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Análisis

Argumentos que puedes usar para defender a Grecia sin parecer de Syriza

Un jubilado espera para recibir 120 euros de su pensión

“Las deudas que no se pueden pagar no se pagarán”, Michael Hudson, presidente del Instituto para el Estudio de Tendencias Económicas a Largo plazo (ISLET)

Hay muchos argumentos circulando sobre por qué la culpa de lo que pasa en Grecia la tienen Grecia y los griegos: se lo han buscado por engañar con sus cuentas; si quieren aumentar el gasto, que lo hagan con su dinero; nadie paga impuestos, y no es justo que los alemanes que sí lo hacen les subvencionen. Muchos son acertados, como el hecho de que justo antes de la llegada de Syriza el país parecía sacar la cabeza del hoyo tras seis años de recesión, que la evasión fiscal es abominable, que el gasto en defensa es desproporcionado para un país en esa situación lamentable… Pero también hay muchos y buenos argumentos económicos y políticos para defender a Grecia sin parecer un activista pro Syriza. He aquí algunos de ellos.

  • Han reducido drásticamente su déficit público: Pocos países han recortado tanto en tan poco tiempo. Han pasado de un déficit del más de 36.000 millones en 2009, el 15.2% de su PIB, hasta tan sólo un 3.2% en 2014, poco más de 6.000 millones. En ese mismo tiempo, España, otro de los países que ha realizado recortes importantes, y con una economía mucho más saneada y una financiación más accesible,ha pasado del 11% al 5.8% actual, y Francia del 7% al 4%. El esfuerzo griego ha sido único en control de las cuentas públicas.
  • El FMI les da la razón: su deuda es impagable y hace falta quita de deuda y más ayuda europea. Lo ha dicho esta semana en un informe la institución dirigida por Christine Lagarde. En concreto, se explica, si el crecimiento es menor del 1%, y en el primer trimestre creció al 0.1%, habrá que realizar una quita de la deuda, extender su madurez a 40 años, y dar un período de gracia, sin pagar más que los intereses, de 20 años. Recomendaciones muy similares a las que exigía Alexis Tsipras cuando convocó el referéndum. Lo curioso es que lo que rompió las negociaciones fue precisamente la negativa por parte los acreedores internacionales (entre los que se incluye el FMI, además de la Comisión Europea y el Banco Central Europeo) a incluir ahora esa negociación de alivido de deuda.
  • El secretario del Tesoro de Estados Unidos Jack Lew también pide que se considere una reducción de la deuda. “Es importante que todas las partes sigan trabajando para lograr una solución, incluido el debate sobre una potencial quita de la deuda de Grecia”, ha señalado el Departamento del Tesoro en un comunicado esta semana.
  • El FMI reconoció que se excedió en las políticas de recortes. En un documento interno de la institución de Washington, etiquetado como “estrictamente confidencial” se podía leer: “se ha subestimado drásticamente el daño que las políticas de austeridad del FMI iban a provocar en la economía griega”. El informe, filtrado a la prensa en verano de 2013, añadía: “hemos descubierto que nuestros pronósticos subestimaron de forma significativa el aumento del desempleo y la caída del consumo privado asociado con la consolidación fiscal”.
  • El que paga manda. Pero el que manda también es responsable. Grecia es un país triturado y, aunque la culpa moral sea de los griegos, la responsabilidad de que no salga adelante debe ser al menos compartida con la Troika. Desde que comenzaron los rescates han sido Ángela Merkel, Nicolás Sarkozy, José Manuel Durao-Barroso, Wolfgan Schauble o Christine Lagarde los que, junto a los líderes helenos, han dictado sus políticas económicas. ¿Han funcionado? Parece que no del todo. El país ha perdido un cuarto de su producto interior bruto (desde los 242.000 millones de euros en 2008 a los 179.000 millones actuales). Ha estado seis años seguidos en recesión. En el último trimestre del año pasado logró crecer por fin, un 0,8%. Pero seis de cada diez jóvenes y un 26% de la población general está desempleados y los índices de pobreza disparados.
  • Los griegos ya se han empobrecido radicalmente. Si se trata de purgar culpas, los griegos ya han pagado con creces. Han pasado de tener un PIB per cápita de 21.600 euros en 2008 a los actuales 16.300. Algo más de la mitad de los 30.000 euros de media de la zona euro. Y ese es el dato que resulta de dividir el producto del país por sus 11 millones de habitantes. Pero como al mismo tiempo la desigualdad se ha disparado, lo más probable es que la pérdida de riqueza para la parte más baja de la población haya sido mucho más amplia.
  • “¡Se lo han buscado!” Asumamos que es así (puede también considerarse que los bancos franceses y alemanes que prestaron sin freno a los bancos griegos se han buscado el impago del que les protegen los rescates actuales). Ese, el de las culpas morales, en todo caso, no es un buen argumento económico. Porque el eurodrama es contagioso. Incluso si Europa no tuviera responsabilidad alguna en el devenir económico de los helenos, la debacle del país impacta los costes de financiación del resto de países de forma severa.
  • La única forma de que devuelvan la deuda es conseguir que crezcan. El ministro de Economía Luis de Guindos dijo en una ocasión que España ha prestado a Grecia 26.000 millones de euros. Esto no es del todo cierto: se prestó del orden de 7.000 millones de euros, y el resto son avales de una deuda que entidades privadas compraron y que, por tanto, no ha salido de las arcas públicas ni jamás regresará a ellas, aunque compute como déficit. Se pierde solo si hay impago. La realidad es, además, que es poco probable que esas deudas sean satisfechas en el corto plazo por un país técnicamente arruinado.
  • Y sí, al final hay mucha política. Es imposible saber si detrás de la contundencia europea está la intención de tumbar el gobierno de Syriza. Pero no sería la primera vez que desde Bruselas se presiona para cambiar un gobierno muy político a otro más técnico. Algo parecido ocurrió en 2011 con la dimisión del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi y la designación del “tecnócrata” Mario Monti para la formación de un gobierno que pusiera en marcha las reformas pedidas por Europa.
  • El “Frankenstein” de Syriza es en parte una creación de la Troika. Syriza es un partido radical y populista pero, ¿por qué ha llegado a liderar el país? Los partidos anteriores, que siguieron las políticas dictadas por Bruselas, no consiguieron sacar al país de la crisis. Si Syriza es un monstruo, su nacimiento ha sido consecuencia de la situación político-económica en Grecia, de la que la Troika es en parte responsable.

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