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Puigdemont planea crear un canon para sufragar una TV-3 ‘independiente’

Carles Puigdemont durante una entrevista en TV-3

La Generalitat lanzará en los próximos días un nuevo globo sonda para evaluar la aceptación que tendría en Cataluña la implantación de un nuevo impuesto para sufragar TV-3. Lo hará a través del Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC), en cuyas dependencias se cocina desde hace unos meses un ‘libro blanco’ sobre la radio y la televisión en esta comunidad autónoma que, según fuentes cercanas a este órgano, recomendará incrementar la financiación de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) en 100 millones de euros anuales para poder competir en igualdad de condiciones con otras cadenas públicas europeas. Entre las fórmulas que sugerirá esta publicación para obtener esos ingresos se encuentra el establecimiento de un canon o una tasa, una medida que ya se barajó cuando Artur Mas lideraba el Ejecutivo regional.

TV-3 se enfrenta desde hace varios años a una profunda crisis de audiencia que tiene varios puntos en común con la del resto de las televisiones autonómicas. Esta situación comenzó a finales de la década pasada, cuando España entró en recesión y las diferentes regiones tuvieron que recortar el presupuesto que dedicaban a este servicio público. Eso obligó a sus responsables a confeccionar su parrilla de programación con mucho menos dinero, lo que restó a estos medios de comunicación posibilidades de competir de tú a tú con las cadenas privadas.

La audiencia de TV-3 es actualmente 7,1 puntos inferior a la que registraba hace una década

La televisión autonómica catalana cerró su primer ejercicio (1989) con un 29,9% de audiencia. Actualmente, con más competidores dentro de la TDT y con un presupuesto congelado, cuenta con un 11,4% de cuota de pantalla. Es decir, 7,1 puntos menos que hace una década.

El Gobierno de Artur Mas comenzó a barruntar hace unos años la idea de crear un impuesto para corregir esta situación, según ha destacado recientemente el diario Ara. La idea fue aparcada en aquel entonces, sin embargo, el CAC comenzó hace unos meses a trabajar en un ‘libro blanco’ del sector audiovisual catalán que señalará que la CCMA cuenta con un presupuesto 100 millones de euros inferior al de sus homólogas europeas.

Para corregir esa desigualdad, sugerirá la posibilidad de establecer un canon como el que existe en otros países del entorno o como el que pagan las televisiones privadas y las compañías de telecomunicaciones anualmente para sufragar RTVE.

Fractura en el CAC

Dentro de un órgano como el CAC, controlado por los partidos que integran Junts pel Sí y que componen el Govern, llama la atención que la tramitación de este informe se haya realizado a espaldas de los consejeros más críticos con las políticas de Convergencia Democrática de Cataluña y de Esquerra Republicana. Es decir, de los miembros que fueron propuestos para el Consejo por PP, PSOE y Unión Democrática de Cataluña.

Esto ha provocado una airada protesta de los afectados ante el presidente de esta Institución, Roger Loppacher, dado que tendrán que votar este informe, en los próximos días, sin apenas conocer ningún detalle de su contenido. La situación ha contribuido a agrandar la fractura existente entre los consejeros afines a los partidos independentistas y los que se oponen a la idea de que Cataluña sea soberana.

En un contexto en el que varias televisiones autonómicas han tenido que acometer drásticas reducciones de plantilla para aminorar su déficit, y en el que algunas, como Canal 9, se han visto obligadas a echar el cierre, llama la atención que en Cataluña se plantee el debate de incrementar el presupuesto de TV-3 (225 millones en 2016) a través de un nuevo impuesto. Máxime si se tiene en cuenta que su plantilla, de 2.300 empleados, es superior a la del resto de las cadenas autonómicas españolas. De hecho, es mayor que la de Atresmedia y la de Mediaset, grupos privados que en 2015 declararon decenas de millones de euros de beneficios.

Un canon ideológico

Desde ERC han dejado claro que, en el supuesto de que el proceso soberanista culmine con una Cataluña independiente, el debate sobre la implantación de un canon que permita situar a TV-3 al nivel de otras televisiones públicas del entorno será ineludible. Esto lleva a concluir a fuentes del sector audiovisual catalán que en la propuesta de crear un nuevo impuesto en Cataluña para sufragar TV-3 existe un componente ideológico de mucho peso.

“Si el gasto en personal es muy alto, dado que TV-3 es la [televisión] autonómica con mayor plantilla, y se quiere destinar más dinero a la programación, lo lógico sería hacer un ajuste laboral [su redacción ha estado históricamente controlada por ERC]. Al menos, antes de plantear un aumento de la carga impositiva de los ciudadanos o de las empresas”, concluyen estos informantes.

La plantilla de TV-3 es superior a la de los dos principales grupos de televisión privados: Atresmedia y Mediaset

Desde el Grup de Periodistes Pi i Margall critican abiertamente a la Generalitat por planear el lanzamiento de este globo sonda: “Desde la Generalitat de Cataluña se debería tener presente que mantener una corporación de medios públicos, tal y como se pretende desde el Gobierno autonómico, tiene un coste económico excesivo para las arcas públicas", exponen, en un comunicado.

Y añaden: "El mercado real al que va dirigido no puede soportar la mastodóntica estructura de la CCMA en las actuales condiciones. En este caso, comparar TV3 con la BBC, por ejemplo, es solo una manera más de engañar a los ciudadanos”.

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