Donald Trump y los medios tramposos

Programa Espejo Público en Antena 3 tv. Debate, a primera hora de la mañana, dirigido por Lorena García con participación de Ismael García, Antonio Beaumont, Toni Bolaño y el que suscribe. El comienzo es un tributo obligado a la actualidad que, como sostenía Carlos Luis Álvarez Cándido, enmascara la realidad. O sea, que se pone sobre la mesa a nuestra Ana García Obregón y a la revista Hola a la cabeza de la prensa del corazón marcando tendencia. Discrepan los tertulianos sobre la gestación subrogada, el tráfico económico que se genera con las mujeres gestantes y su definición como vientres de alquiler y otros tráficos establecidos con los adoptados. Pide la palabra una chica ya con diecisiete años que nació biológicamente de gestante subrogada y que da su versión de un mundo feliz. Se traen a colación otros casos de gentes del famoseo que han recurrido a estos procedimientos para asegurarse una descendencia que garantice la continuidad de la saga.

Se subraya la diferencia con la que otros en circunstancias análogas procedieron, cuyas las maneras discretas contrastan con la explotación mediática en la que se ha embarcado la Obregón. Cunden las sospechas y se cifran los rendimientos económicos que haya podido obtener. Hay conexiones en directo con Miami buscando la aproximación al lugar de los hechos. Se prodigan los ademanes de escándalo ante lo que se considera obsceno. Me permito apuntar que la obscenidad mayor es la de los medios de información y la de los periodistas que buscan también su beneficio en la explotación del caso.

Abraham y Sara, cuando ya eran nonagenarios, engendraron a Isaac, sin que el Génesis, que era la prensa del momento, al dar cuenta puntual de todo ello hiciera ninguna explotación sensacionalista

Enseguida el debate gira hacia la edad de Ana García Obregón considerada impropia para procurarse un hijo. Alguien menciona los límites legales para los casos de adopción, que está fijado en un máximo de 50 años, si el adoptado se encuentra entre los 4 y los 8 años, y que se eleva hasta los 55 años, si los adoptados se encuentran en la franja que va de 8 hasta 18. Además de señalar que la diferencia mínima de edad de quien adopta con el adoptado debe ser de 25 años. Entonces aduje el caso de nuestro padre Abraham y Sara del que da cuenta el capítulo 18 del Génesis. Como Sara era estéril ofreció a su esposo a su esclava egipcia Agar y se la dio por mujer, diciéndole que entrara en ella y así fue engendrado Ismael. Pero, conforme a la promesa recibida de Yavé aún pendiente de cumplirse y contra todo pronóstico, Abraham y Sara, cuando ya eran nonagenarios, engendraron a Isaac, sin que el Génesis que era la prensa del momento, al dar cuenta puntual de todo ello hiciera ninguna explotación sensacionalista.

La noticia en la comparecencia de Trump hubiera sido que se declarase culpable porque la probabilidad de que lo hiciera tendía asintóticamente a cero

La tertulia de Espejo Público entra enseguida en el asunto de Donald Trump para comentar la aglomeración periodística que había suscitado su comparecencia en Mar-a- Lago, después de comparecer ante el juez de Nueva York. Ahí vino mi enmienda a la totalidad. Avanzo en esa línea que el caso de la comparecencia del ex presidente era, en mi opinión, un buen ejemplo de la No Noticia. Porque todo reo o encausado se afana siempre por negar los delitos de los que es acusado y así sucede que cuando alguien ingresa en un establecimiento penitenciario los que ya tienen allí plaza de residentes lo primero que le preguntan es ¿y tú que es lo que No has hecho? Porque nadie reconoce la autoría de los delitos que se le imputan por mucho que figuren en el resultando de hechos probados de la sentencian que empieza a cumplir. La noticia en la comparecencia de Trump hubiera sido que se declarase culpable porque la probabilidad de que lo hiciera tendía asintóticamente a cero, pero sus protestas de inocencia estaban cantadas sin sorpresa para nadie. La Ley de la Gravitación Informativa confirma que en un caso así la Noticiabilidad es cero. Los periodistas han inflado un globo absurdo. Atentos.