Mémesis

David Lynch estaría orgulloso de España

Ahora son los periodistas los acosados y los youtubers los que hacen de periodistas, España es un episodio de Twin Peaks. El repaso a la semana en X

  • Tuitopia. Norcoreano.

Ha muerto David Lynch, el hombre que inventó el realismo inverosímil antes de que España lo patentase. Nos deja una filmografía de películas y series oníricas donde nada se dice y todo se sugiere, inimaginable en los tiempos de TikTok. En la España post David Lynch, los periodistas  trabajan de tertulianos en programas mañaneros y los youtubers hacen de periodistas, con un micrófono de AliExpress, asediando a políticos del bando contrario. En la España de Lynch, que una periodista de izquierdas como Ana Pardo de Vera le tire el micrófono a Bertrand Ndongo y le diga “Recógelo, gorila” no es racista porque en su bio de Twitter se declara abiertamente antiracista y animalista.

Ndongo y Vito Quiles van a terminar en la cárcel algún día a no ser que hagan como Alvise y se presenten a eurodiputados para coneguir la inmunidad parlamentaria. Su figura, la figura del reportero stalker, lleva años existiendo pero antes se hacía a la inversa: de reportero de izquierdas a político de derechas. Lo hacían por ejemplo Caiga Quien Caiga y el primer Salvados, pero entonces era gracioso y socialmente aceptado. Nunca pensamos que por ejemplo Esperanza Aguirre, además de una de las mejores cómicas del país era un ser humano. No lo parecía.

Como España vive en un bucle lynchniano, ahora los acosados son los propios periodistas, como Pardo de Vera y Antonio Maestre. El siguiente paso lógico es que sean los propios políticos los acosadores y veamos a Ábalos, micrófono en mano, en la casa de Vito Quiles preguntándole si es verdad que tardó seis años en sacarse primero de Periodismo.

España podría ser perfectamente un capítulo de Twin Peaks. Hace unos capítulos de España descubrimos que Íñigo Errejón defendía las nuevas masculinidades mientras esnifaba rayas en el culo de sus amantes. La denunciante de Errejón apareció en el juzgado acompañada de un abogado que nos suena, es el mismo abogado que defendió a la becaria que denunció a Nacho Cano. La que se puso a cantar una canción de Nacha Pop cuando le preguntaron por Nacho Cano. Detrás del abogado y de Elisa Mouliaá están también Vito Quiles y Bertrand Ndongo. Si Vito Quiles y Ndongo están también ahí o son fruto de tu imaginación ya es decisión del espectador.

Hoy en Tuitopía, el surrealismo onírico de España y de David Lynch.

 

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