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Opinión

Nieto ya no estará tan tranquilo

El secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto.

"Me voy muy tranquilo";"Ojalá no le hubiera recibido (a Ignacio González) pero entonces no tenía ninguna información para rechazar la entrevista"; "Ustedes (los diputados de la oposición) no tienen nada", son algunas de las frases que el todavía secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, 'número dos' del Ministerio del Interior, dirigió a la oposición casi al final de su comparecencia ante el Congreso el 28 de abril.

Salió entonces convencido de que había escampado -es lo que tiene el poder-, pero si lo que dicen ahora los fiscales anticorrupción Carmen García Cerdá y Carlos Láñez en un demoledor informe es cierto, y fue él quien en su despacho del ministerio dio al expresidente de la Comunidad de Madrid el "chivatazo" de que tenía los teléfonos pinchados, a Nieto se le habrá acabado la tranquilidad política, el tiempo dirá si también la judicial; y la oposición "tendrá" munición política para semanas... Vaya si la tendrá.

Su continuidad al frente de cualquier responsabilidad las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, sí, esas mismas que persiguen el delito, se antoja a estas horas complicada por decirlo suavemente. Y hoy, a las 15.30, será ya temeraria. En ese momento empezarán las comparecencias en el Congreso, por este orden, del fiscal general del Estado, José Manuel Maza, y del ministro de Justicia, Rafael Catalá, a intentar convencer a los padres de la Patria... de que el Gobierno no ha maniobrado ni con los fiscales ni con nadie para frenar la 'Operación Lezo'.

¿Se imaginan las caras de unos y otros? ¿Vencerán sus señorías la tentación humana de recordar aquellas fotografías del fiscal jefe Anticorrupción, Manuel Moix, incluso las del ministro Catalá, charlando afablemente con el hoy encarcelado Ignacio González cuando era el máximo responsable de la autonomía madrileña?... ¿Y la tentación de pensar por qué tiene que ser Nieto el chivato y no ellos, la vencerán?

Yo me pongo en su piel y respondo, sé que injustamente: NO. Y, aunque solo sea por eso, por salvar los muebles de Maza, de Catalá y del PP, al que esta intriga empieza a complicársele, y mucho, creo que el destino político del secretario de Estado de Seguridad ya está escrito en algún despacho de La Moncloa.  

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