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El exdirector adjunto de ¡Hola! nos cuenta sus ‘anécdotas del corazón’

Javier Alonso Osborne en entrevista (Vozpopuli)

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Pregunta: Javier, es curioso conocer por fin personalmente a alguien del que ya se saben tantas cosas por gente tan cercana. Tengo mucho que preguntarte pero vamos a seguir un orden.

Respuesta: Yo sé muchas más cosas de ti que tú de mí, eso seguro.

P: Empecemos por el prólogo que te dedica Mamencita -Mamen Sánchez, directora adjunta en ¡Hola!-, ¿Por qué ella?

R: Porque la admiro por dos cosas. Primero como persona y después como profesional, y en lo profesional, no solo como periodista sino como escritora. Ha escrito unos libros estupendos, algunos de mucho éxito, así que dado que ella me conoce tan bien, podía escribir un prólogo con conocimiento profundo. Y en efecto, agradezco mucho lo que ha escrito.

P: Has vivido generaciones y formas de periodismo muy diferentes a la hora de trabajar.  Cuando hablas de tu anécdota con el viñetista Forges, cuentas cómo tenías que ir a la imprenta y como llamas al Ministerio de la Información -el “ministerio de la desinformación” lo llamabas, porque había que pasar la censura-. Toda esta mecánica hoy suena casi a algo marciano y ahora hay sobreinformación en la red, ¿cómo te has ido adaptando a los cambios?

R: De hecho me he quedado alucinado cuando he visto que en esta redacción ya no tenéis periódicos en papel…. ¡Es todo digital! Me han dicho que aquí todo se hace online. Yo entiendo que esto ya es algo absolutamente moderno, pero a mí me choca mucho.

Y la sobreinformación que hay ahora en Internet me parece fenomenal. Yo comprendo que el medio que se utiliza ahora ha variado mucho. Pero, al final, la noticia siempre es la noticia, se divulgue como se divulgue.

P: Cuentas en tu libro que te reunías con Cela en el Mayte Comodore y mencionas otra serie de restaurantes y lugares de reunión en donde se fraguaban este tipo de contactos…

R: Cela siempre estaba en Mallorca y cuando venía a Madrid, le gustaba ese sitio, que en su momento iba mucha gente. Y había unos cuantos otros sitios pero allí iban más mis reporteros. Y efectivamente, veo muchas diferencias en el periodismo de ahora hablando de estos lugares. Antes la gente estaba mucho más en contacto con la calle y con los famosos, que a menudo eran amigos de los reporteros, y surgían más vínculos que ahora que parece que hay más distancia y menos amistad.

"Bertín utiliza su amistad para que los personajes se abran, como se hacía antes

P: Tratas tu amistad con los borbones y concretamente con Gonzalo -hijo de Jaime de Borbón, Duque de Segovia, y de su primera esposa, Emanuela de Dampierre-, y no todo son recuerdos bonitos. Recuerdas también el trágico final de su hermano Alfonso y del hijo que tuvo este con Carmen Martínez Bordiú…

R: Mi amistad con Gonzalo vino por amigos comunes. Era una persona muy abierta, un tipo simpático, divertido, espontáneo y poco habitual para la idea que se puede tener de un economista con gafitas como iba él. Por su parte, la desgracia de Alfonso fue terrible. Tuvo muy mala suerte y el tema de esquiar, primero cuando volvía de Astún con su hijo y tuvieron el accidente de coche, y después él con el famoso episodio del cable que le sesgó el cuello en Colorado. Su madre Emanuela, no lo superó nunca.

P: No sé si viste el programa de tu sobrino con Carmen Martínez Bordiú... Hablaron sobre este asunto.

R: Pues ese no lo vi, pero mi sobrino está haciendo una maravilla de programa porque hace lo que hacíamos nosotros antes y que hemos hablado. Él está tirando de esa amistad que tiene con los personajes y les trata con amistad, para que se abran y le cuenten las cosas a él, aunque luego lo ve toda España. Me alegro mucho y él es un 'fuera de serie'.

P: En el libro hablas de él cuando vas a verle a un concierto, cuando ya ha empezaba a ser un mujeriego y cómo ha cambiado su rol a lo largo de su carrera…

R: Bueno lo de mujeriego no lo digo yo, me lo decían (ríe), y lo ha sido. Él es una persona estupenda con un fondo bueno. Y por su físico no tenía culpa, si es que llama la atención. Entonces yo le hice un reportaje en Diez Minutos a partir de ese concierto, y fue cuando comenzó su fama… lo titulamos ‘Un conde que canta’ porque su padre es conde. Y hoy Bertín es de las pocas personas en España a la que le reconocemos solo por su nombre de pila, sin tener que decir nada más.

También ha tenido mala suerte con lo que le ha pasado con su hijo, que lo cuida junto a Fabiola. Es una gran persona.

P: ¿Le aconsejas a él en algún momento a la hora de preparar su programa?

