Quantcast

Mémesis

¿Se autocensura Twitter con el tema de Juan Carlos y Corinna?

No sabemos qué hace esta imagen aquí ¡Circulen!

La mañana del lunes ha amanecido con una exclusiva golosa del recién nacido ‘El Español’. El Rey emérito, ese que va haciendo los coros de la ranchera “...sigo siendo el Rey’ por los circuitos de fórmula uno, compartía ático, vida en pecado y otras facturas pagadas por todos nosotros con Corinna zu Sayn-Wittgenstein desde 2009 a 2012. Un dúplex lleno de cornamentas y otros rancios lujos que solo un monarca puede disculpar con sus 10 mágicas palabras... “Lo siento mucho me he equivocado y no volverá a ocurrir”.

 

El tema es muy goloso para las redes sociales. Enseguida se han llenado de (más) cuernos, memes y aforismos republicanos. Pero desde nuestra experiencia de semanas auditando etiquetas y hashtags para la elaboración de informes hemos detectado una escasez de ‘ácido tuitero’. Ese que fluye en libertad con el sarcasmo que no se permite en ningún medio. Somos especialistas en filtrar mal gusto, insultos y zafiedad en la mayoría de los temas que recopilamos. En este caso no ha sido necesario.

El 1 de julio entró en vigor un nuevo artículo del Código Penal Español contra el terrorismo, que incluía una referencia a la Corona y las injurias. El tema fue muy comentado en su momento por las consecuencias que podría traer para la libertad de expresión en redes sociales.

 

Si bien quedó luego meridianamente claro —explicado por el mismo bufete de abogados que lanzó el aviso— las injurias contra la Corona en España constituyen ya un delito de Lesa majestad que pueden acarrear hasta 2 años de prisión pero no será un delito de terrorismo como al principio se difundió erróneamente.

 

Esto no quita para que desde entonces ya se haya comprobado que la ley no se quedó solo en el BOE. Ya ha habido denuncias por llamar 'Hijo de Puta' a nuestro Rey en la reserva (de caza). También un usuario muy conocido de Twitter y habitual en los hashtag de moda ha sido detenido recientemente por injurias a la Corona.

El usuario llevaba una cuenta parodia de la policía —avisaba de ello en su perfil, como exige la norma de Twitter— y se dedicaba a parodiar al cuerpo. Nosotros conocíamos la cuenta (y nos hemos reído con ella) antes de lo autos y nuestro veredicto es claro. La parodia no dejaba de ser una ejercicio de humor —a veces infantil, otras zafio— como otro cualquiera sin pretensiones delictivas. Algo que no ha sabido analizar toda una Sección de Redes de la Brigada Central de investigación Tecnológica de la policía. En este caso, como en las ofensas a las víctimas del terrorismo, el recurso de la ley sirve como excusa para las detenciones. Este es uno de los tweets por los que fue detenido el joven de vallecas.

https://twitter.com/Elos_357/status/659863871759491072

Que quede claro. En twitter puedes ofender, insultar o vilipendiar a cualquier personaje pero solo recibirás reprimenda legal en tres casos. Si el ofendido te denuncia, si ofendes a una víctima del terrorismo o a la Corona, o si la ofensa constituye una apología del terrorismo o la violencia.

Esto crea constantes debates en Redes sociales sobre los agravios comparativos que produce una legislación claramente teledirigida. Los bandos que se reprochan constantemente los asedios y detenciones arbitrarias que son solo producto de la aplicación de la ley vigente.

Pasó con Guillermo Zapata cuando fue denunciado por unos chistes sobre terrorismo y holocausto y no cuando Esperanza Aguirre deseó (con poco de chiste) la muerte de todos los arquitectos.

¿Hay autocensura en redes sociales con temas monárquicos? Quizás sea pronto o exagerado pero ante la dudas generadas por otras detenciones y denuncias, ante la posibilidad de explayarse en otros temas que surgen a velocidad de vértigo... el subconsciente de un usuario medio que no tiene nada que ganar pero mucho que perder tiende a evitar el chiste zafio o la injuria para evitarse problemas. A nosotros también nos ha pasado. ¿Y a vosotros?

    

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.