Opinión

El Constitucional y el triunfo del PSC

Solo un exagerado o un conspiranoico podía dudar que el sistema partitocrático constitucional hubiese expirado en 2017 y que desde 2020 estemos en un sistema nuevo de poder impune.

Fachada y entrada al edificio del Tribunal Constitucional
Fachada y entrada al edificio del Tribunal Constitucional Europa Press

Puede parecer que el proceso es rápido, que todo se derrumba en poco tiempo, cuando en realidad solo se presta atención a la polvareda de los escombros al caer. Hacerlo un poco antes puede ser causa de sospecha, recelo y exclusión. Todo gracias a la moderación, la no-ideología política creada por el PSOE para que exista la ceguera crítica, pero nunca la alternativa. 

Solo un exagerado o un conspiranoico podía dudar que el sistema partitocrático constitucional hubiese expirado en 2017 y que desde 2020 estemos en un sistema nuevo de poder impune. Poco a poco avanza hacia una base legal amparada por sus tribunales, que sustente formalmente la realidad impuesta, que unos medios no ven y otros no cuentan. Por eso no temo repetir lo que en numerosas ocasiones se ha defendido en esta humilde columna.

Solo un exagerado o un conspiranoico podía dudar que el sistema partitocrático constitucional hubiese expirado en 2017 y que desde 2020 estemos en un sistema nuevo de poder impune

«Asalto a las instituciones, degradación, cruzar líneas, peligra el Estado de derecho…» Todo ya está hecho. De nada sirven los que viven en una anodina y constante crítica escandalizada por la ley y no por la nación. Por lo que sucede sin darse cuenta de que ya ha sucedido. El objetivo no es cambiar la Constitución fuera de los procedimientos, sino diluir la nación española. El proyecto del PSC, que fue el de Zapatero en el estatut del 2007. Una república que admite Rey (de momento) federal asimétrica, que reduce la nación a Murcia y poco más. A los que pagan impuestos a esos territorios principales, los que proscriben el español, sobre quienes ensayan leyes climáticas y de género.

No es casualidad que Juan Carlos Campo, pareja de Meritxell Batet, la Presidenta del Congreso del PSC, siendo Ministro de Justicia en el verano de 2021 hablase de proceso constituyente en sede parlamentaria para pedir paciencia a ERC. Que fuese Ministro para tramitar los indultos del golpe de estado, que fue juzgado como una vulgar sedición por la unanimidad de los jueces del Tribunal Supremo, previamente nombrados por los partidos. Todas las piezas estaban ahí, Pedro Sánchez solo ha hecho uso de ellas y ha movido las que faltaban. El tablero estaba puesto.

En una una misma legislatura un Ministro de Justicia tramita los indultos y acaba siendo miembro de reconocido prestigio en el Tribunal Constitucional. No para decidir los recursos en curso, pues sabemos que como el del aborto pueden no resolverse en décadas sin que suceda nada. El Estado de derecho constitucional. Lo importante es decidir sobre las cuestiones futuras, como un referéndum.

No para decidir los recursos que lleguen, pues sabemos que como el del aborto pueden no resolverse en décadas sin que suceda nada

Miquel Iceta puede que sea el hombre del Gobierno que peor viste solo después de Bolaños, pero siempre tuvo claro que el camino a seguir no era la ruptura, sino la paciencia aderezada con TV3 y escuelas sin español. Cinco minutos después de las Leyes de desconexión del 2017 afeó al independentismo sus prisas. En 15 años no habrá un 49% de independentistas, sino un 65% y será el momento de hacer un referéndum pacífico, festivo y con baile. 

Todos saben que los números aún no dan en las urnas generales. Aún. Por eso esta es la legislatura de la reforma, de la aceleración del proceso. Otegui lo sabe, ¿por qué Feijóo no? ¿O es que comparte el fondo del nuevo sistema de la España fragmentada, pero no la rudeza de su ejercicio? Quizá eso explique el absurdo de denunciar que las Instituciones son asaltadas por Pedro Sánchez, mientras le ofrecen pactar cualquier ley.

El PSOE teme perder las próximas Elecciones Generales, por eso exprimirá el siniestro sistema electoral presentándose bajo varias siglas: Bildu, ERC, la España vaciada, tal y como se contó aquí.

Una victoria socialista traería la legislatura de la consolidación del sistema actual, que admite cualquier nombre menos el de democracia. El referéndum sería algo más cercano, posible y palpable en distintas regiones. Quién sabe, quizá se celebre primero en las Islas Baleares. 

El referéndum sería algo más cercano, posible y palpable en distintas regiones. Quién sabe, quizá se celebre primero en las Islas Baleares

Puede que el fiasco terrorífico que supone la ley del 'solo sí es sí', sea un mero telón de distracción del verdadero proyecto, legalizar el referéndum de autodeterminación. El feminismo amenazó en las calles a los jueces y ello les llevó al Gobierno, ¿por qué iba a hacer algo distinto ahora para mantenerse en él? No hay que desdeñar que a veces lo que más se ve es el telón, aunque en realidad la suelta de violadores sea el talón de Aquiles, el hueso que la oposición y los medios han decidido soltar y esperar.