R: En absoluto, él se desenvuelve muy bien y hace unas entrevistas estupendas. El otro día con Adolfo Suárez Illana hubo un amago como diciendo “mira que me has sacado todo lo que has querido”. Ese es su mérito, el saber estar que tiene y que le quieran tanto los personajes.

P: También tratas a la realeza… Cuéntame la anécdota del rey y su comparativa de esquiar y de navegar en vela.

R: ¡Yo te la cuento pero tengo que vender el libro! Creo que volvía de Suiza y estuvo muy fastidiado por un percance que tuvo esquiando, y yo me atreví a decirle que a él que le gustaba tanto navegar, cómo es que se iba a esquiar. Y me dijo “usted no sabe lo que dice, navegar es parecidísimo a esquiar, tiene el mismo silencio, oyes silvar el viento de la misma manera, hay que encorvarse igualmente para manejar el rumbo…”, me gustó mucho cómo me lo explicó, y sin duda lo hizo mucho mejor que yo ahora.

"Sobre Juan Carlos y Corinna, hay muchas cosas que no están comprobadas

P: Pero en estos últimos tiempos el rey ha tenido mucha controversia, y precisamente llamó mucho la atención como la propia revista ¡Hola! lanza una portada exclusiva con Corinna, su supuesta amante…

R: Pero de eso hace ya tiempo (dos años). Nosotros ese tema lo rozamos muy de lejos y eso de Corinna está bien pero no hemos entrado demasiado en el asunto, porque hay muchas cosas que no están comprobadas.  Si no hay certeza absoluta, lo olvidamos. Ante la duda, abstenerse. Es un principio periodístico que tú debes de saber muy bien.

P: ¿Cómo ves a los nuevos reyes?

R: Los veo estupendamente. Sobre las circunstancias políticas que vayan viniendo, que eso no se sabe y siempre es complicado. Los avatares que van surgiendo en política dirán el día de mañana, pero el tiempo que llevan hasta ahora es fantástico para mi gusto y para mucha gente. Lo están haciendo de maravilla. El día de su coronación, me subí a un banco en Cibeles con cinco o seis personas más de todas las edades y orígenes, para verlo pasar de pie. Fue emocionante. Los dos lo están haciendo muy bien.

P: Hay personajes desaparecidos de los que hablas que parecen casi mitos en el mundo del Corazón: Lola Flores, Rocío Jurado, Carmen Ordóñez, Sara Montiel, Lady Di, Cayetana de Alba…

R: Se convierten en mitos en el momento en el que desaparecen. Estas personas que eran tan queridas en vida, lógicamente una vez muertas pasan a ser mitos.

P: ¿Y si pudieras resucitar a uno de estos personajes…?

R: No lo sé. Es complicado. Depende de cada momento. Yo resucitaba a todos.

P: A Diana de Gales la etiquetas de “princesa irreal”…

R: Sí, es que cuando empezamos a saber de ella era como algo muy lejano con aquella boda. Y cuando la vi de verdad gracias a Eduardo Sánchez Junco, director entonces de ¡Hola! y padre del actual director, que me facilitaron ir a un encuentro con ella y con el príncipe Carlos, para mí era como cuando un adolescente por fin puede conocer a su cantante favorito. Sin embargo al final nunca la pude saludar. Su mirada triste... Siempre le faltó el amor, era una princesa irreal.

"Los personajes no están desapareciendo, pero ahora hay periodistas muy populares

P: Vámonos a Ana Obregón. Ella ahora ya no está tanto en el foco mediático y tú destacas su historia con el entonces jugador del Real Madrid, Davor Suker, ¿por qué hablas de él y no de otro de sus amores? ¿Consideras que fue éste su amor más importante?

R: Bueno, lo primero de todo, decirte que Ana aparece en cualquier momento porque es un personaje que ha hecho de todo. Ha sido presentadora, actriz en series y es la simpatía personalizada. En el momento que ella quiere, vuelve a tener ese auge. Y sobre sus amores, no creo que Suker haya sido su amor más especial, lo que pasa es que hubo una época en la que yo coincidí mucho con ella cuando estaba con él, y Davor también era un personaje muy agradable. Juntos hacían una pareja muy divertida. Recuerdo que la dorsal de Suker era el número 9 en aquel entonces y Ana consiguió que su número de teléfono de casa, tuviera el mayor número de nueves posible.

P: El Corazón de ayer y de hoy ha cambiado mucho y precisamente en este periódico llevamos un tema recientemente en el que hablamos de estos periodistas que parece que se convierten en personajes de portada…  ¿faltan personajes hoy? ¿Por qué de repente vemos en una portada a María Patiño en una playa en vez de a la ya citada Ana Obregón?

R: ¡Ni mucho menos están desapareciendo los personajes! Pero comprendo que ahora hay periodistas que tienen muchísima fuerza, son muy populares y venden por sí mismos. Pero sobre todo esto es un fenómeno de la televisión. Antiguamente la imagen de los periodistas no iba más allá de la pequeña foto de su firma en las redacciones. Yo he estado diez años en el diario Ya y pocos periodistas eran conocidos fuera de allí y de sus firmas.

