La navaja de Ockham, el principio filosófico atribuido al fraile franciscano Guillermo de Ockham según el cuál en igualdad de condiciones, la explicación más simple suele ser la más probable, ha venido a cumplirse inexorablemente una vez más. Después de cinco días de rumores, explicaciones conspiranoicas y filtraciones de enteradísimos sobre el supuesto verdadero estado anímico del presidente, ha ocurrido lo que cualquiera con un mínimo sentido común y conocimiento del personaje sabía en su interior que iba a pasar. Sánchez nos ha concedido el privilegio de seguir en el cargo y ha decidido salvarnos a todos manteniéndose en el poder. No porque le guste, que ya sabemos que nada le complacería más que retirarse al campo y dedicar su vida al canto gregoriano, sino sacrificándose por el bien de la democracia española. Eso sí, sin olvidar el daño irreparable que la prensa de derecha y ultraderecha -algún día tendrá que explicarnos que criterio usa para diferenciarlas- ha infligido a su esposa y a su familia. En ningún momento se le ha ocurrido pensar que la mejor manera de que los medios de comunicación dejen en paz al entorno del poderoso es que no use el poder en provecho propio. Si Begoña Gómez no hubiera recomendado de puño y letra a sus benefactores para que recibieran fondos públicos nada de esto hubiera pasado y no habría habido juez que abriera una investigación sobre sus opacas actuaciones. Pero lejos del caudillo Sánchez el pernicioso vicio del examen de conciencia. Por el hecho de ser su esposa, Gómez está libre de todo mal, y cualquier actuación pública que pretenda controlar la legitimidad de sus actuaciones constituye un ataque insoportable a la democracia.
Todos aquellos que desde sus ámbitos de competencia han plantado cara al rodillo sanchista deberán aceptar las consecuencias de no aceptar dócilmente el fin del régimen democrático que empezó del 78
En su bochornoso discurso de este lunes, colofón de cinco días de vergüenza colectiva en los que hemos visto a sus ministros sufrir un ataque epiléptico colectivo entre el aullido y el escalofrío de placer por si corría el turno y les tocaba mandar a ellos, Sánchez nos ha advertido, con ese tono melifluo de voz que guarda para cuando nos amenaza, que nada va a ser igual a partir de ahora. Que se preparen jueces, prensa libre y cuerpos de altos funcionarios. Todos aquellos que desde sus ámbitos de competencia han plantado cara al rodillo sanchista deberán aceptar las consecuencias de no aceptar dócilmente el fin del régimen democrático que empezó en el 78. Puede ser en forma de carta de Agencia Tributaria o de expectativas de carrera cercenadas. El presidente herido en su soberbia no va a olvidar los nombres de los que decidieron no resignarse al fin de la democracia española.
Por el camino, la utilización del Rey, usado en el teatrillo para despistar a los opinadores. No hacía falta despachar con el monarca si la intención era seguir en el poder, pero lo ha hecho para darles en la cresta a los medios de comunicación que se le resisten, aunque fuera por unos minutos más. Al final no le importaba tanto ni su mujer, ni el desconcierto de aquello que un día fue el PSOE y hoy no es más que la agencia de colocación de gente incolocable en la vida real, ni la propia España. No había depresión ni herida ni desasosiego, sino una profunda irritación con los que no asumen que ha llegado para quedarse. Sánchez se fue para que le rogaran que volviera y cobrarnos con creces el favor de no irse.
La oposición, salvo Ayuso, no acaba de percatarse todavía del peligro que tiene enfrente. Y no pasaría nada si no fuera porque de su actuación depende la libertad de todos. Feijóo deberá reflexionar y dejarse de melindres. Frente a Sánchez no caben floreos caballerescos. Deberán ir a por todas y defendernos con las mismas armas que utiliza el Presidente para cercenar nuestros derechos. En doce días, votaremos en Cataluña por primera vez desde el autogolpe al estilo venezolano. Tendrán que volcarse en campaña con claridad y valentía, sin renunciar a nada y aspirando a todo, transmitiendo con rotundidad el mensaje de que seguimos siendo un país libre en el que los responsables políticos no se salen con la suya amenazando a los ciudadanos.
De la actuación del juez Peinado no me cabe la menor duda. Seguirá investigando a la señora Gómez porque si sus actos eran sospechosos el miércoles pasado siguen siéndolo hoy. Y entre tanto numerito bochornoso, la actuación de un juez valiente y callado es el último bastión en la defensa del Estado de derecho.
La reacción internacional
Donde no le ha salido bien la jugada es en la prensa extranjera. En las grandes cabeceras del mundo, los titulares del extraño movimiento de Sánchez incorporaban juntas las palabras “presidente” “corrupción” y “esposa” por lo que a sus lectores, a los que España, no les importa lo suficiente como para hacer un click y leer el texto completo de la noticia, solo les ha quedado claro de la lectura rápida y al paso del titular que Sánchez ha montado un numerito para mantenerse en el poder tras descubrirse la corrupción de su esposa.
Y es que, al final, va a ser que nos podíamos haber ahorrado tantas teorías y tantos análisis. Con leer un terso titular extranjero habríamos tenido suficiente para deducir lo esencial: que este tipo no se va ni con agua hirviendo.
Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.
De acuerdo en todo menos en una cosa: Vox es también oposición. Ayuso habla y habla bien. Pero Abascal también habla bien, aunque esté vetado en casi todos los medios. En los de izquierdas porque dice verdades como templos y se les cae lo de "ultraderecha", y en los medios afines al PP porque dice verdades como templos y les puede quitar votos. Pero Vox se ha personado como acusación particular en la causa contra Begoña Gómez y el PP sigue a verlas venir.
