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Opinión

Pedro Sánchez, el patriota

Pedro Sánchez durante una rueda de prensa celebrada en el Palacio de la Moncloa.

Decía Hermann Hesse que él no renegaba del patriotismo,  pero que primero era un ser humano, y cuando ambas cosas eran  incompatibles, siempre le daba la razón al ser humano. He recordado esto cuando el presidente Sánchez, en un acto de verdadera osadía, pedía al PP su colaboración invocando al patriotismo, un concepto escurridizo en el que cabe todo, y en el que con mucha frecuencia transitan los antipatriotas. Y los canallas también.  

No sé ustedes, pero a mi esto de las patrias me aburre, y sobre todo, hace que cuando lo escucho me salten las alarmas. De su patria hablan Torra y Urkullu. De la patria con remoquete bolivariano habla Pablo Iglesias, y ahora Pedro Sánchez. ¿Qué entenderá el presidente por patriotismo? ¿Será un concepto discutido y discutible, como lo era el de nación para Zapatero?

No hace falta ponerse tan serio para pedir a Pablo Casado su apoyo para reconstruir el país y apoyar la posición de la Comisión Europea sobre el fondo de reconstrucción. Bastaría, en primer lugar, que el jefe de este Gobierno 'de la señorita Pepis', como lo llamaba este lunes Juan Luis Cebrián, tenga en un amago de humildad, el gesto de coger el teléfono y llamar al líder de la oposición. Hablar de patriotismo y exigírselo a alguien con el que hace dos meses que no habla es una trampa. Y una gran mentira a todos los españoles.

Sánchez no puede ir a Bruselas sólo con Podemos

Pero sucede que Sánchez necesita al PP para sacar unos Presupuestos que le van a provocar una hemorragia en el Gabinete, porque tarde o temprano tendrá que pasar por la ortodoxia que nos va a marcar Bruselas. Esos Presupuestos no pueden ser los de Podemos, y no hay que ser un lince  para saber que tarde o temprano la ruptura se va a producir. Unos Presupuestos para un país -una patria, presidente-, que va a terminar el año con seis millones de parados y una bajada en el PIB de 15 puntos. Como para atar moscas por el rabo.

¿De qué patriotismo habla y qué tipo de compromiso patriótico pide al PP quien está a punto de activar de nuevo la mesa de negociación bilateral España-Cataluña? ¿Qué patriotismo quien ha conseguido la presidencia del Gobierno con los votos de los representantes de la patria vasca y la catalana? ¿Pero a quién pretende engañar este señor? 

Un patriota español de la mano de ERC y PNV

Pero es que sucede que tiene en su Gobierno a genuinos representantes de un partido, Podemos, especializado en erosionar nuestra instituciones, empezando por dinamitar eso que llaman el régimen de 1978. Desde ahí se piden investigaciones -sí, que se investigue, claro-, sobre Juan Carlos I que no esconden la estrategia ordinaria y nada inocente de lo que se pretende. Van a por el Rey viejo, para a continuación ir a por Felipe VI, y terminar cuestionando la propia monarquía. Teniendo a esta gente sentada en el Consejo de Ministros clases de patriotismo se pueden dar pocas. 

A los españoles no hay que darnos más patria. Un poco de claridad y sensatez. La reconstrucción será un hecho cuando las alianzas políticas junten a aquellos partidos que tienen claro lo que es un país que sangra por los costados, y que estará así al menos tres años. España, por ejemplo. Lo demás es literatura política. Muy mala, por cierto. En ese empeño no están los socios de Sánchez, aunque hay dudas, según los días, de que el mismo Sánchez esté en él. Es de Perogrullo, pero aquellas fuerzas separatistas que quieren irse de España no pueden estar en la reconstrucción de la nación española. Es imposible que quien quiere ahogarte te regale el aire para respirar. Si el PSOE quiere al PP para ir por Europa con una cierta dignidad y unos Presupuestos viables para salir del atolladero no hay más posibilidad que unir a las fuerzas constitucionales. Y eso obliga a soltar el lastre separatista que sostiene a Sánchez. Tarde o temprano lo entenderá, o terminará convocando elecciones. 

45.000 muertos y Sánchez sacando pecho

Patriotismo sería contarnos la verdad de lo que está pasando. Ahora que la juez Rodríguez-Medel ha archivado la causa del 8-M relacionada con las posibles responsabilidades del delegado del Gobierno en Madrid, Sánchez saca pecho. Y lo hace por todo lo alto y hasta con chulería. La juez que antes era un eslabón más de una conspiración contra el Gobierno ahora es adalid de la Justicia, y nos quieren hacer creer que ha exonerado a todo el Gobierno, incluidos sus anónimos expertos, de su culpabilidad en la gestión del coronavirus. 

Nadie es responsable aquí de que hayan muerto al menos 45.000 personas. Nadie de que seamos el país con más sanitarios contagiados. Nadie de que nos dijeran que las mascarillas no servían para nada. Nadie del coste material y humano por las continuas rectificaciones del ministro Illa y su sombra, Fernando Simón. Somos un país de risa. Sí, me repito, pero no encuentro mejor forma de hablar de nosotros: un país de cabreros. Eso siento cuando veo ahora el rostro de Simón en algunos diseños de camisetas que podremos ver este verano. El colmo es la que intenta emular a Einstein sacando la lengua. Simón, un señor tan bien educado como temerario en sus juicios, es la gran metáfora de un país que pierde por horas la memoria, quizá porque es imposible digerir tantos escándalos. Digamos que los españoles hemos dimitido de nuestra condición de ciudadanos. Gente muy obediente, hasta en la cama, que cantaba Jarcha.  

Un país que cada día se parece más a sus televisiones. La zafiedad y lo inane han entrado de lleno en nuestra existencia. Y por eso Sánchez pide patriotismo sin que se inmute nadie. Y no pasa nada. Anestesiados. Los bares abiertos y los colegios cerrados. Bien. Y hasta un ministro alardeando en estos tiempos de ser comunista. Más que bien. Y el CIS de Tezanos que coloca al PSOE por las nubes. Tremendo. Y hasta puede que sea verdad. Definitivamente tenemos lo que merecemos. Lo creo muy sinceramente.  

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