Quantcast

Opinión

Feijóo y los incrédulos

En ninguna escuela pública de Cataluña se puede estudiar en español, situación ha sido permitida, protegida y financiada por el Estado español durante décadas por todos los Gobiernos sin excepción

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo

En ninguna escuela pública de Cataluña se puede estudiar en español. Esta situación ha sido permitida, protegida y financiada por el Estado español durante décadas por todos los Gobiernos sin excepción. Este hecho contra natura es tan difícil de creer que sólo queda negar la realidad a los responsables y cómplices de esta vejación de los derechos fundamentales de millones de españoles.

Lejos de ser un fenómeno “diferencial” y paranormal, la problemática de no poder estudiar en la escuela en español, el idioma que hablan 500 millones de personas en el mundo, se extiende a toda región con idioma elevado a cooficial gracias a los incentivos presupuestarios del sistema jurídico y político de la España constitucional, autonómica y de conformación electoral del Congreso de los Diputados.

España es un caso digno de estudio —quizá psiquiátrico— de cómo construir una comunidad política atrapada y ninguneada por un poder tomado por quien odia a su propio país. Mientras, los ciudadanos incrédulos y ajenos a esta siniestra situación, optan por negar la realidad, acomodados en el pensamiento mágico a la espera de que no pase lo que ya está pasando. Si creyesen la realidad tendrían que hacer algo, moverse del sillón, porque en caso contrario les quedaría vivir el resto de su vida con esa insoportable figura sin respetabilidad del espejo.

Hay quien espera que una situación de implosión que sirva de catarsis para que las cosas cambien, para que la injusticia sea repuesta o al menos detenida. Pero ese punto de inflexión ya sucedió. Hubo un golpe de Estado en el 2017 y, aunque algunos dirigentes pasaron un par de años en prisión antes de ser indultados por el Gobierno de la nación atacada, lejos de haberse proscrito el proyecto político que lo dio, éste mantiene su poder prácticamente intacto. La impunidad ya inseparable de aquél momento ha sido la que ha facilitado el no cumplimiento de la sentencia del Tribunal de Justicia de Cataluña que obliga a un 25% de la enseñanza en español.

Feijóo no va a acudir a la manifestación del 18 de septiembre convocada por “Escuela de todos” porque tiene un acto del Partido Popular en Toledo ese día. No entiendo el revuelo y el malestar entre el votante de la derecha por su ausencia. Resulta coherente con toda su actuación conocida hasta la fecha. Desde que es Presidente del Partido Popular nacional la única ideología que ha defendido es el galleguismo en su versión estatal, el autonomismo. La política del terruño. La derecha federal que gestiona las políticas socialistas con perfiles técnicos que no quiere asustar con palabras vulgares como plurinacional, y prefiere adoptar la elevada a dogma de autonomías

Feijóo en País Vasco alardeó de su admiración por el PNV. En Cataluña hizo lo propio y se reunió con los empresarios responsables de la hegemonía del secesionismo en vez de la España resistente que pide desesperada desde hace décadas que el Estado no les abandone. Esperar que el Presidente de Galicia, región donde el español ha sido proscrito de la oficialidad, se manifieste en favor del bilingïsmo en Cataluña no resulta lógico.

Feijóo es coherente con su discurso y su trayectoria al no ir a Barcelona este domingo. También es coherente que Salvador Illa, el Ministro covid que fue mayoritariamente votado en las últimas elecciones catalanas, niegue la realidad de las escuelas por la que padres desesperados y acosados, como la familia de Canet, van a acudir a ella. 

Lo que resulta irracional es que muchas personas en Cataluña sigan esperando a que el PSC deje de ser el PSC, cooperador necesario de la opresión que sufren. Lo que es producto de una ceguera voluntaria es que muchos votantes de la derecha en el resto de España sigan esperando que Feijóo haga lo contrario de lo que ha hecho hasta ahora y de lo que predica en público en sus discursos.

