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Opinión

Seguiremos 'aburriendo', con permiso del CIS de Tezanos

Pedro Sánchez, en su escaño del Congreso de los Diputados.

Dice el CIS que la política genera “desconfianza y aburrimiento” en la ciudadanía. Sostiene el inefable Tezanos que la política, en la foto fija de hoy, es un monólogo del PSOE, que en ese clima de bostezos se presenta casi con cualidades de partido único, sumando más que PP, Podemos y Ciudadanos juntos, impasible el ademán de Pedro Sánchez y su eterno gobierno en funciones.

No es buena noticia para un periódico político como éste, en particular, y para toda una sociedad, en general, que la ciudadanía considere aburrido el laberinto político de un país que ahora está patas arriba y que lo estará mucho más si vamos a elecciones en noviembre. El aburrimiento y la desconfianza  son primos hermanos de la apatía. En otras palabras, la puerta de entrada de la abrumadora abstención que se anuncia si en efecto volvemos a las urnas en noviembre.

La lectura del CIS es que todos son culpables menos uno, Pedro Sánchez. Que los españoles están aburridos de la matraca ególatra y partidista de todos los días. Pero. ¿Nos podemos permitir el lujo de desentendernos de un país en bloqueo político casi estructural, con un grave conflicto territorial por resolver y con una negra nube económica asomando a la vuelta de la esquina? Nadie en sus cabales podría responder afirmativamente a estas preguntas.

Quizás el CIS debió formular la pregunta de otra manera. ¿Le aburren los políticos sin principios, que trabajan únicamente en pro de su interés electoral y sólo se ocupan de abrillantar el escaparate en vez de entrar en el fondo de las urgencias? ¿Siente usted hastío de la incapacidad de estos políticos para hacer política, de sentarse a hablar  siquiera, y de afrontar las reformas que urgen? ¿Le incomodan los representantes de los ciudadanos que viven a años luz de sus votantes, que sólo juegan en casa, que se esconden de las preguntas de la prensa y que son expertos en el arte del ‘yo no he sido’? Ahí sí. Desconfianza toda. De estos políticos. Y aburrimiento. Todo.

Dicho esto. Seguiremos hablando de política. Porque, aunque ahora desfigurado, es un arte apasionante. Sigan leyéndonos. Que vienen curvas.

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