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Análisis

Estéril pelea por ‘Eurovegas’: Rajoy quiere ver la pasta, González dejar fumar

Ignacio González y el portavoz de Las Vegas Sands Michael Leven, durante una de las visitas de este último a Madrid.

“Como no se resuelva urgentísimamente el marco legal estatal para que venga Eurovegas, el riesgo es que Eurovegas decida irse a otro sitio”, clamó ayer en un programa de radio Ignacio González sobre el hipotético cambio de la ley antitabaco que pide Madrid (confirmando, de paso, lo que Vozpópuli lleva meses publicando: que Adelson ha viajado a Vietnam, a Chipre y ahora a Japón estudiando nuevos proyectos mientras prometía el oro y el moro a la Comunidad).

A González le respondió el ministro de Industria, José Manuel Soria, durante un almuerzo empresarial: “Que Eurovegas sea o no una realidad dependerá de si el promotor tiene financiación disponible”. Entonces se estudiarán todas las hipótesis, vino a completar el ministro canario.

Salvador Victoria, portavoz de la Presidencia regional, contestó a Soria a través de la agencia Efe: “El problema de Eurovegas no es financiero. El problema de Eurovegas es la actual indefinición legal”.

¿De verdad es ese el problema, señor Victoria? A finales de julio, cuando el Gobierno regional informó sucintamente de la entrega del plan de viabilidad del proyecto por parte de Las Vegas Sands (326 hojas en dos tomos que llegaron con tres meses de retraso y que se presentaron al día siguiente del accidente de Santiago), se apalabraron muchas cosas; las mismas, es verdad, que Esperanza Aguirre e Ignacio González propagan desde hace más de un año, pero no por ello menos rebosantes: inversión inicial de aquí a 2016 de 6.000 millones, 25.000 empleos de entrada (75.000 en el sector servicios), 12.000 habitaciones, todo ello en 750 hectáreas…

Las exigencias fiscales de Adelson suenan tanto o más descabelladas que dejar fumar en los casinos

Desde entonces, en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid no hay ni rastro del “Centro Integrado de Desarrollo”, la nomenclatura que adornará el proyecto de Sheldon G. Adelson, el magnate judío ultraortodoxo que estos días trata de espolear a los suyos (el ala dura del Partido Republicano, claro) para que hagan caso a Obama y vayan con el demócrata a atacar Siria.

En el Ejecutivo madrileño prefirieron eludir el tema de Eurovegas durante el primer Debate sobre el Estado de la Región con la presidencia Ignacio González, a comienzos de septiembre. Pero el asunto sigue dando de qué hablar, alimentado por la opacidad de LVS (y de la Comunidad, a la que la Defensora del Pueblo ya ha dado un toque por la indebida transparencia). Está el tira y afloja entre Moncloa y Sol sobre si modificar la ley antitabaco y permitir de alguna forma fumar en el complejo de casinos y ocio; está la incredulidad de la banca internacional de inversión sobre dicha modificación legal (lo cual afecta a la inversión); están las dudas de la oposición sobre la capacidad de financiación de Adelson, problemática que coincide con las informaciones publicadas por Vozpópuli sobre la cerrazón bancaria en torno al proyecto; está que los estadounidenses no vienen demasiado por Madrid, por no decir de Adelson y sus escalas fugaces por la capital; está que además de dejar fumar se exigen otras contrapartidas, las fiscales, que parecen tanto o más descabelladas que tocar la ley del tabaco; y está que el Ayuntamiento acaba de perder su tercera intentona olímpica, y está que los Juegos eran una de tantas condiciones teóricamente impuestas por el multimillonario de Boston para venir a España.

"Las Vegas Sands no se mueve por los rigores de las Administraciones. Traerá el dinero cuando quiera."

Según fuentes muy cercanas a LVS, el error es del Gobierno regional por publicitar exageradamente el tema y proyectarlo cuál bálsamo de Fierabrás hacia la res pública, una sociedad, la española, magullada por la carencia de empleo. “Cuando pueda y quiera, sin importarle lo que se dice o publica, sin importarle los planes y el calendario de la Comunidad, Adelson traerá el dinero. Pisó Madrid, lo olió, vio la oportunidad de hacer negocio y punto. Y eso no impide que explore otras regiones, como el Sudeste Asiático. No hay que olvidar que la compañía va viento en popa a pesar de los escándalos y las multas, que sus beneficios residen en Macao, sobre todo, y en Singapur, que él y su equipo no se mueven por los rigores de las Administraciones, ni mucho menos por intereses políticos. Ha puesto una condición fundamental, que se permita fumar. Así funciona Adelson”.

Aunque todo esto último fuera cierto, se imponen dos cuestiones:

- ¿Por qué, como bien sugiere el canario Soria, Rajoy iría a aflojar antes ver la pasta?

- ¿Y por qué se habrían de tolerar el humo y las bajadas escandalosas de impuestos, especialmente con un proyecto tan difuso como el de Eurovegas en estos momentos? 

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