanta un asalto

María Jesús Montero y Nadia Calviño.
María Jesús Montero y Nadia Calviño

Conocido el contenido de las medidas fiscales incluidas en el Plan de Reconstrucción enviado a Bruselas, se comprende por qué el Gobierno lo ha ocultado hasta pasada la cita electoral madrileña.

Solo fue conocida antes del 4-M la prevista eliminación de la reducción aplicable en el IRPF para los contribuyentes (matrimonios) que optan por la tributación conjunta. Es la medida fiscal más injusta ideada desde que vivimos en democracia, según se evidencia a partir de los datos que pasamos a exponer.

Radiografía de un saqueo

Señalemos de entrada que el ahorro que supone para el Gobierno -coste para los contribuyentes- asciende a 2.400 millones de euros, lo que implica el 3% del importe total recaudado por el IRPF. Pocas bromas, es un auténtico sablazo. Pero, además, dicho coste lo soportan únicamente un 20% de los contribuyentes (cuatro millones sobre veinte), a razón de 1.200 € por pareja, mientras que el 80% restante (los otros dieciséis millones) no resultan afectados. Siendo poco edificante el saqueo en el que se saquea exclusivamente a un 20% de los paganos del impuesto, resulta indignante que los saqueados sean aquellos que tienen rentas mas bajas.

En efecto, según las estadísticas oficiales del IRPF que figuran en la página web de la Agencia Tributaria, la mayoría de los afectados por el nuevo diezmo sanchista son españoles cuya renta se encuentra entre 12.000 € y 21.000 €. Y el segundo grupo más perjudicado son los que tienen ingresos entre 21.000 € y 30.000 €. Vamos ¡auténticos ricos!

Pero no acaba aquí la rapacidad fiscal de nuestro gobierno. En lo enviado a Bruselas, y obligados por la exigencia de los golpistas de Esquerra Republicana, reiteran su proyecto de recentralizar los sistemas tributarios autonómicos para igualarlos por arriba, generalizando así la asfixia fiscal e impidiendo que ningún gobierno regional pueda aliviar la carga tributaria de sus ciudadanos. Como no aprendan después del ayusazo

Sucesiones y donaciones

Así, con la recentralización fiscal que proyecta Pedro Sánchez, todos los españoles sufriremos íntegramente dos tributos, el Impuesto sobre el Patrimonio y el que grava las sucesiones y donaciones, ambos con regulación confiscatoria y de carácter arcaico. La tributación de la herencia fue inventada por el Imperio Romano para financiar sus invasivas legiones. Son cada vez menos los países que lo mantienen. En cuanto al Impuesto sobre el Patrimonio, basta con decir que solo existe en un país de la Unión Europea. Como curiosidad para la historia del disparate, la denominación del capítulo del Plan de Reconstrucción en el que mantienen y refuerzan estos dos anacrónicos tributos hace referencia a la fiscalidad del siglo XXI. Se han confundido de milenio.

La proyectada rapiña del sanchismo se complementa con aumentos en la fiscalidad existente y con la creación de nuevas figuras impositivas denominadas verdes o digitales, como si estos calificativos evitaran o redujeran su carácter coactivo. También con la generalización de peajes en vías y autovías ¡con lo que han despotricado durante tanto tiempo sobre el pago por utilizar infraestructuras y/o servicios públicos!.

Eso sí, para intentar justificar el injustificable subidón de impuestos que proyectan, han recurrido a su habitual mantra: España tiene menos presión fiscal que Francia o Alemania, argumento que no aguanta un asalto. Primero, nada obliga a nadie a cometer los errores del vecino. Segundo, los datos deben utilizarse con un mínimo rigor técnico. En este punto, es cierto que la presión fiscal en España es menor que la existente en Alemania (35% frente a 41%), pero también lo es que nuestra renta per cápita (26.000 €) también lo es (la alemana, 40.700 €).

Pues bien, si todos aceptamos que en España la proporción de impuestos que paga un español con 41.000 € de ingresos sea mayor que la que ha de pagar el que solo obtiene 26.000 € ¿por qué ha de igualarse la proporción de impuestos a pagar por españoles (26.000 € de renta media) con la de los alemanes (41.000 € de renta media)? Ésta es la gran contradicción de los fiscofílicos españoles: ¡Quieren progresividad fiscal entre españoles y proporcionalidad fiscal entre europeos!

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