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Opinión

El Equipo A se va a Bruselas

Los exconsellers y diputados electos Jordi Turull y Josep Rull

“Me encanta que los planes salgan bien”. No, no lo ha dicho el coronel Hannibal Smith, son palabras del no menos intrépido Josep Rull que afirma tener un plan imbatible para investir a Puigdemont. Esquerra se ha ido a Bruselas a escucharlo de boca del interfecto.

Los estrategas de Puigdemont son unas hachas

El sainete en el que ha terminado el proceso no pasará a los libros de historia como algo particularmente inteligente, ni siquiera honesto. Eso sí, en los anales del timo y el engaño ostentará uno de los más destacados lugares, mucho más alto que el de aquel genial mago británico, Maskelyne, que ayudó a su país en la II GM con sus ardides, que llegaron a hacer desaparecer toda una ciudad o sacarse de la manga un ejército inexistente.

De eso va la cosa, de ilusionismo, espejos, humo y, como en todo truco de magia, abusar de la credulidad del auditorio forzándola al máximo. No tiene, por tanto, excesiva importancia que una delegación de Esquerra se desplace a Bruselas para que el gran trilero del flequillo les haga de nuevo pasar por el truco de adivinar donde está la bolita debajo de los cubiletes. Van avisados y no podrán quejarse de que los ex convergentes les acaben engañando como a chinos.

De entrada, si pretenden investir a Puigdemont telepáticamente, digo, telemáticamente, ¿por qué no se reúnen por via Skype? ¿Qué tendrá Bruselas, que atrae de tal forma a la gente indepe? Al paso que van, el ayuntamiento de la capital belga les concederá la medalla al mérito turístico. En fin, a lo que vamos. Metodologías aparte, porque después del pantallazo de Comín, no es extraño que rehúyan aparatos e ingenios electrónicos, ¿de verdad creerán que la estrategia de los ex convergentes es infalible y sin consecuencias penales? Porque eso es lo que van diciendo por ahí Rull y el inefable hombre del patinete, Pujol.

¿Cuál es la carta que esconde en la manga ese mago de lo inaudito, ese asombro de Damasco, ese prodigio del ilusionismo que es el fugado del flequillo?"

Ese sí que sería un truco formidable, digno del Equipo A al que parecen pretender emular los líderes separatistas. Obviar las dos condiciones para la investidura de Puigdemont, que sea presencial y que el juez le haya autorizado, sin que este venga a España y sin que lo detengan es una tarea tan imposible como conseguir que Bertín Osborne se haga de Podemos, y bien que hace. Un saludo, campeón. Ya han dicho que no piensan utilizar lo del discurso por persona interpuesta, que no aceptan la presidencia bicéfala, que no hay candidato alternativo, caramba, entonces ¿cuál es la carta que esconde en la manga ese mago de lo inaudito, ese asombro de Damasco, ese prodigio del ilusionismo que es el fugado del flequillo?

No contemplamos, por razones obvias y de respeto, que lo preparado sea una intervención divina, bien mediante rogativas pertinaces, bien mediante milagro atribuible al último secreto de Fátima. No, no, esta gente, como ya se ha visto, en materia de estrategia dejarían en bragas a Eisenhower, Montgomery y Patton junto a toda la plana mayor del D-Day. Algo tienen ahí que no quieren contar a nadie, ni a Pilar Rahola, que ya es decir, porque la pobre se está ganando el sueldo a pulso en tertulias tabernarias en los que solo le falta sacarse la navaja de la liga.

¿Qué planes tiene el coronel Puigdemont para su Equipo A? Ya puestos, ¿quién encarna al personaje de MA Barrackus? Si, hombre, el muchacho aquel de color – de color negro – que llevaba más cadenas de oro que El Cigala. ¿Misterio?

