Quantcast

Opinión

Antes de votar, hablemos de impuestos

Los pactos y el debate disparan a Feijóo a costa de Vox: 147 escaños y 2 millones de votos más que Sánchez
Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en el cara a cara

A menos de una semana de la cita electoral, resulta sugerente compartir con los lectores de Vozpópuli mis impresiones sobre las propuestas fiscales de los cuatro principales partidos políticos que concurren a las elecciones: PSOE, Partido Popular, Vox y Sumar, enumerados según el orden de su actual representación parlamentaria.

La primera circunstancia destacable es la existencia de una frontera divisoria muy nítida entre los dos partidos del centro derecha y los dos de la izquierda. Como posteriormente se detalla, los primeros proponen reducir el nivel de exigencia fiscal que actualmente sufrimos los españoles en tanto que lo propuesto por los segundos consiste en aumentarlos. Contradicen así el PSOE y Sumar la absurda y estrambótica tesis antaño mantenida por el hogaño hiperactivo Zapatero que afirmó que "bajar impuestos es de izquierdas". Vamos a obviar a este peculiar personaje y pasar a detallar los aspectos más significativos de lo que propone cada partido.

PSOE: Consolidar todas las subidas

Siguiendo el orden antes empleado, la propuesta del Psoe supone consolidar la totalidad de las subidas de impuestos aplicadas en los últimos cinco años que ha supuesto que si en 2.018 se nos exigía pagar 35 euros de cada 100 que ingresábamos, hoy la exigencia del Fisco ha crecido hasta los 42 euros, lo que supone que Sánchez nos ha aumentado nuestra factura fiscal en un 20%. Para aplicarnos este desorbitado aumento el Gobierno ha recurrido incluso a la ilegítima no deflactación del IRPF. Conviene recordar que, al no actualizar según la evolución de la inflación ni la tarifa del impuesto ni los parámetros que se fijan en euros -por ejemplo, el mínimo exento personal- el IRPF que se nos cobra ha subido más de un 10%. Además, el Psoe proyecta lo que denomina "avanzar en la fiscalidad verde", avance que supondría la implantación de un conjunto variado de impuestos esbozados en el informe de los expertos de M. J. Montero que, lejos de sustituir a algunos de los hoy existentes, se añadirían a éstos con el consiguiente incremento del sacrificio fiscal exigido a los contribuyentes españoles. Plantea también evaluar la prórroga de los impuestos contra las entidades bancarias y compañías energéticas que, como se sabe, se nos vendieron como provisionales. Y deja en duda el futuro del Impuesto sobre el Patrimonio bis que también se creó para una aplicación exclusividad temporal. Por último, aunque se haya omitido en el programa electoral y lo hayan negado Sánchez y sus ministros, según consta en diversos documentos enviados a la Comisión Europea, el Psoe proyecta implantar el cobro de tasas o peajes por el uso de carreteras estatales. Con todo ello, el programa del Psoe implica seguir aumentando la presión fiscal, ya aumentada desde el 35% al 42%.

PP: Reducir la carga fiscal de los españoles

Por su parte y en dirección radicalmente contraria, el Partido Popular se compromete en su programa a reducir la actual carga fiscal de los españoles, aplicando medidas como las siguientes: Reducir el IVA aplicado a la carne, al pescado y a las conservas; Aplicar una tarifa plana a los autónomos en la etapa inicial de su actividad; Bajar los tipos de gravamen del IRPF aplicables a los primeros 40.000 euros. Con esta última medida se compensaría, en unos casos de manera total y en otros de modo parcial, la escandalosa subida efectiva aplicada por el actual Gobierno al no deflactar el impuesto. Además de proponer bajar los impuestos en vez de subirlos, la propuesta del PP también se diferencia de la del PSOE en la seguridad jurídica que incorpora. En efecto, las medidas propuestas por el PP que he enunciado las viene reclamando y/o proponiendo desde hace meses. Incorporarlas ahora a su programa confiere una imagen de seriedad y solvencia a su política fiscal, frente a los proyectos ocultos y a las erráticas variaciones de criterio existentes en la del Psoe.

Vox: Cambio radical del IRPF

Lo propuesto por los otros dos partidos, minoritarios, tienen las carencias propias de las formaciones que son conscientes de sus nulas opciones de encabezar el próximo Gobierno. Empezando por Vox, este partido apuesta por un cambio radical en el IRPF en el que propone eliminar su actual tarifa de tipos de gravamen y sustituirla por la existencia de solo dos: El 15% para los primeros 70.000 euros de ingresos y el 25% para el resto, para los que superen dicho importe. Esta idea de tipo único o casi -solo dos- tiene su antecedente en los llamados "reaganomics" o recetas de los asesores económicos de Ronald Reagan. Sin dejar de reconocer su efecto simplificador, la propuesta resulta prácticamente inaplicable por la brutal reducción que supondría en la recaudación del IRPF que, no se olvide, supone del orden del 40% de la recaudación tributaria total obtenida por la AEAT.

