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Ciencia

No era el fósil más antiguo de la Tierra, era solo una roca

No era el fósil más antiguo de la Tierra, era solo una roca

En el año 2016 un trabajo publicado en la revista Nature adelantaba la aparición de la vida en el planeta Tierra en 200 millones de años. Los autores anunciaban el hallazgo de una serie de estructuras parecidas a los estromatolitos en el cinturón de rocas verdes de Isua, en Groenlandia, que podrían corresponder a organismos microbianos que habitaron la Tierra hace 3.700 millones de años. Ahora, una revisión exhaustiva publicada en la misma revista pone en duda el descubrimiento y aporta pruebas de que las formaciones observadas son de origen geológico.

Estas muestras carecen de las señales químicas propias de la actividad microbiana

La nueva investigación, liderada por Abigail Allwood y Joel Hurowitz, se basa en el análisis tridimensional de las rocas de Groenlandia, así como el estudio de la composición y orientación de los supuestos restos fósiles. Su conclusión es que, a diferencia de los estromatolitos, estas muestras carecen de las señales químicas propias de la actividad microbiana y tienen forma de cresta en lugar de cónicas. A su juicio, estas características hacen pensar que se trata de formaciones de origen no biológico y que se trata del resultado de una alteración metamórfica de la roca y de la deformación de los sedimentos marinos producida por un periodo largo de enterramiento.

Una de las estructuras analizadas  en el trabajo y halladas en Groenlandia

“El origen biológico de los antiguos estromatolitos es una vieja controversia”, señala Mark van Zuilen en un artículo de opinión de la revista Nature. “Las investigaciones futuras podrían conducir a un mejor entendimiento firme de los procesos primarios y secundarios que moldearon esta roca”. En el artículo que publicamos en Next en agosto de 2016, el profesor Juan Manuel García Ruiz, investigador del Laboratorio de Estudios Cristalográficos de Granada ya señalaba las limitaciones del artículo original. A su juicio, que el artículo se haya publicado en una revista de impacto como Nature reflejaba la sensación de muchos investigadores de que la vida apareció en el planeta muy pronto "y de ahí la predisposición a aceptar señales de vida primitiva, aunque no estén muy bien fundadas”.

Referencia: Reassessing evidence of life in 3,700-million-year-old rocks of Greenland (Nature) DOI 10.1038/s41586-018-0610-4

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