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Opinión

Guardiola, `Més que un Pep´

Guardiola festejando un gol con la selección española

No sé si Pep Guardiola quiere hacer carrera política, pero desde hace unos años, más de los que lleva el procés en marcha, tengo sensación de que al mítico entrenador del FC Barcelona le gustaría ser para Cataluña Mes que un Pep, de igual forma que su ex equipo es Mes Que un Club. Y ese impulso le lleva a protagonizar apariciones estelares, más o menos sobreactuadas dependiendo de la intensidad del relato independentista en cada momento. Vamos, como cuando Al Pacino se pasa de vueltas interpretándose a sí mismo en la gran pantalla.

Pero alguien debería decirle a Pep -perdón por la familiaridad, pero es que hace dos décadas yo vibraba con sus actuaciones en la selección española- que no vale todo para labrarse un futuro.

Vale que olvidemos aquella intensidad, aquellos abrazos con Camacho en la banda y con Raúl González en el césped... pero no puedes mentir con impunidad, aprovechar tu actual imagen de yerno ideal 'cuello cisne' para contarle al mundo que el Tribunal Supremo de uno de los países más judicialmente garantistas, a veces hasta el exceso, ha protagonizado un "ataque a los derechos humanos" de los catalanes.

No, Pep, el derecho de autodeterminación no es un "derecho humano"; es un derecho político de los pueblos colonizados respecto de sus colonizadores, y el catalán nunca lo fue porque no hay gesta española en el último medio milenio en el que no haya un catalán por medio: aristócrata, militar, clérigo o empresario. Ni la Barcelona que tanto quieres sería la ciudad de estilo modernista que es sin el dinero que inyectó el repugnante comercio de esclavos del que ahora abomináis

Paisanos como los Bacardí en Cuba -¿te suena?- pueden dar fe de ello, porque ya formaban parte de la élite colonial española cuando los isleños se rebelaron en 1898; rebelión que, por cierto acudieron a sofocar, sin éxito, cientos de soldados catalanes codo con codo con asturianos, santanderinos y de otras partes de España. Prueba a cantar una habanera, que eso calma mucho la rauxa

El ataque a los derechos humanos, te decía, Pep, lo protagonizaron el huido Carles Puigdemont, el encarcelado Oriol Junqueras y demás compañeros mártires cuando ejercieron su particular "derecho a decidir"

El ataque a los derechos humanos, te decía, Pep, lo protagonizaron el huido Carles Puigdemont, el encarcelado Oriol Junqueras y demás compañeros mártires cuando ejercieron su particular "derecho a decidir" por todos quebrando la convivencia de siete millones de catalanes que hasta no hace tanto tiempo vivían con absoluta naturalidad ser del Barça y del PP, del Español y de Convergencia, o de Palafrugell y gritar: ¡hala Madrid!

Concluyo: No, no vale todo, querido, para intentar ser presidente de la Generalitat -o lo que quede de ella- cuando salgas del Manchester City. Un suponer, ya sabes... que si tú tienes derecho a someternos a un juicio de intenciones al resto de los españoles, yo también tengo derecho a recelar de tu sinceridad. 

Un saludo.

¡Ah! y cuando veas a Xavi Hernández por Qatar en algún bolo de la FIFA, dile que para "shame" (verguenza) lo suyo dándonos lecciones de democracia al resto de los españoles desde una de las monarquías medievales del Golfo Pérsico... por el módico precio de diez millones de euros al año.

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