Mucho rubio y poco afroamericano: los hombres más sexys son iguales que hace 25 años

El actor australiano de 31 años puede alardear de ser el hombre más atractivo de 2014 y así lo ha hecho bromeando: "Creo que he comprado el derecho a presumir en casa durante dos semanas". Junto a Elsa Pataky, con la que se casó en 2010, forman una auténtica pareja explosiva.

En el ranking de la publicación que Hermsworth capitanea le siguen Chris Pratt, actor de Guardianes de la galaxia; Jamie Dronan, protagonista de 50 sombras de Grey; y Ki Hong Lee, actor coreano de la película Maze Runner. Todos ellos con una media de edad en torno a los treinta años.

¿Qué ha cambiado en veinticinco años?

Si nos remontamos a 1989 y buscamos la portada de la revista People de ese año, aparece en ella Sean Connery. En ese momento se acababa de estrenar Indiana Jones y la última cruzada, película en la que el actor escocés participaba. Sin embargo, nos resulta sorprendente que aunque Harrison Ford -entonces notablemente más joven que Connery- fuera el protagonista del film, tuviésemos que esperar hasta 1998 a que el hombre que también interpretó a Han solo saliese elegido como hombre más sexy.

Con Brad Pitt encabezando People en 1995 se dio paso a una nueva estética de hombre que se cuidaba más y abandonada poco a poco la rudeza. Se empezó a hablar del concepto metrosexual. Sin embargo, los rasgos caucásicos siguieron predominando: cabello rubio, ojos claros y a ser posible, cuerpo tonificado.

Denzel Washington es el único afroamericano que ha ocupado el primer puesto en 25 años.

Justo la temporada siguiente fue Denzel Washington el ‘gran elegido’. ¡Bravo, por fin un tipo atractivo que rompía con los patrones físicos caucásicos de los seleccionados hasta el momento! Aun así, su elección parece una excepción, porque desde entonces la cosa no ha cambiado tanto.

Entrada la década de los 2000 se ha ido rebajando el nivel de vellosidad, pero no de exigencia. Prueba de ello son el despejadísimo cutis de Ben Affleck en la publicación de People de 2002 o el de Channing Tatum de hace dos años.

Quizá a los medios les falte desencorsetarse para acercarse a nuevos modelos de belleza masculinos que se adecúen más a la variedad actual. A ver si no es necesario esperar otros veinticinco años para que la revista People sitúe en portada a otra personalidad -como Denzel Washington- que no sea de raza blanca y no en los puestos secundarios de una larga lista.