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Opinión

Telemadrid: una anomalía democrática

Sede de Telemadrid

Las últimas elecciones sindicales en Radio Televisión Madrid, empresa pública que integra a Telemadrid y Onda Madrid, se celebraron en noviembre de 2011.  Desde el grupo popular en el parlamento madrileño llevamos desde el inicio del periodo de sesiones solicitando a CCOO, UGT y CGT la inmediata llamada a las urnas de los trabajadores.  Se niegan. Como se negaron cuando el Sindicato Independiente, creado en 2014, lanzó el pertinente preaviso exigiendo comicios.

Lo hacen amparándose en la legislación, que solo permite la convocatoria electoral a los sindicatos representativos (CCOO y UGT), a los que ya tienen representación previa (CCOO, UGT y CGT) o a petición de la mitad más uno de los empleados de la empresa. Esto último, después de que no pocos de los redactores vivieran en 2013 episodios de amedrentamiento por parte de sindicalistas, es poco menos que una broma de mal gusto.

Así pues, Telemadrid lleva 8 años sin elecciones sindicales. Y así podrían estar, si de sindicatos y de la izquierda dependiera, 32 años más. Acaso por eso de equipararse en tiempo y forma a los sindicatos verticales del franquismo y al régimen autoritario mismo. Quién sabe. Casi tan grave como la falta de legitimación democrática del extinto comité de empresa (vertical), es la justificación que en la Asamblea de Madrid hacen PSOE, Podemos y Más Madrid de la sustracción de la libertad de elección sindical.

Acusaciones y beligerancia

El pasado martes, asistimos al espectáculo de ver a la izquierda en la Comisión de Control felicitándose por la gestión de los gobiernos del PP, con tal de que no se pongan las urnas. Los populistas se amparaban en el pasado y en su imaginario para justificar su postura, llegando el diputado Martínez Abarca a acusar al PP de actuar “como Gabriel Rufián”; el PSOE, aún más beligerante, invocando la posibilidad de recoger firmas, se niega a la convocatoria electoral. Una convocatoria que ganarían, con toda probabilidad, los mismos sindicatos de izquierdas. Entonces, ¿a qué viene esta negativa?

Por un lado, los sindicatos hablan en sus asambleas de no convocar elecciones hasta la “reversión del ERE”. Esto es, hasta que hayan colado, por la puerta de delante o de de atrás, como dejó bien claro el diputado Jacinto Morano (Podemos) en la comisión, a los más de 800 despedidos en el dramático ERE de 2013. Algo que haría inviable económicamente la empresa pública madrileña. Pero qué importa. Pagan los madrileños. Y hoy ya pagan más de 73 millones anuales.

Liberados sindicales

Por otra parte, en aquellos años, a Telemadrid le correspondían más de 30 delegados sindicales, a los cuales hay que sumar los liberados. En total, 47 personas cobraban de Telemadrid en aquella época por realizar labores sindicales. Algunos de estos sindicalistas, denuncian desde dentro, llevan décadas sin pisar la Ciudad de la Imagen, pero cobrando sueldos por encima de la media de los españoles. Según los datos conocidos, entre delegados y liberados habría hoy 33 personas colocadas, de las cuales, según informó el director general de la cadena en la comisión, 5 serían liberados.

Pues bien, de convocarse elecciones, al haberse reducido la plantilla, solo habría 13 o 17 delegados (dependiendo de si el número de plantilla supera o no los 500 empleados), con lo que más de la mitad tendrían que ponerse a trabajar. Sospecho que eso, junto con la probable entrada en el comité de empresa de un nuevo actor como es el Sindicato Independiente y la posible salida de UGT del mismo, son los motivos de la izquierda para negarse a convocar elecciones, pese a que CCOO o CGT se alzarían con la victoria. Como ven, todo muy democrático. La fiesta de la izquierda la pagan, una vez más, los madrileños. Lecciones de democracia de esta gente, ni una.

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