Un plan perfecto

Aunque no tengamos una bola de cristal ni seamos prácticos en las mancias adivinatorias, tampoco es difícil presumir cual es el truco chambón que tienen dispuesto los de Junts per Catalunya. Ni legalmente ni sensatamente ni políticamente tiene el menor rigor pretender investir a un fugado de la justicia española en busca y captura. Dejando a un lado la palabrería propagandística de esta peña, que si los presos políticos, que si Rajoy ha forzado al exilio a un President – ya le gustaría -, que si hay que recuperar las libertades y blablablá, la verdad es que a esta gente se le pasa el arroz. Corre el reloj, los tribunales siguen funcionando inexorablemente, dentro de nada es posible que más de treinta dirigentes indepes tengan que pasar por el juez a explicarle sus vidas, en fin, que el Estado es lento pero una vez en marcha no lo para ni Dios.

De ahí que al fugadísimo no le quede otra que liarla todo lo que pueda y más. Ese es su plan. No hay otra cosa. Liarla mucho, liarla en todos los frentes, liarla hasta provocar la parálisis más absoluta en la vida política catalana y, por extensión a la del resto de España. Algo de eso están consiguiendo, porque el Parlament catalán está en un caigo no caigo intolerable y en los informativos de toda la nación no se habla más que del puñetero tema catalán.

Por eso los de Esquerra, que, aunque sean unos lilas tampoco acaban de nacer, siguen manteniendo al rubicundo Joan Tardá con sus declaraciones acerca de que si, si, todo el mundo es muy importante, pero aquí lo que tiene que hacerse es ir al turrón y formar gobierno. Me resultaría difícil aceptar que la delegación de Junqueras que va a Bruselas – Pere Aragonés entre ellos, por lo que, si yo fuese de Esquerra, me preocuparía – comprase ninguna moto. Se sabe que estos del Junts per Catalunya, que al final es juntos para cobrar un pastizal al mes por no hacer nada más que soltar consignas, no pretenden más que estirar el chicle hasta las próximas elecciones. ¿Quieren obtener mejores resultados? Es posible, aunque su intención básica es galvanizar el voto ex convergente aún más alrededor de la figura del cesado President y convertir esos comicios en un plebiscito hacia su persona. Ni partidos, ni independencia, ni programas. Que todo gire alrededor del ombligo del muchacho y tira que te vas. Ya se conoce que la cosa iba de democracia, de dejarnos votar, de construyamos un nuevo país y tal.

No es más que el penúltimo intento de salvar los muebles que se puedan del viejo caciquismo de Jordi Pujol. Ahí se acaba el truco, los planes, las estrategias y la madre que las parió. Ahora, si Esquerra acepta el envite y accede a representar el papel de “vamos a investir al ex President, uy no, que nos lo prohíben” ya saben lo que hay: responsabilidades penales para la mesa del Parlament, empezando por su President, Roger Torrent, así como las de todos los diputados que secunden la moción y, como es lógico, un empeoramiento de la situación que viven los que están en prisión preventiva.

¿Alguien me podría decir como está el tema de los más de tres mil millones que, presuntamente, los Pujol habrían evadido a paraísos fiscales?"

Algo muy suculento tendrían que ofrecerme a cambio para decir que sí a ese acto de autoinmolación. ¿Se imaginan ustedes cual podría ser el conejo que la ex convergencia podría sacar inopinadamente de su chistera belga? Yo, modestamente, me atendré al consejo que Vidal Quadras me dio hace años: cuando no entienda algo en política, o cherchez la femme o cherchez l’argent.

Aquí la cosa no apunta a que vaya de señoras, aunque las de Artur Mas y Puigdemont estaban el otro día encantadas de conocerse, acompañando a Carme Forcadell en un acto social. Pensé, mira que bien, la una con la casa embargada y el marido declarando ante la justicia día sí, día también, y la otra con el suyo presuntamente exiliado, pero helas aquí tan panchas. No, no, la cosa no va de damas, aunque la tranquilidad de estas señoras me cause una cierta comezón, un desconcierto.

Si no va de señoras… entonces… Por cierto, ¿alguien me podría decir como está el tema de los más de tres mil millones que, presuntamente, los Pujol habrían evadido a paraísos fiscales? Más que nada por ir acotando chisteras, conejos, al Equipo A y todo este gran guignol que nos presentan, sin desvelarnos ni lo que hay detrás ni quien está tirando de los hilos.

Tampoco me hagan mucho caso. Debo estar haciéndome viejo y veo fantasmas donde solo hay… ¿fantasmas?

Miquel Giménez

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