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Opinión

'Desnudando' a Ciudadanos

'Desnudando' a De Quintos

Viene esta reflexión a cuento de lo que viví este miércoles tras la información que publicábamos el jefe de Economía de Vozpópuli, Alberto Ortín, y un servidor sobre el fichaje estrella de Albert Rivera para esta campaña, Marcos de Quinto; a saber, que ha residido en Portugal durante los últimos años para pagar cero impuestos en virtud de una reforma legal en el país luso de la que se benefició por ser presidente de Coca-Cola para toda la península Ibérica.

No son pocos los dirigentes, cuadros y también militantes de base de Ciudadanos -vía Twitter- que nos reprochan doble rasero a este periódico y a todos los medios de comunicación en general; que somos "mucho más exigentes" con ellos que con la "vieja política" de PSOE o PP.

Entiendo la preocupación naranja porque la noticia ha causado un gran terremoto informativo y ha sido uno de los temas del día de la precampaña electoral. Entiendo el agobio cuando los rivales se te tiran al cuello, pero les aseguro que en nuestra intención siempre está describir los hechos:

De haber sabido que el número dos por Madrid al Congreso en las candidaturas de Pedro Sánchez o Pablo Casado no ingresa un euro de IRPF en las arcas de la Hacienda española desde hace años, con un sueldo que tan solo en 2016 ascendió a 7,63 millones de dólares -era vicepresidente de Coca-Cola internacional-, lo habríamos contado. No les quepa duda.

Con Marcos de Quinto no hay doble rasero, sino la insoslayable obligación de publicar una información de indudable interés sobre alguien que aspira a representar al conjunto de la ciudadanía

¿Estaba en su derecho el ciudadano De Quinto a optimizar fiscalmente el privilegio que le daba moverse profesionalmente y pasar todo el año a caballo entre Madrid a Lisboa y Atlanta? Por supuesto. ¿Lo sigue estando desde mediados de 2017, cuando deja Coca-Cola, hasta hoy? ¿Qué es más real, su residencia en Lisboa o en Torrelodones (Madrid), donde está su casa desde hace muchos años?. La duda parece tan obvia como legítima: ¿pasa Marcos de Quinto 183 días fuera de España, como exige la Agencia Tributaria (AEAT), para poder así eludir legalmente el pago de impuestos en nuestro país?

Les confieso que la respuesta a las tres últimas preguntas no la tengo clara. En cualquier caso, creo que para cualquier periodista era obligado proporcionar esa información, porque estamos hablando de alguien que aspira a representar al conjunto de la ciudadanía como diputado -y que va a cobrar un cuantioso sueldo público por ello-; alguien a quien Albert Rivera, si llega a La Moncloa, confiará algún ministerio económico de peso.

Hace una década, el hoy presidente del partido protagonizó una sonada polémica por un cartel electoral en el que aparecía desnudo. El mismo que ilustra esta columna. Al Rivera de entonces -quiero creer que también al de ahora- no hubo que explicarle que entrar en política exige ese desnudo integral, porque sabía que ya entonces había corrido demasiada agua bajo el puente de la paciencia ciudadana.    

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