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El coronavirus altera los planes de Prisa y deberá pagar más intereses por su deuda

Edificio del Grupo Prisa.

No corren buenos tiempos para las empresas periodísticas en general y para Prisa en particular. La crisis del coronavirus y el fracaso de la operación de venta de su filial en Portugal tras la marcha atrás de Cofina, quien iba a ser su comprador, han alterado los planes del grupo. De hecho, a partir del próximo 1 de abril deberá pagar más intereses por su deuda, tal y como figura en la documentación que figura en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Las claves de esta situación se explican, entre otros documentos, en el folleto de su última ampliación de capital, que data de marzo de 2019. Ahí se detalla que en el último acuerdo de refinanciación de la deuda de Prisa se estableció el 1 de abril de 2020 como el límite para pagar a la banca acreedora 275 millones de euros

A esta fecha límite se le llama 'Milestone 2020' y figura en color rojo dentro del calendario de pagos de Prisa. Antes de ese día, el grupo deberá amortizar una parte de su deuda y, en caso de que no lo consiga, tendrá que hacer frente al pago de un "margen adicional" del 1,5% (0,5% pagadero en efectivo y 1% capitalizable) de los adeudos existentes. Eso sí, “únicamente hasta el momento en que se cumpla dicho hito”, tal y como figura en la citada documentación. La editora todavía tiene 48 horas para desembolsar dicha cantidad.

Los acreedores con los que llegó a finales de 2018 a un acuerdo de refinanciación no consideran este supuesto como un incumplimiento del calendario de pagos. Ahora bien, la condición es que si Prisa no alcanzaba ese hito, el coste de su deuda aumentaría.

Más de 1.000 millones de euros

La deuda de la compañía fundada por Jesús de Polanco es actualmente cinco veces menor que en los años más duros de la crisis económica, cuando se disparó por encima de los 5.000 millones de euros. El pasado 31 de diciembre, ascendía a 1.061 millones.

Desde entonces, la compañía ha tenido que solicitar varios salvavidas financieros a sus deudores, así como vender una parte importante de sus activos. Entre ellos, Digital Plus, Ediciones Generales y su participación en Mediaset.

Su proyecto desde hace dos años es deshacerse de su filial portuguesa de medios de comunicación, Media Capital, sin embargo, la operación ha fracasado en dos ocasiones, lo que ha dificultado el cumplimiento del citado 'Milestone 2020'.

El año pasado, fue el regulador portugués de la competencia el que impidió que se llevara a término la venta a la multinacional francesa Altice por 440 millones. Eso obligó a Prisa a buscar otro comprador y encontró a Cofina, una empresa lusa que ofreció 170 millones de euros por la compañía.

El pasado diciembre, las dos partes pactaron una rebaja de los términos de la operación hasta los 135 millones, pero hace unas semanas el acuerdo se rompió y eso situó, de nuevo, una incógnita sobre el futuro de Media Capital. También impidió a Prisa recibir un importante ingreso que iba a destinar a amortizar deuda. Ahora, el asunto está en manos de los tribunales.

La crisis del coronavirus también ha dejado en 'stand-by' una operación que está sobre la mesa de la dueña de El País y la Cadena SER, como es la de sacar a bolsa la parte digital del negocio de Santillana. Todo ello, después de re-comprar el 25% de las acciones de la editorial al fondo Victoria Capital hace unos meses.

Todos estos episodios, unido al golpe bursátil que ha recibido en las últimas semanas la compañía (-59% en un mes), han retrasado la consecución de los objetivos que se ha marcado el Grupo Prisa, que todavía cuenta con una elevada deuda, heredada de anteriores etapas, cuando Juan Luis Cebrián capitaneaba la empresa.

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