Opinión

Desespañolizar

Manifestación de Sare, este sábado en Bilbao
Manifestación de Sare, el sábado en Bilbao Europa Press / HUMBERTO BILBAO

Veo discurrir por las calles del País Etarra un río de nacional–racistas vascos. Marchan por la liberación de los patriotas asesinos vascos. Patriotas: no olvidemos nunca que mataban por una Patria Vasca libre de españoles, pura. Si sumamos al río de proetarras, a los que arrinconaron a las familias de las víctimas, y la marejada de mierdecillas que contemplaban en silencio y con íntima satisfacción los crímenes, patrióticos, de los asesinos etarras, no queda mucho. Y si descontamos de esa suma, a los que acorralados por la banda y sus cómplices en todos los niveles de la sociedad vasca, tuvieron que huir del País Etarra, queda muy poco. De ahí que, como propongo, la provincia o región española llamada País Vasco merezca y deba ser reconocida oficialmente como País Etarra.

Al frente de la manifestación políticos y otros parásitos y hasta una actriz que clama por la libertad de sus asesinos favoritos.  Me llama la atención lo de la actriz porque nunca he visto ninguna actuación suya salvo esta de apoyo a los asesinos etarras. Muy aplaudida. Es guapa la actriz y me recuerda una fiesta de las honestas, donde los convidados se enfrascan en refocilamientos varios y en alegrías carnales diversas. Yo asistía a estas fiestas hace años, ahora ya la edad me lo desaconseja. Pero a lo que iba, la actriz corazoncito etarra o patriota vasca, como prefieran, tiene cierto parecido lejano con una muchacha que, en esa fiesta de la que hablo, a punto estaba de ponerse a disfrutar bucalmente de mi pito cuando me dijo que había ido a Madrid y cuando salió al balcón del hotel vio la bandera española en la fachada y eso le disgustó porque ella era muy vasca y lo español como que no. Lo que provocó mi reacción inmediata: puse mi pito a cubierto y ella se quedó con la boca abierta. O, para decirlo lezamianamente, “le negué el festín tropical de Príapo al lebrel encastillado”. Con cierta amargura es verdad, la chica era guapa como he dicho, no una abertzale (las mujeres más feas del mundo). Pero en estos casos un hombre debe atenerse a sus principios.

Alguien que diga no. No. Por el más elemental respeto a las víctimas y a sus familiares los asesinos deben cumplir íntegras sus condenas. Íntegras

Veo la multitudinaria manifestación con esa mezcla de tristeza y asco que siento siempre al ver esas manifestaciones. Si se necesitara (que no) alguna prueba de que el País Etarra es el País Etarra, bastaría con constatar que no hay ninguna manifestación que contrarreste a la manifestación que exige la liberación de los asesinos patriotas vascos. ¿Diez, quince, veinte? ¿Un grupito? ¿Una pancarta que solicite lo justo, que se pudran en la cárcel? Alguien que diga no. No. Por el más elemental respeto a las víctimas y a sus familiares los asesinos deben cumplir íntegras sus condenas. Íntegras. Pero. El mayor activo de los asesinos patriotas vascos es el orgullo que despierta su historial de matarifes en gran parte de la población del País Etarra. ¡Los nuestros! Por eso votan a Bildu. Por eso desfilan. Porque sus matarifes vencieron a los despreciables, inferiores, flojos, españoles. Miren detenidamente a los que marchan por los asesinos, vean esos rostros orgullosos y convencidos de que la lucha etarra (que es también la suya) merece ser recompensada. ¿Sus crímenes? Era lo que había que hacer para expulsar a las fuerzas de ocupación española de la sagrada Tierra Vasca. Ellos se sacrificaron por nosotros. Merecen volver al seno del Pueblo Orgulloso de sus soldados. Así son las cosas. Y el que no quiera verlo merece todas las humillaciones que ha recibido, y que recibirá.   

Lo más grave, es que los que estaban llamados, qué digo, obligados a defender y fortalecer la España de españoles libres e iguales, la han traicionado miserablemente

Acaba de hacerse público un informe presentado ante la Audiencia Nacional  que describe “la existencia de todo un contexto persecutorio y de expulsiones forzadas de población por parte de ETA contra un grupo de población civil por su condición de español”. Los patriotas asesinos vascos no solo mataban a los españoles por ser españoles (y no me salgan con que mataban también vascos porque un vasco es un español) sino que pusieron en marcha un plan de limpieza étnica con el fin de desespañolizar el País Etarra, Desinfectarlo. Purificarlo. A mí me parece todo muy nazi, no sé a ustedes.    

Suele aceptarse con cierta displicencia que el nacionalismo vasco–catalán es el gran problema y la causa principal del desmoronamiento de la España de ciudadanos libres e iguales. Es verdad. Hasta cierto punto. El papel de estas dos tribus ha sido nefasto, naturalmente, pero la médula del mal que carcome a la Nación española es la normalizada, no sólo por los diversos gobiernos postconstitucionales, sino también por los ciudadanos españoles, desespañolización de España. Esa desespañolización la ha alimentado, permitido y financiado generosamente la Partitocracia y, obviamente, los furúnculos (partidos minoritarios regionales) que le han ido brotando en las  últimas décadas. Con la ayuda inestimable de la literatura, el cine y en general, del mundo de la cultureta roja, progre y porreta.

Que España sea cada vez menos España ha sido y es el objetivo principal e irrenunciable de sus enemigos. Pero. Lo más grave, es que los que estaban llamados, qué digo, obligados a defender y fortalecer la España de españoles libres e iguales, la han traicionado miserablemente. Por politiquería, corruptelas, ambición o estupidez. Y a la luz de los planes antiespañoles de Sánchez y su banda, la desespañolización de España parece ya irreversible.

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