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Mémesis

Por qué las carreteras españolas necesitan una inversión urgente

Caída de Nairo Quintana en La Vuelta 2014

Te despiertas un día temprano, coges el coche –no estás para hacer 4 kilómetros en bicicleta- y acudes junto a los amigos de siempre a tomar un buen almuerzo dominguero en el bar “Router 66”. Y cuando llegas…

…te encuentras con el acceso restringido.

Menos mal que la palabra “Bar” es el salvoconducto necesario para adentrarse en aquel tramo de carretera en obras. Quizás se trata de un tramo afortunado y después de que los vecinos dejaran de llamarle “carretera” y se refirieran a ella como “aquel camino de cabras”, le ha tocado en suerte una partida presupuestaria que hará que las “cabras” –salvo que vayan motorizadas– no tengan muchas inquietudes en usar aquella vía.

Pero, ¿qué nos ha traído a hablar de carreteras en Memesis? Pues es bien sencillo. El informe presentado esta semana por la Asociación Española de la Carretera (AEC), en el que advierte que en España sería necesaria una inversión de 65.000€ por cada kilómetro de carretera de nuestra red de carreteras para lograr ”un buen estado”.

A priori parece un asunto grave pero puede convertirse en un problema aún mayor, teniendo en cuenta que el principal problema radica en el estado de conservación de los firmes y que esto conllevaría el 94% de la inversión necesaria, según ACE.

https://twitter.com/diacarmona/status/649218772868431873

El 2015 se cerró con 1.126 fallecimientos en las carreteras españolas, seis personas menos que en 2014. Aunque en los últimos años hemos alcanzado un mínimo histórico hay un dato preocupante. La tendencia bajista se está estabilizando y no hay grandes caidas en la siniestralidad.

La caída en la inversión en su conversación está íntimamente relacionado. Fomento ha dedicado más dinero al mantenimiento, pero su competencia es solo de las autovías. Son las administraciones locales las responsable de las vías más problemáticas.

España cuenta actualmente con una red viaria de carreteras no urbanas de más de 165.000 kilómetros (Fuente) y casi medio millón de kilómetros gestionados por ayuntamientos y entidades locales.

Los sucesivos recortes en materia de mantenimiento y conservación, nos ha llevado a situarnos en una “meritoria” decimoprimera posición del ranking mundial del estado de carreteras…

…aunque siempre nos quedará aquello de: ”¡¡Peor está Alemania que nosotros!!”

¿Tanta importancia tienen los firmes? Pues la respuesta es: SI. En primer lugar porque es la parte de cualquier carretera que nos une a ella , si bien no es necesario llevar esta unión al extremo de pasar a formar parte de ella…

…aunque seas un “cono”.

 

En segundo lugar, la viabilidad de las carreteras se debe, en gran parte, en el estado de conservación de sus firmes, ya que el mal estado del mismo, conlleva una afección mayor de uno de sus principales enemigos: el agua).

 

Y en ocasiones, aunque las menos, también: el zumo.

Hay un dato revelador que sugiere el problema. En 2015 el número de víctimas mortales aumentó drástricamente en vías secundarias, las peor conservadas (a pesar de disminuir en los totales). 45 fallecidos más por salidas de vías y otros tipos de accidentes que sugieren una causa directa en su conservación.

Las filtraciones de agua, a través de los firmes, pueden llevar a las capas inferiores al firme a situaciones de humedad, filtrado de materiales, etc. nada deseables que implicarían una afección a zonas de la plataforma importantes y menos accesibles.

…lo que implicará, en un futuro, una inversión aún mayor en la reparación o mantenimiento de dicha vía.

 

Además de esto, como han concluido algunos estudios, a un mayor consumo de combustible y una reducción de la vida útil del vehículo y por tanto de la seguridad intrínseca a éste.

Pero las denuncias de los usuarios no solamente se centran en la superficie sobre la que rodamos, sino también sobre otros elementos, tales como las peligrosas y consabidas biondas

O de la inexistente o mala iluminación, más que necesaria, en muchos tramos de nuestras carreteras…

O de las señales que dejaron de serlo hace décadas…

O de las que juegan al escondite.

Todo esto no quita que en España no haya buenas carreteras -las hay- e incluso me atrevería a decir que existe una ingeniería de carreteras más que notable en nuestro país…

…pero no solo se trata de construir, construir y construir sino también de mantener y mejorar lo existente sin caer siempre en el dichoso cartel que parece quiera descargar toda la responsabilidad sobre el usuario…

 

…y bien sabemos que hay usuarios que no conocen lo suficiente acerca de eso de la responsabilidad

…aún suponiéndoseles que son “gente responsable”.

Aunque quizás el estado de nuestras carreteras y, en especial, de sus firmes hagan de que los españoles seamos cada vez conductores más experimentados, en cualquier situación.

Si bien siempre puede haber algún intrépido conductor que no soporte tanto meneo y decida dejar la carretera de la forma más radical…

 

“Todos los caminos llevan a Roma” y despacito, también.

     

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