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La Inspección detecta irregularidades graves en contratos firmados por TVE

La expresentadora de TVE, Toñi Moreno

La Intervención General de la Administración del Estado ha detectado graves anomalías en varios contratos firmados por los gestores de Radiotelevisión Española durante los últimos años. En la última auditoría que la inspección ha realizado sobre la corporación, figuran varios ejemplos de acuerdos rubricados con empresas, trabajadores y otras entidades públicas que incumplen algún punto de la normativa vigente, conceden prebendas injustificables a determinadas productoras audiovisuales o dan lugar a cuantiosos gastos que la IGAE considera excesivos.

En las más de 200 páginas de esta auditoría, hecha pública a través de la web Filtrala.org, se denuncian retrasos injustificados a la hora de suscribir estos contratos. Es el caso del que contemplaba la cesión a Euskal Telebista de determinados derechos audiovisuales sobre el Tour de Francia 2014, que se firmó 3 días antes de que finalizara una prueba que dura tres semanas. O, más grave aún, el documento por el que RTVE concedía a la televisión pública vasca la licencia de explotación de la obra El Cazador de Dragones, que se rubricó una vez había caducado dicha licencia.

RTVE pagó a un directivo una indemnización por cese de actividad que prohibía la ley

Entre las malas prácticas de los gestores de RTVE que denuncia la IGAE, también se encuentra la relativa al pago a un directivo de 28.440 euros por cese de actividad. Esta indemnización, correspondiente a una anualidad, es contraria a la legalidad vigente y, según el criterio de los auditores, debería haber sido suprimida del contrato de este trabajador en marzo de 2015, cuando se aprobó la nueva normativa de directivos.

El informe también critica que los gestores de RTVE no cumplan "de forma rigurosa" las instrucciones que le remite la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) en lo relativo a la contratación de personal, algo que se demuestra en el exceso de trabajadores temporales o en prácticas; o en el alto número de nóminas que remuneran la supuesta "especial cualificación" de sus beneficiarios.

Excesivo buen trato a las productoras

En lo relativo a la compra de programas a las productoras audiovisuales, las irregularidades detectadas por la IGAE son múltiples. En su estudio, destaca casos como el del espacio de entretenimiento El pueblo más divertido, de Cuarzo Producciones. En el punto decimoséptimo del acuerdo entre ambas partes, se estipulaba que RTVE podría suspender el programa por no alcanzar un determinado objetivo de audiencia, pero en la práctica no tuvo esa posibilidad, dado que la empresa le entregó la totalidad de sus capítulos antes siquiera de que se hubiera emitido el primero. “La serie obtuvo únicamente un ‘share’ del 5,65 frente al de referencia, del 13%, que fijaba el contrato”, concretan los auditores.

El director de TVE firmó el contrato de 'España directo', pese a no tener la potestad para rubricarlo

También resulta especialmente polémico el contrato de T con T, un magacín que pertenece a la productora Proamagma (la autora de En la tuya o en la mía, con Bertín Osborne) que fue comprado con unas condiciones contractuales perjudiciales para RTVE. Entre otras cosas, porque le obligaba a pagar a su presentadora, Toñi Moreno, los 76 programas que contemplaba el documento, pese a que se tomara la decisión de cancelarlo mucho antes. O porque no contemplaba la reducción del coste a abonar por cada programa en el caso de que se redujera su duración, como finalmente ocurrió.

En el caso del informativo España Directo, la IGAE señala que el acuerdo se firmó vulnerando la legislación vigente, puesto que fue rubricado por un directivo que no tenía la potestad para hacerlo. “El contrato es firmado por el director de TVE, incumpliendo lo establecido”, ya que “los contratos de hasta 1 millón de euros tienen que ser firmados de forma mancomunada”. Es decir, con el voto favorable del Consejo de Administración de la corporación.

El informe también se muestra crítico con la compra de competiciones deportivas que costaron a la corporación en 2014 un total de 43 millones de euros, pero que obtuvieron una cuota de pantalla inferior al 5%. Tal y como detalló Vozpópuli, en el caso de los partidos de la Liga Adelante, ni siquiera alcanzaron el 1% de media; y en el de los Juegos Olímpicos de Invierno de Socchi, sólo obtuvieron el 1,1%, pese a que costaron 30,9 millones de euros.

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