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Opinión

Bye Bye, Sálvame

Dieciséis de junio: acaba “Sálvame”. Sin salvación, aseguran

Jorge Javier Vázquez carga contra el Zendal y propone a Mónica García (Más Madrid) celebrar allí Eurovisión
Jorge Javier Vázquez Europa Press

Me gusta diferenciar entre prensa rosa, crónica social y lo que perpetra Jorge Javier Vázquez que no es ninguna de las otras dos. Los que buscan crónica social en esos reportajes con fotografías exquisitas que muestran casas de aristócratas, millonarios, jet set o artistas tienen – tenemos – el mítico Hola que desde Farah Diba o Grace Kelly hasta nuestra Tita Cervera ha dado siempre mucho de sí. No existe crónica de las casas reales que supere al semanario ni nadie que pueda ponerle un pero a su elegancia. La impronta de Jaime Peñafiel, ese granadino que de pequeño se escapaba de casa para vivir grandes aventuras con un amigo de infancia gordísimo y al que su padre, llevándolo a Gibraltar, le dijo que si España fuese así todo iría mejor, dejó un estilo señorial y no exento de ese puntito de gracia andaluza que a día de hoy, y Dios quiera que por muchos años, don Jaime derrama cuando nos explica esto o aquello.

Prensa rosa era lo que hacía mi entrañable Hilario López Millán, excelente periodista, gran compañero y una de las personas más buenas que he conocido en mi vida profesional, tan llena de mediocridades chillonas. Cuando Hilario decía esto o aquello de Lola Flores era porque había hablado con ella personalmente. Y lo hacía con gracejo, con arte, con ese señorío que sólo personas con la categoría de Hilario son capaces de ejercer hablando de novios, novias, divorcios, hijos que aparecen dentro de un paquete de macarrones o escándalos que siempre son menos de lo que parecen. Recuerdo cuando trabajábamos juntos en la vieja Radio Nacional de Paseo de Gracia y luego en “Protagonistas”. Una delicia y un privilegio.

Prensa rosa era lo que hacía mi entrañable Hilario López Millán, excelente periodista, gran compañero y una de las personas más buenas que he conocido en mi vida profesional

Comparar es ofender, pero Peñafiel e Hilario, igual que Alaska, Bibiana o Carmen Lomana ahora, no precisan alborotar gallinero alguno ni chillar o esparcir bulos de todos los tamaños, medidas y colores para hacer algo entretenido ni mucho menos subirse a la parra y decir como Jorge Javier que lo suyo era un programa de “Rojos y maricones”. El endiosado presentador se creyó, en parte porque lo fue, intocable, allí, en la cima de las excrecencias que a diario se producían en sus programas. Amparado por Vasile, se convirtió en el dictador de la cadena, imponiendo nombres, quitando a éste y colocando al otro, acaparando prácticamente la parrilla con hedor a madrugada agria de resaca discotequera, camisa abierta, ojos erráticos y verbo entre maledicente y poco inteligible. Desde el púlpito de “Sálvame” con el coro de turiferarios que le jaleaba, arremetía cual telepredicador contra éstos y aquellos, creando monstruos como Belén Esteban, víctima de su propio personaje, o Rocío Carrasco, más de lo mismo. Nunca midió las consecuencias de sus actos. Con una masa fanatizada detrás suyo llegó a sonar como candidato del PSOE a la alcaldía de Madrid. ¿Acaso Pedro Sánchez no le había llamado en directo al programa? Ahora dice Pablo Iglesias que le hace un hueco, si quiere, en su canal de televisión, esa que tiene pagado por Roures que ven tres y el cabo. Le regalo el título: “Juguetes rotos”, porque eso es lo que son el presentador y sus colaboradores, que sin la red del programa pueden caerse al durísimo suelo de la realidad periodística.

Jorge Javier tiene contrato con Mediaset hasta el 2025 y continuará vinculado a la cadena. De momento, Ana Rosa se hará cargo de esa franja horaria trayendo sensatez, que falta hacía en ese despellejador de gatos que eran las tardes en Telecinco. Juguetes rotos, insisto. Muy rotos, acaso irreparables. No era eso, JJ, no era eso.

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  • M
    maullador

    Es de esperar que P.Sanchez, sepa premiar a su acólito J.J., por su fidelidad y le ofrezca el nuevo ministerio "Salvame", para que pueda regalar cheques regalo, pisos, viajes gratuitos, espectáculos, y un sin fin de regalos a todos los que le voten.

  • U
    Urenga

    "detrás suyo"

    rae.es/espanol-al-dia/detras-de-mi-encima-de-mi-al-lado-mio
    rae.es/duda-linguistica/es-correcto-decir-detras-tuyo

    La regla que yo sigo es ver si puedo alterar el orden.

    "Su detrás" es incorrecto, por lo que "detrás suyo" también.

    Por contra, "su lado" es correcto, por lo que "lado suyo" también lo es.

    • D
      DANIROCIO

      vaya chorrada que te has cantado,que eres doctor en corregir a la gente que opina como puede o sabe

    • U
      Urenga

      Joven, me limito a citar lo que dice la Real Academia sobre el asunto.

      Que Vd. lo describa como chorrada sólo quiere decir que Vd. desconoce la regla. No se avergüence de ello, imagino que será consecuencia de su plan de estudios, pero tampoco lo descalifique.

      Por otro lado, observo con alivio y alegría que ha decidido abandonar esa costumbre (esa sí, auténtica chorrada) de escribir todas las palabras con la primera letra en mayúscula, algo que debía resultar agotador.

      Es gracias a ello que he alcanzado a leer su exabrupto.

    • G
      gwy

      Lo doce bien pero equivoca el motivo. Simplemente, en "detrás de" el "de" no es posesivo, sino relativo. Por tanto, no procede sustituirlo por "su" o "suyo".

  • N
    Norne Gaest

    Sí, pero si quitas la televisión (un suponer al hilo del comentario anterior) y siguen teniendo en sus manos, como la tienen, la escuela (en manos de la izquierda y la progresía) pues seguiríamos en las mismas. Los talibanes son talibanes, pero no tontos.

  • J
    jgarejula2

    Una decisión que llega catorce años tarde. Estoy convencido de que toda la saga que ha tenido a este ser como protagonista, el tomate, el sálvame.. junto con otras basuras similares excretadas por la televisión, han jugado un papel muy importante en el adocenamiento de la sociedad española. Y no ha sido por azar sino parte de una estrategia. Al final vamos a tener que dar la razón a los talibanes cuando prohibieron la televisión.