Quantcast

Ciencia

Los ríos españoles se pueden llenar de ‘mocos'

Los ríos españoles se pueden llenar de ‘mocos'

Solo algunos organismos pequeños de los ríos —como la hidra de agua— son capaces de adaptarse al impacto ecológico del alga invasora conocida popularmente como moco de roca, según alerta un estudio publicado en la revista PLOS ONE por los investigadores Narcís Prat, Rubén Ladrera y Joan Gomà, de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación del Agua (IdRA) de la Universidad de Barcelona.La nueva investigación de este equipo es la más completa que se ha hecho hasta ahora en ecología de sistemas sobre dicha alga exótica y pretende se runa herramienta para evitar su presencia en tramos fluviales donde todavía no ha aparecido.

El trabajo se ha centrado en evaluar los efectos de la invasión algal en el hábitat natural del río Lumbreras, en la cuenca fluvial del Ebro en La Rioja. “Este es uno de los puntos más afectados en la Península por el crecimiento masivo de la D. geminata desde 2011”, explica el profesor Joan Gomà. “En este tramo fluvial, en concreto, se dan unas condiciones ambientales idóneas —regulación hidrológica, baja temperatura, poca concentración de fosfato y falta de bosque de ribera— para estimular la proliferación masiva de esta alga invasora”. En el caso del Ebro, explican los autores, los episodios más graves afectan a los ríos pirenaicos (sobre todo el Cinca, el Ara y el Subordán, en Huesca), y en el sistema ibérico, a las cuencas del Iregua y el Najerilla, en La Rioja.

Es una diatomea originaria del norte de Europa y América del Norte. 

Un alga de ríos limpios

El alga Didymosphenia geminata, o moco de roca, es una especie exótica e invasora de agua dulce capaz de recubrir el cauce de los ríos durante kilómetros. Es una diatomea originaria del norte de Europa y América del Norte que vive sobre todo en aguas muy frías —limpias y sin fósforo— y que genera grandes biomasas que alteran la biodiversidad y el funcionamiento de los ecosistemas fluviales. La D. geminata es resistente a la desecación y puede sobrevivir fuera del agua en condiciones extremas de temperatura y humedad. Detectada en más de cincuenta países de zonas templadas y frías, esta alga ha causado episodios críticos en Nueva Zelanda y Estados Unidos, donde ha llegado a afectar a la migración de especies de interés económico como el salmón.


El alga altera completamente el hábitat de muchos organismos como caracoles o insectos

“La particularidad del moco de roca es que, a diferencia de lo que ocurre con la mayoría de algas —que crecen cuando hay más fósforo en el agua—, esta es capaz de proliferar en condiciones oligotróficas (sin fósforo), favorecida por pequeños incrementos de la temperatura o de la insolación (por ejemplo, en ríos sin bosque de ribera)”, explica Narcís Prat.

“Cuando el crecimiento del alga se dispara”, prosigue Prat”, se forma una especie de moco que se incrusta en las piedras del río. Esta capa algal, de centímetros de espesor, altera completamente el hábitat de muchos organismos que antes vivían sobre las piedras (caracoles, insectos, etc.). Los efectos del crecimiento masivo de D. geminata también afectan a muchos peces como la trucha, que tiene menos opciones para alimentarse y para poner los huevos. Como resultado, solo quedan los organismos pequeños que son capaces de vivir en la trama del moco”.


Actividades como el piragüismo, la pesca deportiva y el excursionismo han favorecido la dispersión

Cada vez se observan más episodios de crecimiento masivos del alga, detectada por primera vez en la península ibérica por el catedrático de la UB Ramon Margalef durante los años 50 del siglo pasado. Actividades como el piragüismo, la pesca deportiva y el excursionismo han favorecido la dispersión accidental del alga por muchos ríos. En la actualidad, las cuencas del Ebro y del Duero, en el norte de la península ibérica, son los ecosistemas más afectados por la proliferación masiva de la D. geminata.

Descontaminar con lejía


Evitar la dispersión del alga y controlar la intensidad de los crecimientos masivos será clave para impedir que la especie llegue a lugares donde aún no está presente. En este contexto, las investigaciones del Grupo FEM ayudarán a identificar los episodios de proliferación y determinar los factores ambientales que disparan el crecimiento del alga en los ríos peninsulares.


“Es imposible eliminar por completo las poblaciones", subraya Rubén Ladrera. “Por ello, es imprescindible desinfectar con lejía todos los materiales que hayan estado en contacto con la D. geminata (artes de pesca, botas, piraguas, etc.) para evitar que se propague en otros ríos. Como a veces no se puede identificar el alga de un vistazo —aunque haya una densidad elevada de células—, aplicar estos protocolos de desinfección después de estar en contacto con cualquier ecosistema fluvial. Así se evitaría la transmisión de la D. geminata y otras especies invasoras”.


Hay que vigilar los tramos afectados y los que presentan condiciones óptimas para la especie

Controlar el uso público de las zonas afectadas y fomentar la concienciación social y la educación ambiental son herramientas necesarias para evitar la huella ambiental de la especie en los ríos peninsulares. También es importante diseñar programas de vigilancia de los tramos afectados y de los que presentan condiciones óptimas para la especie. En las cuencas donde el moco de roca ha sido eliminado, conviene restaurar la vegetación de los bosques de ribera para reducir el grado de insolación sobre el cauce del río (es decir, limitar la actividad fotosintética y la producción de filamentos algales).


Referencia: Effects of Didymosphenia geminata massive growth on stream communities: Smaller organisms and simplified food web structure (PLOS ONE) https://doi.org/10.1371/journal.pone.0193545 | Fuente: Universidad de Barcelona.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.