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Ciencia

El secreto de los sherpas puede ayudar a crear nuevos tratamientos

Uno de los sherpas, durante las pruebas

En los lugares del mundo donde el ser humano ha conquistado las alturas, como los Andes y algunas zonas de Etiopía, la respuesta de sus organismos a la altitud es aumentar la cantidad de células que portan oxígeno, esto es los eritrocitos y la cantidad de hemoglobina. Los habitantes del Himalaya, sin embargo, están perfectamente adaptados a estos entornos extremos y sus glóbulos rojos están en tasas similares a las de alguien que vive en las llanuras, un misterio que lleva intrigando a los científicos desde hace décadas.

El experimento consistió en hacer pruebas a los voluntarios mientras ascendían a 5.300 metros de altitud

Un equipo internacional de investigadores acaba de publicar ahora los resultados de un experimento realizado con voluntarios en el monte Everest y gracias al cuál se ha podido confirmar cuál es el secreto de estos sherpas para permanecer tan tranquilos en altitudes donde el resto de los seres humanos sufren todo tipo de problemas para poder adaptarse. El experimento, dentro del programa denominado ‘Xtreme Everest 2’ y cuyos resultados se publican esta semana en la revista Experimental Physiology, consistió en reclutar a dos grupos de voluntarios - unos nacidos en las llanuras y otros tibetanos nativos - y monitorizar sus metabolismos a medida que ascendían, en condiciones idénticas, hasta uno de los campamentos base del Everest situado a 5.300 metros de altitud.

Algunas pruebas del programa Xtreme Everest

Los resultados indican que a medida que la presión de oxígeno disminuye con el ascenso al Everest, los sherpas mantienen un mayor nivel de riego sanguíneo y de oxigenación de los tejidos. Lo que sucede básicamente es que los tibetanos son capaces de repartir más oxígeno por su cuerpo de manera natural, mientras que los habitantes del llano desarrollan un respuesta al estrés que consiste en aumentar los niveles de hemoglobina. Este aumento de la hemoglobina hace que la sangre sea más espesa y viscosa, lo cual tiene a su vez potenciales riesgos, como la posibilidad de que se produzcan embolismos en el cerebro o los pulmones. De manera que los sherpas consiguen superar el problema de llevar suficiente cantidad de oxígeno a sus células sin sufrir los efectos secundarios que tiene aumentar el número de glóbulos rojos.

Los sherpas presentan mayor flujo sanguíneo en la musculatura y mayor densidad de capilares

Pero, ¿cómo funciona este mecanismo que les permite tener más riego? Por estudios anteriores ya se sabía que los tibetanos tienen una frecuencia cardiaca mayor que los ‘lowlanders’ para mantener el flujo sanguíneo, al tiempo que presentan mayores niveles de óxido nítrico, que es un vasodilatador. Los sherpas tienen también un mayor flujo sanguíneo en la musculatura de las extremidades y mayor densidad de capilares en los músculos en general, algo que los autores del trabajo confirmaron mediante toma de muestras de sangre en la yema de los dedos y en el antebrazo de los voluntarios. Lo más novedoso, en cambio, es que los tibetanos también presentaron mayores niveles de vasomotilidad, es decir, que sus capilares más pequeños son más flexibles a la hora de dejar pasar la sangre.

El equipo de sherpas que acompaña a las expediciones del programa Xtreme Everest

“Cuando se les expone a condiciones de hiposa hipobárica a gran altitud”, escriben los investigadores, “los sherpas demostraron una mayor conservación de su perfusión microcirculatoria periférica, un mayor ritmo de descarga de oxígeno y reactividad microvascular sostenida con vasomotilidad aumentada en comparación con el grupo de habitantes de las llanuras sin experiencia en grandes altitudes”. En otras palabras, su organismo hace llegar el oxígeno a través de los microcapilares de forma más eficiente, de manera que no necesita generar más glóbulos rojos que impedirían, además, esa fluidez de riego a los tejidos.

Los autores esperan desarrollar un medio alternativo para aumentar el reparto de oxígeno en pacientes en estado crítico

Los autores de este trabajo creen que estos hallazgos podrían ayudar a mejorar las estrategias que hoy se utilizan para oxigenar a los pacientes en cuidados intensivos, aunque aún queda por ver si estas características fisiológicas fruto de la adaptación al entorno, son aplicables en la práctica clínica. “Los mecanismos identificados en este estudio”, asegura el coautor del trabajo Edward Gilbert-Kawai, “describen de forma factible un medio alternativo para aumentar el reparto de oxígeno en pacientes en estado crítico. Investigaciones futuras deberían establecer los mecanismos celulares que subyacen bajo esta respuesta. Identificar esas diferencias y mimetizar aquellas que se producen e los humanos más altamente adaptados a ambientes de oxígeno reducido pueden revelar así nuevas vías y dianas que son adaptables a tratamientos con medicamentos en enfermos graves y podría aportar nuevos caminos en la medicina de cuidados a estos enfermos”.

Referencia: Sustained vasomotor control of skin microcirculation in Sherpas versus altitude naïve Lowlanders - experimental evidence from Xtreme Everest 2 (Experimental Physiology)

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