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Mémesis

El mejor Eurovisión de la historia (en Twitter)

Pablo Iglesias cantando 'Confluencia' (En polaco)

 

Año 2002. La audiencia del festival de Eurovisión en España alcanza un 80,4% (casi el 85% durante las votaciones). Un dato que ni el fútbol soñaría. Era el año de los primeros triunfitos, de Rosa de España y de los rizos dorados de Bisbal.

 

 

Desde entonces los audímetros no han hecho más que bajar los porcentajes. Solo Chikilicuatre y su hilarante decimosexto puesto en 2008 logró revertir esa tendencia.

 

Eurovisión se hundía entre parodias, las votaciones geopolítizadas y una forma regional de entender la música que no ha calado (casi) nunca comercialmente. Eurovisión no es música, es la farándula que lo rodea.

https://twitter.com/Hafelfap/status/731583360615731200

 

 

 

Pero llegaron las Redes Sociales. Y todo aquello que casi destroza la audiencia del festival en España ha sido, al final, lo que lo ha salvado. Al menos para una audiencia fiel. Las redes han reflotado entre parodias, chistes y memes una experiencia que se ha reconvertido en un nuevo clásico televisivo. El efecto Chikilicuatre.

 

https://twitter.com/catharsjis/status/731583941946281984

 

Los organizadores han entendido la mutación y se han aprovechado de ella. Con votaciones e interactividad constante y con una audiencia cada vez más joven y participativa. Lejos queda la España cañí de Remedios Amaya y sus 'juanetes al aire', ¿O no?

https://twitter.com/izzyftlewis/status/731566750463098881

 

https://twitter.com/HibikinoEcchi/status/731567163186806785

 

Eurovisión, los Oscars y —aquí en España— los Goya, han reinventado la experiencia televisiva de la ‘Segunda Pantalla’, una especie de televisión interactiva transversal que permite compartir en cada momento opiniones sobre la madre del realizador, el acento del sueco, o el peluquero del bajista. Y no tienen por qué ser siempre agradables.

 

 

 

Pero parece que funcionan.

 

Twitter echó humo durante todo el festival. Como casi siempre el atrezzo y los vestidos se llevaron la mayoría de memes. Casi 3 millones de Tweets bajo el tag #Eurovisión antes de comenzar las votaciones. Más de 4 millones al terminar.

 

 

https://twitter.com/BalaurCum/status/731590284455387136

 

No faltaron tampoco los errores en una retransmisión que casi llega a las cuatro horas.

 

Para darse cuenta del movimiento que provocó en Twitter basta con observar el número de retweets de los memes, el alcance de las interacciones y la cantidad de ‘clásicos’ e ‘influencers’ que se han colado en la segunda pantalla para vivir la experiencia y participar de ella.

 

 

Lo que antes era una experiencia familiar se ha convertido hoy por hoy en un espectáculo transversal a nivel nacional y europeo. El oído-en-mi-salón ha pasado a ser Trendig-Mundial. Comentarios de bar que llegan a todos los rincones de España sin filtro de guionistas o programadores con escrúpulos.

https://twitter.com/Gafasaos/status/731605638573400070

 

Da igual que no pasemos de mitad de la tabla (otra vez), que el ganador —Ucrania— no fuera una de las favoritas. Lo importante no es ganar ni participar, lo que mola es contarlo a tu manera desde el sofá.

https://twitter.com/neegomez/status/731610175577202688

 

La experiencia en Twitter ha sido tan abrumadora que los que han entrado a repasar su timeline sin estar viendo el festival...

https://twitter.com/christprattt/status/731566053118095361

  

...y desde fuera nos han debido ver con esta pose:

https://twitter.com/Psythor/status/731587801859407872

¡Hasta el año que viene!

     

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