Quantcast

Análisis

Pedro Sánchez se estrena aquejado de ‘podemitis’

Corría el año 1998 y José Borrell se la pegó frente a José María Aznar al explicar desde la tribuna del Congreso en el debate presupuestario las diferencias entre los criterios de caja y de devengo. La estrella del catalán declinó y su liderazgo al frente del PSOE fue efímero. El miedo que había este martes en el Grupo Socialista con Pedro Sánchez era que incurriera en el mismo error, aprovechando sus conocimientos de economía. Esto es, que se atreviera a dar lecciones ni más ni menos que a Cristóbal Montoro.

Lejos de ello, el jefe de la oposición se ha ido al otro extremo y ha escrito una generosa carta a los Reyes Magos que se resume en cuatro propuestas sin concreción: un gran pacto para frenar la pobreza infantil en España, un plan para reindustrializar el país, una partida presupuestaria para ‘rescatar’ a 500.000 familias sin ingresos y el aumento del Salario Mínimo Interprofesional. En el mismo bocadillo ha introducido la rebaja del IVA cultural, obsesionado por recuperar al ‘sindicato’ de la ceja.

La más expresiva a la hora de enjuiciar el primer gran discurso económico de Sánchez ha sido la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría: “Ha sido un conjunto de lugares comunes”, ha dicho. Desde su banco azul, la ‘número dos’ no ha hecho más que taparse la cara durante el debate, en señal de asombro ante la hueca intervención del líder socialista.

En la bancada del PSOE se ha reaccionado a su discurso con una cierta resignación. Ha empezado regalándole un aplauso preventivo antes de su estreno y le ha rematado en los pasillos del Congreso con la parroquia dividida. Para algunos diputados socialistas, ha dado en la diana, para otros se le ha visto demasiado que ha mirado de reojo a Podemos. La ‘podemitis’ de Sánchez empieza a ser un sentir mayoritario en sus escaños.

El ministro de Hacienda, cree haberle dado la puntilla recordándole que apoyó a un Gobierno, el de Zapatero, que tiró la toalla adelantando las elecciones generales para no elaborar el Presupuesto de 2012. Uno de los que más ha aplaudido a rabiar a Cristóbal Montoro ha sido Mariano Rajoy. Por algo será.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.