Sumar: Enloquecida deriva hacia el expolio

En el caso de Sumar, su propuesta consiste en una enloquecida deriva hacia el expolio fiscal de los españoles. Además de proponer subidas en la práctica generalidad de los impuestos -por supuesto, en el ya muy exigente el IRPF-, el ejemplo mas significativo de la intencionalidad y de la evidente ausencia de viabilidad de lo que propone se encuentra en su idea sufragar la estrambótica idea de la herencia universal a través de aumentos siderales en el llamado Impuesto a los ricos, lo que convertiría a éste en un instrumento de clara confiscación anticonstitucional.

En definitiva y sobre la base de considerar que la política fiscal del Gobierno que resulte de las próximas elecciones responderá básicamente bien al contenido de las propuestas del Psoe, bien al de lo propuesto por el PP, es claro lo que nos jugamos el 23 de julio. De aplicarse las propuestas de la izquierda, aparece como cierto que nos seguirán subiendo -y significativamente- los impuestos y como duda hasta cuanto y con qué instrumentos. De aplicarse lo propuesto por la derecha, se reducirá la actual factura fiscal que pesa sobre los españoles con el consiguiente aumento de nuestra renta disponible. El Psoe apuesta por seguir engordando al Estado a costa de los individuos, reduciendo aún más la renta disponible de los españoles. El PP aboga por frenar esa deriva estatista recuperando la racionalidad y la justicia en el nivel de lo que se nos exige coactivamente por el Estado.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.

  • M
    ma

    Hablemos de los peajes.
    Y después de las prevaricadoras comprobaciones de valores.
    Éste es el podrido régimen del turno del 78.
    Y aún podríamos hablar de los impuestos privados de los bancos y otros carteles

  • W
    Wesly

    Bajar impuestos está muy bien, pero, para bajar impuestos, es imprescindible reducir gastos. Por ello, es necesario revisar de arriba a abajo todo el entramado de gastos actualmente vigente.

    Antes de decidir cuántos impuestos hemos de pagar habría que dejar absolutamente claras y resueltas tres cuestiones previas.

    La primera es delimitar, con criterios claros y perfectamente justificados, para qué es justo que se nos exija que paguemos impuestos. ¿Para subvencionar generosamente a partidos políticos y sindicatos?, ¿para pagar abultados sueldos y escandalosos privilegios a políticos y empleados públicos no sujetos a la competencia?, ¿para contratar a amigos y familiares de los políticos como funcionarios?, ¿para engordar una Administración mastodóntica e ineficiente?, ¿para repartir regalos a cambio de votos para el partido del Gobierno?.

    La segunda es qué controles efectivos, qué criterios claros, qué procedimientos operativos, qué auditorias exhaustivas están ya implantados para asegurar 1) que todo el dinero público se gasta sólo de la forma más eficaz posible para servir al interés general, y 2) que todo intento de incumplir el punto 1 anterior será detectado y denunciado ante la justicia.

    Y la tercera es qué sanciones aumentadas están ya previstas en el código penal para castigar el robo, la malversación, y la gestión negligente o desleal del dinero público.

    Mientras estos criterios y controles rigurosos no estén debidamente implantados, el pago de impuestos se parece mucho a un robo arbitrario e institucionalizado del producto del esfuerzo de los ciudadanos sujetos a la competencia.

  • A
    Apeiron

    Se me hace extraño que analice las subidas o bajadas de impuestos de los partidos, sin acompañarla del correspondiente análisis de las promesas de los mismos de aumento o disminución de gasto público. Porque no resultaría muy creíble que el PP prometiese bajar los impuestos sin explicar qué recortes de gasto público harían viable que el estado pudiera prescindir de esos ingresos. Parece que Vox sí que se ha comprometido a recortar el gasto público para hacer posible la bajada que proponen del IRPF, que a Ud se le antoja tan excesiva. Ignoro si el PP ha hecho el sano ejercicio de explicarnos a todos qué recortará.
    Le recuerdo que Rajoy había prometido recortar gasto público y bajar impuestos y, como todos sabemos, hizo precisamente lo contrario. Y con esos antecedentes me toma el pelo el PP "una y no más, Santo Tomás".

    • J
      Jmb

      Podría haberlo escrito yo. Estoy completamente de acuerdo con Vd.: me fascinan los análisis sobre el sistema impositivo ("sagrado", poco menos) que prescinden de su fin, es decir, el gasto público. Y por ahí es por donde asoma la patita la voracidad del poder y de quienes se lo llevan repartiendo durante décadas.
      A mí ya me han metido la mano en el bolsillo con largueza durante muchos años. ¿Y para qué?
      Nunca mas...

  • V
    vallecas

    Con todo respeto D. Ignacio. ¿Usted cree que a la gente le importa todo esto?
    Fiscalidad, Déficit, Deuda, Inversión.? Nada de nada. Un poco la subida de precios, pero como todo el mundo sabe la "culpa" la tiene Juan Roig....y Ortega y la Botín.
    Algunos sabíamos hace tiempo que Pedro Sánchez es un embustero trilero amigo de la ETA. Ahora lo sabe todo el mundo (bueno casi todos)