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Análisis

Querido ministro, querido Íñigo

El ministro Íñigo Méndez de Vigo aplaude a Fernando Trueba.

Te supongo revolviéndote en tu butaca escuchando a Trueba -flamante nuevo Premio Nacional de Cinematografía- decir que "no se ha sentido español ni cinco minutos", que no sabe qué es el sentimiento "nacional", pero a la vez reclamando un instituto "nacional" de lo audiovisual, añadiendo que le habría gustado que Francia hubiera ganado la Guerra de la Independencia y que, por contra, está muy agradecido porque el premio es remunerado y el dinero le va a venir muy bien. Glorioso discurso de un traidor, independientemente de que todos consideremos que "Belle Epoque" sea una película extraordinariamente divertida (mérito a compartir con unos geniales actores y actrices, por cierto).

 

¿Se podía esperar? Pues sí, querido Íñigo, pues sí cabía esperar un discurso de estas características dada la trayectoria de Trueba. ¿Y entonces, qué? Pues entonces lo que cabría esperar de una persona como tú, español, culto, inteligente y con la capacidad de reacción suficiente para improvisar una respuesta adecuada a semejante insulto, a semejante falta de educación, es algo más que "trataremos de bajar el IVA en la próxima legislatura (sic) y combatiremos la piratería". Pero, hombre, por favor. Por favooooooor.

 

Es cierto que añadiste, como gran improvisación, que a ti sí que te alegró que ganásemos a Francia en semifinales del europeo de baloncesto. ¿Con esa caricia en el hígado del adversario -sí, adversario- al que acababas de dar un premio remunerado, ya puedes decir que hiciste lo que pudiste? Sólo faltaba, Íñigo, sólo faltaba.

Le ruego al señor Trueba que renuncie al premio y, sobre todo, a su remuneración

 

Vamos a ver, aquí lo que hace falta es gente capaz de contestar a un discurso de esa naturaleza con la extrema gravedad, suficiencia en argumentos y tono que se merece. Tus primera palabras tenían que haber sido: yo me siento español desde que nací porque es lo que soy y lo que siempre ha dado sentido a la vida de mi familia y la mía; a diferencia del señor Trueba, estoy muy contento de no ser una provincia francesa; el señor Trueba ha pedido libertad y protección a un Estado que resulta ser España, la nación española y, por tanto, es difícil de entender que se pida protección y libertad a "algo" que casi le repele. Y, por último, dado que le repele tanto, ruego al señor Trueba que renuncie al premio y, sobre todo, a su remuneración (que es lo único que parece importarle).

Y punto, querido Íñigo, querido ministro. Luego vas, te sientas y desde luego no apareces en las fotos aplaudiendo a semejante ingrato, a tamaño caradura. Hoy, mañana, los titulares serían otros: "Méndez Vigo contesta contundentemente a Trueba". Contundentemente. Lo mínimo que se merecía. Lo del IVA y la piratería lo cuentas otro día. Un fuerte abrazo, Javier.

 

P.D. Esto es lo que esperamos de vosotros.

 

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