Pedir valentía a Feijóo es como pedir peras al olmo. No hará nada por temor a que le llamen facha.
La Corrupción Política, alma de España.
Tras los años iniciales del franquismo sin Franco, en que las instituciones fueron tomadas por los corruptos que venían del franquismo con Franco, en 1982 toma posesión en Presidente del Gobierno del PSOE: Felipe González, el hombre de la CIA.
En 1996, la Corrupción del PSOE de Felipe González dio lugar al Gobierno del PP de José María Aznar.
Fue, de nuevo, la Corrupción del Gobierno del PP, la que propició que el PSOE recuperase la Presidencia del Gobierno, con José Luís rodríguez Zapatero
Siguiendo la costumbre, de nuevo en 2011, recupera el poder el PP, con Mariano Rajoy como Presidente del Gobierno.
Y el último escalón, que conduce a la actual situación de pérdida de derechos y libertades, tiene lugar, como no, a causa de la Corrupción del Gobierno del PP de Rajoy, que da lugar al actual Gobierno de Pedro Sánchez, desde 2018 a la actualidad.
Como uno es corrupto, voto al otro.
Como es evidente que tal alternancia de corruptos satisface al "pueblo", pues mucho ánimo, y vamos a por el medio siglo de Políticos corruptos surgidos de la Transición del franquismo con Franco al actual franquismo sin Franco.
De la ley a la ley lo llaman !!
Esto ha sido también un golpe a sus socios, empezando por Sumar y probablemente ERC de cara a las elecciones en Cataluña.
Cuidado con sobre actuar por parte de la oposición. Que se cuezan entre ellos a fuego lento. Sobre actuar los uniría otra vez. Inteligencia, perseverancia y perspectiva.
Esta noche, algunos manifestantes propalestinos de los que están acampados en los campus de las universidades americanas, entraron y se han encerrado montando barricadas en uno de los edificios académicos de la Universidad de Columbia.
Las imágenes recuerdan a aquellas que etiquetaban como trumpistas, pero de los que reivindica lo mismo que nuestros muristas del progresos.
No lo están publicando ni el Lopais, ni en la Ser, ni la Agencia EFE, todos ellos mucho más preocupados por hacerse eco de la turne mediática de Antonio. Los medios que les cuentan las noticias con filtro están a lo suyo, para no variar.
Las fuerzas reaccionarias del mundo mundial contra las que Antonio Sietevotos, dice, ha plantado el muro, existen, y, para no variar, no son las que el dice, sino las del otro lado.
"La oposición, salvo Ayuso, no acaba percatarse todavía del peligro que tiene enfrente... Feijoo deberá reflexionar y dejarse de melindres".
Lo siento, pues aprecio sus crónicas anti nazionalistas, pero en este aspecto cae en la parcialidad de la corrección política mayoritaria de la oposición: ignorar o marginar a Vox.
Y es que no es cierto lo que escribe: en primer lugar porque Vox viene diciendo desde hace años lo de las ansias dictatoriales del tahur, y en segundo porque le viene diciendo al PP, y le ha dicho estos días, que se deje de melindres y haga una oposición consecuente y contundente.
A nivel político Vox es necesario. De su fuerza va a depender que la alternativa a Sánchez no sea un nuevo relevo superficial, como a venido siendo hasta ahora desde que tenemos sistema constitucional. Pero la mayoría de los periodistas conservadores o liberales "no han espabilado" y no han o no quieren darse cuenta. Si no existiese Vox habría que crear algo parecido, sin que eso suponga que haya que estar de acuerdo en todo con dicha formación. Juan Carlos Girauta y Julia Calvet lo enendieron así, admirablemente.
Corrección de error: se escribe "ha venido" con "h".
Y aprovecho para decir que, al paso que vamos, con el tahur decidido a acabar con las libertades, y la sociedad sin "espabilar" (salvo para criticar o describir lo evidente) y decidirse a hacerle frente sin melindres, pues el relevo al tahur Sánchez ya veremos en que condiciones se hace, si se hace.
Maldita la gracia, pero nos reiremos mientras podamos.
- Que se va, Manolo, que se va para luego volver triunfante... - No ¿sabes por qué?
Pepe está agonizando y dice a su choni: -Pepita, ya ves, me muero sin remedio; solo te pido que me digas si me los pusiste alguna vez... Pepita dice contundente:
- Sí, y luego no te mueres y entonces ¿qué?... o sea que "Lasciate ogni speranza".
Este no se irá jamás, salvo que el Altísimo se apiade de España y se lo lleve.
¡Ay, Dña. Igancia, nombrando al "moderado" Feijóo nos hizo perder casi toda esperanza. Solo Ayuso y Abascal han dado muestras de un carácter como para enfrentar al felón y su in-delicada señora.
No sé qué es más trágico: la psicopatía de Sánchez o la inutilidad de Feijó.
Lo cierto es que ha conseguido que se deje de hablar de las corruptelas de su señora. ¿Alguien ha pensado en convocar una manifestación unitaria para pedirles qué expliquen cómo es que se regala todo ese dinero? No es el estilo de Feijóo, el estilo de Feijóo es hablar de gestión.
Sánchez es un patán: ignorante, mentiroso, mezquino, zafio, desvergonzado... Pero alguien (seguramente en La Habana) ha sabido armar una situación por la que sus rivales se convierten en las comparsas de su espectáculo.
Fuera de eso está tocado, no puede negar las cartas de recomendación de su esposa ni su relación con la trama de Koldo García y Ábalos. Lo que pasa es que lo tiene fácil si la preocupación del PP es hacer desaparecer a Vox y la de Vox llenar de reproches al PP.