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Opinión

El diálogo va que ni se lo imaginan

Sánchez dice que los indultos son para promover diálogo, concordia, reconciliación. Los resultados han sido rapidísimos. Menudo lince

El presidente del gobierno Pedro Sánchez, durante la cena inaugural del Mobile World Congress.- EFE

Mientras La Vanguardia le hacía este domingo un masaje a Junqueras que ríanse ustedes de los de final feliz, los asistentes al Mobile World Congres habrán podido comprobar lo bien y pacíficamente que se vive en Cataluña. Los indultos ya dan frutos que son pasmo del mundo y envidia de la plaza. De entrada, al Rey al evento no ha salido a recibirlo ni el presidentín Aragonés ni la alcaldesota Colau. Cobrar del sistema, vale, ser educado, jamás.

A las puertas de ese mismo Mobile, la alegre muchachada de los CDR amenizaban el desplante quemando efigies del monarca y colocando dos guillotinas para que se vea como Sánchez, que estaba ahí, es único pacificando y templando ánimos. Pero no crean que estos han sido los únicos gestos de buenrollismo presentes en mi tierra tras el golpe de estado sanchista indultando a la brava a los del 1-O. El viernes, Joan Canadell, ex presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, actual diputado por Junts en el parlamentito de la señorita Pepis de Cataluña y, según él, empresario de la cosa petrolera – tiene un par o tres de gasolineras -, dijo en un tuit En Sánchez un gran fdgp. Cadascú que interpreti les inicials com vulgui… Traducido: Sánchez es un hdgp. Cada uno que interprete las siglas como quiera. Luego, acollonit, lo borró. Hombre, opiniones personales aparte, no parece bonico en labios de un diputado separata tras los indultos.

Claro que el inmarcesible líder de la patria revolucionaria, Sánchez el magnánimo, no se mueve ni un milímetro. Se ha conocido que el gran muñidor con los separatas es Zapatero – “Aprobaré el estatuto que aprueben los catalanes aprobados” o algo así – y Chánches, en línea con su forma y manera de ser, dijo en Bruselas “Lo útil en el pasado fue el castigo, lo útil hoy es el perdón”. Aquí precisaríamos de la eximia semiótica Carmen Calvo para saber si esas cosas las pensaba siendo o no presidente y si ahora que lo es, piensa algo.

Digo lo del guion porque daba mucha penica ver a los golpistas indultados antes de salir del Hotel Rejas sin estar de acuerdo acerca de la cara que tenían que poner

Como las desgracias nunca vienen solas, como los bobos, este sábado TV3 nos deleitó con el tiernísimo programa FACS, de la factoría Buenafuente, teniendo en plató a los indultados Joaquim Forn y Josep Rull. “¡No se lo pierdan!” decía arrobada en las promos la excitadísima presentadora, ensalivando paulovianamente ante tamaño scoop. Excuso relatarles el contenido, pero ya pueden imaginar que todo era concordia y más concordia y más diálogo y más bondad que un domingo santo en la casa de la pradera.

Y como sea que este martes Pedrete y el presidentín se tienen que ver para ponerse de acuerdo en el guión de la comedia, veremos con qué otra muestra de diálogo nos deleitan. Digo lo del guion porque daba mucha penica ver a los golpistas indultados antes de salir del Hotel Rejas sin estar de acuerdo acerca de la cara que tenían que poner. Mientras Cuixart insistía en el rostro de triunfo cual César volviendo de las Galias con Vercingetórix atado a un montón de cadenas, el jesuítico Junqueras decía que de eso nada, que lo suyo era la cara de funeral de tercera, porque hay todavía mucho represaliado. Deben ser esos a los que el Tribunal de Cuentas les exige las ídem acerca de sus presuntas malversaciones de fondos públicos para favorecer la cosa separata. El gobiernecito catalán dicen que ni tribunal, ni cuentas ni nada, que menuda panda de revanchistas y perseguidores del proceso y de Cataluña. Bueno. En resumen, que el diálogo nos chorrea por los cuatro costados.

Vistos los resultados, el que se queje de Sánchez es facha. Por lo menos.

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