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Se busca 'tecnócrata' para presidir TVE: los partidos inician la transición de la TV pública

El presidente de RTVE, José Antonio Sánchez

Los precedentes no invitan precisamente al optimismo. En un país en el que la televisión pública estatal y los canales autonómicos siempre han estado del lado del gobierno que ha pagado sus facturas, los partidos han anunciado su intención de 'despolitizar' Radiotelevisión Española. Es decir, de situar en sus más altos despachos a profesionales de reconocido prestigio y amplio currículum en el mundo audiovisual. La semana pasada, el Congreso aprobó el Proyecto de Ley por el que se modifica el método de elección del presidente y los consejeros de RTVE y, según han explicado a Vozpópuli fuentes parlamentarias, el reglamento del concurso público que se convocará para elegir a los candidatos más aptos comenzará a desarrollarse en los próximos días.

Los encargados de redactar esta normativa serán los portavoces de la Mesa del Congreso, que deberán sentar las bases de dicho procedimiento público y determinar las exigencias que tendrán que cumplir los candidatos. También tendrán que fijar los plazos con los que contarán los partidos para resolver cada una de las etapas del concurso, si bien la idea inicial es que a finales de enero sean nombrados el presidente y el nuevo Consejo de Administración. Todos los aspirantes deberán presentar un proyecto sobre el modelo de televisión pública que quieren aplicar.

Los grupos parlamentarios se han comprometido a que el nuevo órgano de gobierno de la corporación esté conformado por especialistas en el mundo de la televisión y el periodismo, y no por personas afines a sus intereses, como ha ocurrido hasta el momento. No obstante, entre Ciudadanos y Podemos existen recelos con respecto a el comportamiento que adoptarán el Partido Popular y el PSOE, dos formaciones acostumbradas a utilizar las televisiones públicas como escudos para defender sus intereses políticos.

Ambos partidos alcanzaron hace unas semanas un pacto -a espaldas de C's y Podemos- para introducir algunas enmiendas en el texto que el Senado había recibido por parte del Congreso. Este acuerdo les permitía elegir a los nuevos consejeros de RTVE sin el apoyo del resto de la Cámara.

Finalmente, los socialistas rectificaron y pactaron con las principales fuerzas de la oposición para que, a partir de ahora, los miembros del Consejo de Administración de la radio-televisión pública necesiten el apoyo de 2/3 de la Cámara Alta o la Cámara Baja para acceder a su cargo. En caso de que no se alcance esa mayoría, deberán obtener el voto positivo de una mayoría absoluta del Congreso o del Senado en una segunda votación. Eso sí, siempre que su candidatura haya sido avalada por la mitad de los grupos parlamentarios.

Concurso de méritos

La nueva normativa no establece ningún sistema de cuotas para que cada grupo pueda elegir a un número determinado de consejeros. Tampoco la incluirá el reglamento que desarrollará en los próximos días la Mesa del Congreso. En principio, todos los partidos están de acuerdo en que para mejorar la gestión de Radiotelevisión Española es necesario que sus dirigentes tengan un perfil profesional, y no hay una mejor forma de conseguir este objetivo que a través de un concurso de méritos.

Ahora bien, las alianzas parlamentarias pueden utilizarse para impulsar candidatos “mediocres” o para frenar las aspiraciones de otros “brillantes”, de ahí que entre los partidos exista cierta desconfianza con respecto al éxito de esta iniciativa.

Las alianzas parlamentarias pueden utilizarse para impulsar candidatos “mediocres” o para frenar las aspiraciones de otros “brillantes”, de ahí que entre los partidos exista cierta desconfianza con respecto al éxito de esta iniciativa.

Una vez se elabore el reglamento del concurso público, Ciudadanos ha expresado su disposición a comenzar a dialogar sobre el nuevo Mandato Marco de RTVE. Es decir, la norma que marcará el camino que debe seguir la corporación durante la próxima década.

La ley incide en que, una vez se determine esta norma se deberá aprobar un contrato-programa que fije el presupuesto que debe recibir la corporación para cumplir el servicio público que tiene asignado. Hasta el momento, nunca se ha desarrollado por el desinterés de las fuerzas parlamentarias, lo que no ha ayudado precisamente a que RTVE cumpla los objetivos que tiene asignados, ni a que utilice sus recursos de una forma más racional.

“La mayor parte del trabajo está por hacer”, explican fuentes parlamentarias.

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