P: Dentro de la propia revista ¡Hola! también han cambiado mucho las cosas. Hace no demasiados años era imposible imaginar que ¡Hola! hablara de divorcios y ahora los vemos en sus portadas…

R: Claro, es que la sociedad cambia y con la sociedad cambia todo. Uno tiene que seguir lo que es el mundo, estaría bueno, claro que sí. Cuando estaba en el Ya, no podíamos decir que un señor se había suicidado. Se caía por la ventana pero no podíamos hablar de suicidio.

"La continuación de Rocío Jurado es su hija, y su estilo no ha cambiado

P: Siguiendo con esa pauta, ¿veremos alguna vez en ¡Hola! algo impensable de imaginar hoy, como por ejemplo, una boda homosexual o una famosa abortando?

R: No lo sé, todas las noticias dependen del momento en que se producen y del momento cultural y social. No se puede decir si esto se va a publicar o no. Para eso están los nuevos directores que son más jóvenes y modernos y no los eméritos como yo que ya somos un poco carcas y por eso nos retiramos.

P: Evolucionan las revistas, la sociedad pero también los propios clanes de famosos. Desde que falleciera Rocío Jurado, por ejemplo, parece que han surgido muchos problemas en esa familia…

R: Rocío Jurado, a la cual yo quería muchísimo y éramos casi paisanos, era una mujer encantadora. Y la continuación de Rocío Jurado es en realidad su hija Rocío Carrasco, que ha seguido un estilo de vida similar. Los demás son otras cosas que son colaterales y no tienen mucho que ver con la línea directa de Rocío.

P: ¿Qué te parece el anuncio de su próximo enlace con Fidel Albiac?

R: Estupendo porque son dos personas que han mantenido la seriedad, yo les he ofrecido hacer varias cosas, y lo harán cuando crean oportuno. Pero son personas que se han dedicado a la educación de sus hijos y a llevar una vida que no tiene nada que ver con esto. Ella ha salido a trabajar alguna vez pero eso no ha cambiado la línea de su madre.

P: Le hubiera gustado a la Jurado estar en su boda y a Carmen Ordóñez no perderse la de este pasado fin de semana de su hijo Cayetano…

R: Pues sí, seguro que sí porque para las dos, sus hijos eran lo más importante.

"Siempre hay que ser amable con el personaje, hay muchos que no lo entienden

P: ¿Dónde está el límite de la amabilidad, Javier? -Antonio Sánchez fundó ¡Hola! hablando de la famosa ‘espuma de la vida’, la filosofía que hoy sigue esta publicación-… Pero, ¿dónde está el límite entre lo amable para con el personaje, y lo que el lector debe saber? ¿Cuál es la línea que diferencia lo amable de la censura?

R: Eso depende de cada caso. Siempre hay que ser amable, siempre hay que estar de acuerdo con el personaje, nunca hay que forzar nada, y nuestra prensa es así. Hay muchos profesionales que no lo entienden. Hay cosas que no pueden molestar al personaje y eso es así, e incluyo otras revistas del grupo como Diez Minutos que existen después de tantos años. Y yo tengo una lista de unos sesenta medios que pensaban que este tipo de revistas iban a desaparecer por seguir esa línea amable, y son ellos los que han desaparecido.

P: No quiero despedir la entrevista sin centrarme en ti mismo. Javier. Has sido un periodista con muchísimo poder en el mundo de la comunicación y en el terreno del Corazón. Has llegado a recibir amenazas de muerte, supuestas usurpaciones de identidad… ¿Cómo una persona digiere este poder?

R: (Se ríe) yo poder no he tenido ninguno. Poder lo tiene la empresa o los consejos de administración. Yo me he regido por una serie de normas y lo he podido hacer mejor o peor.

Sobre las amenazas de muerte, no le di mayor importancia porque en aquellos tiempos no es que fuera habitual pero estábamos más acostumbrados. Y las amenazas de bomba cuando estaba en Ya fueron otro tema. Las dos primeras amenazas desperté a todo el mundo y todo el mundo desalojó las rotativas y todo, y la tercera ya no dije nada. Hice mal, porque cuando yo ya no estaba allí, terminaron poniéndola.

Y sobre la supuesta usurpación, yo no aseguro que lo hicieran. A mí me comentaron que esta persona, un periodista que sale en televisión, se había hecho pasar por mí para sacarle una información a Eugenia Martínez de Irujo, y yo no lo puedo saber seguro. Esto de que te llamen diciendo que eres de un medio para sacar una información es algo que se hace mucho, pero que se hagan pasar por alguien me parece una práctica fatal, desastrosa y muy baja.

P: ¿Cómo calificas la experiencia de haber escrito este libro?

R: No había visto el libro como tal hasta que tú no me lo has enseñado. Y sobre el libro, pues lo que te puedo decir es que a mí lo que me gusta es escribir. Tú eres muy amable y esta casa ha sido muy amable en invitarme a venir, pero a mí no me gusta hablar. Lo que me gusta es escribir y lo pasé muy bien haciéndolo.

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