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Ciencia

CAMBIO CLIMÁTICO

La circulación del Atlántico norte sufre una ralentización sin precedentes

El sistema de la corriente del Golfo nunca había estado tan débil en los últimos mil años, según un nuevo estudio. El colapso de la circulación oceánica puede tener consecuencias catastróficas.

La circulación del Atlántico se está debilitando a un ritmo sin precedentes Levke Caesar.

Nunca antes en los últimos 1000 años la Circulación Meridional de Retorno del Atlántico Norte (AMOC, por sus siglas en inglés) había estado tan débil. Es la principal conclusión que se extrae de una nueva reconstrucción climática realizada por el equipo de Stefan Rahmstorf, del Instituto Potsdam para la Investigación sobre el Impacto del Cambio Climático (PIK), a partir de datos extraídos de los sedimentos oceánicos y los testigos de hielo. El trabajo, publicado esta semana en la revista Nature Geoscience, apunta a una ralentización sin precedentes en el sistema asociado a la corriente del Golfo por el que el agua más caliente y salada se mueve hacia el Ártico, donde se enfría y regresa al hacerse más densa.

“El sistema de la corriente del Golfo funciona como una gigantesca cinta transportadora que lleva agua superficial templada desde el ecuador hacia el norte y envía agua profunda, fría y poco salina, de regreso al sur”, explica Rahmstorf. “[Esta corriente] arrastra unos 20 millones de metros cúbicos de agua por segundo, casi cien veces el flujo del río Amazonas”. En trabajos anteriores, este investigador y su equipo habían calculado que este sistema de circulación se había ralentizado alrededor de un 15% desde mediados del siglo XX como consecuencia del aumento global de temperaturas, pero faltaba una imagen del conjunto en una mayor escala temporal, que es lo que han obtenido ahora gracias a la colaboración de científicos irlandeses, británicos y alemanes. 

La circulación se ha ralentizado alrededor de un 15% desde mediados del siglo XX 

Este sistema es el que regula las condiciones atmosféricas más suaves del continente europeo y una alteración podría aumentar el número de eventos meteorológicos extremos. Esta ralentización, según los autores, está asociada también a la gran masa de agua fría observada en los últimos años en el Atlántico norte. “Por primera vez hemos combinado una serie de estudios anteriores y hemos visto que ofrecen una imagen coherente de la evolución del AMOC durante los últimos 1600 años”, asegura Rahmstorf. Lo que observan es que el declive empieza a partir de 1850 pero se agudiza a mediados del siglo XX, asociado a la actividad humana.

Esta alteración de la circulación ha sido predicha desde hace tiempo en los modelos que estudian el cambio climático, asociados al calentamiento producido por los gases de efecto invernadero, pero estos datos confirman el cambio producido en la escala temporal. La subida de la temperatura aumenta las precipitaciones en el Atlántico norte, lo que combinado con el deshielo de Groenlandia, aumenta la cantidad de agua dulce en esta región y cambia la salinidad y la densidad, de manera que se perturba el sistema por el que el agua más densa fluye de regreso hacia el sur.  

La corriente del Golfo seguirá debilitándose hasta un 34-45% hacia 2100 según algunos modelos

Las consecuencias de este cambio se pueden manifestar de muchas maneras en los dos lados del Atlántico. En Europa, esta ralentización puede incrementar el número de eventos extremos modificando la trayectoria de las tormentas que entran desde las aguas atlánticas y aumentando su intensidad. Según algunos trabajos, también se incrementarán las olas de calor en verano y disminuirán las precipitaciones en este época del año. “Si continuamos induciendo el calentamiento global”, concluye Rahmstorf, “la corriente del Golfo seguirá debilitándose - hasta un 34-45% hacia 2100 según los últimos modelos climáticos. Esto nos podría acercar peligrosamente a un punto de no retorno en el que el flujo se vuelve inestable”.

Referencia: Current Atlantic Meridional Overturning Circulation weakest in last millennium (Nature Geoscience) DOI: 10.1038/s41561-021-00699-z

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  • H
    Harto de Bobadas

    Bla, Bla, Bla...

  • H
    Harto de Bobadas

    Bla, bla, bla... si quieren volver a la edad de piedra, son libres de hacerlo, pero déjenos en paz a los demás...

  • P
    Paco J Rodri

    Que me perdonen pero esto son paparruchadas de los calentologos que usan el rollo patatero del cambio climatico para imponer restricciones brutales a los paises con el fin de detener su desarrollo y ternernos a todos comiendo carne de plastico. Esta gente son las que dicen que los pedos de las vacas producen un agujero en el ozono, ¿os acordais del agujero de ozono? ¿quién se acuerda ahora de eso? pues eso, chorradas.

    • M
      Maimón

      No hay nada que perdonar. Lo que tiene que hacer uno cuando no tiene ni pajolera idea sobre un tema como este es informarse primero y después hablar. ¡Usted hace justamente lo contrario! Ya estoy harto de escuchar a gente que ante problemas complejos siempre tiene soluciones simples.
      P.D. Sobre el tema del agujero de la capa de ozono, tiene aún menos idea.

      Un saludo