Hay muchos ciudadanos acomodados en la frustración, pues al igual que en las malas parejas, viven en la absurda espera de que el otro cambie para que se solucionen los problemas. Esperan que un político haga lo contrario de lo que anuncia, que la bondad le asista en el último momento, mostrándose incrédulos porque se comporte como siempre. No lleva a ninguna parte negar la realidad y mostrar eterna sorpresa de indignación ante lo que ya es costumbre. Ahora toca enfrentarse a qué somos nosotros, sin esperar a nadie para no pasar el resto de la vida acallando esa voz ¿y qué hice yo?

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.

  • J
    jopano

    Qué buena descripción de la política del PP: un partido que gestiona las políticas socialistas con perfiles técnicos.
    No hay más.

  • C
    ConTroll

    Insólito artículo por excelente, excelente porque describe lo que hay y pone al ciudadano ante el espejo, ¿qué estamos haciendo repitiendo el autoengaño?
    Más de 40 años de partitocracia, disfrazada de democracia, nos contemplan. Cada vez que hay generales se repite el engaño y se convierte en servidumbre.
    Feijoo se somete al PNV y al Cercle y se presenta como la solución a Sánchez y una cosa y la otra se excluyen.
    Feijoo es Mariano, un espejismo para siervos.

  • A
    AngelitoLobo

    Magnífico su artículo Irene (como acostumbra).
    Efectivamente el "gallego" Feijo es más que previsible y probablemente estemos otra vez a las puertas de volver a abrir el "taller de reparaciones" dela derecha después de ganar las elecciones.
    De ahí la imperiosa necesidad de que Feijo DEPENDA sí o sí de Vox para gobernar y tenga que hacer política y no sólo estricta gestión. Veremos. ¡Gracias por estar ahí Irene!

  • V
    vallecas

    Claro que quedan ciudadanos interesantes pero han huido o desertado. Las personas que tienen con un trabajo interesante y expectativas personales se marchan (metafóricamente).
    ¿Quién va a querer convivir con los millones de votantes de Pedros, Pablos, Ineres, Yolandas, Echeniques, Rufianes, Peres, Oteguis, Garzones, Adas, Oltras....?

  • V
    Variopinto

    En la espera, para combatir la desesperanza, siempre se suele recurrir a esperar a quien no ha llegado, a que traiga lo que no porta y a ver lo que no hay.
    Hoy, acierta de pleno en mostrar la realidad. Además de acallar vocecitas, está evitando la desesperacion (pérdida total de la esperanza) cuando se produzca el relevo.

  • M
    Mazarino

    LOS ACOMPLEJADOS DEL PP ESTA VEZ ENCONTRARÁN A VOX COMO ALTERNATIVA ESPAÑOLA NO ACOMPLEJADA :Veremos la tajada que les rebanará

    • G
      giledu

      Es demasiada la fuerza mediática para una consideración lógica de las propuestas de VOX. Sobre todo para el español medio, que únicamente tiene la referencia de las TV´s de la 1 a la Secta. Cierto que VOX pertenece a la clase política y por lo tanto sospechosa de todos sus males (ya comienzan los egos a funcionar y los problemas internos -Olona, Buxadé, etc-), pero tiene el beneficio de la duda al menos. Difícil su encaje en la mayoría, asustada hasta para luchar contra el español en las CCAA lo que me parece el último eslabón para considerar nuestro adocenamiento como ciudadanos y habiendo pasado el punto de no retorno.

  • F
    Felix14

    Teniendo en cuenta que los socios preferentes de investidura de Feijóo (ese orgulloso exvotante de Felipe González, como ha recordado en alguna entrevista) van a ser el PNV, Revilla, Teruel Existe, Soria Ya y demás micronacionalismos, es de esperar que la desaparición del español en las aulas de un tercio del país está garantizada. Se nota en la poca inquietud de los separatistas ante su inminente triunfo.
    Eso sí, los votantes peperos en Belén con los pastores. Y me da que seguirán dormidos hasta que les toquen a ellos sus derechos fundamentales. Aunque probablemente para entonces ya será demasiado tarde.