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CONVERSACIONES IRREVERENTES

Óscar Puente: “¿Ahora se arrastra Toni Cantó de esa manera para cobrar a fin de mes?”

El alcalde de Valladolid charla con 'Vozpópuli' sobre el político valenciano, al que calificó de "mierda" después de que trascendiera que estaría al frente de la Oficina del Español en Madrid

Óscar Puente, alcalde de Valladolid.

Óscar Puente no compra paz con silencios. Este político, alcalde de Valladolid, dice lo que piensa y eso le ha generado algunas críticas y problemas. La última vez que alzó la voz por encima de la media fue hace menos de dos semanas, cuando se refirió a Toni Cantó como a "un mierda" después de que trascendiera que estará al frente de la oficina del español en Madrid.

En esta entrevista, se refiere a esa polémica y ofrece su opinión sobre Pablo Iglesias, sobre la derrota del PSOE en las elecciones de la Comunidad de Madrid y sobre la España vacía, entre otros temas. Como siempre, lo hace dejando algunas frases que podrían coronar este artículo.

Pregunta: Toni Cantó... ¿se pasó con lo que dijo?

Respuesta: Todo es relativo. Si utilizamos como vara de medir la forma habitual de expresarse de los políticos de este país, me pasé, pues no se estila hablar claro en este gremio. Pero si tomamos como referencia el pensamiento de la gente corriente, me quedé corto. Creo que estuve en el término medio: hablé con claridad, no dije todo lo que pensaba y empleé expresiones contundentes y que dejan a las claras cuál es mi concepto del personaje.

P: ¿Qué fue lo que no dijo de él?

R: Es algo personal y no creo que deba entrar en ello. Pero vaya, que es una persona que ha hecho carrera política fustigando mindundis, enarbolando la ética y demonizando a personas que, en muchos casos, ocupaban puestos de responsabilidad en función de sus méritos y capacidades. ¿Ahora se arrastra de esta manera para cobrar a fin de mes? Eso tiene una definición y es la que empleé cuando hice esas declaraciones. Eso no fue un calentón, eso es lo que pienso del sujeto, que es lo que piensa la inmensa mayoría de las personas de este país.

Toni Cantó es una persona que ha hecho carrera política fustigando mindundis, enarbolando la ética y demonizando a personas que, en muchos casos, ocupaban puestos de responsabilidad en función de sus méritos y capacidades. ¿Ahora se arrastra de esta manera para cobrar a fin de mes?

P: Da la impresión de que la gente no asocia esto a un partido, sino a un mal vicio de la política...

R: Estoy de acuerdo, pero ojo, no olvides que este señor apareció presuntamente con su partido para cambiar estas prácticas y, al final, ha incurrido en ellas, pero multiplicando por cien lo que había. Ese chiringuito que le han creado no tiene ni la más mínima justificación. Ha quedado en evidencia.

P: ¿Cómo acabar con esto? ¿Es quien se enfrenta a este nepotismo de los partidos un enano que lucha contra gigantes?

R: Mira, hay una discusión de fondo que nunca se plantea en este país porque no hay quien se atreva a ponerla encima de la mesa. Pero es que nuestro sistema genera rehenes de la política. Un señor que se dedica ocho años a esta actividad y luego cesa en su puesto, queda fuera del mercado completamente. Queremos que los políticos ganen poco, que no haya puertas giratorias, que no se hagan contrataciones para que subsistan tras no tener posibilidad de volver al mercado laboral... y todo eso genera los monstruos que estamos viendo.

P: Es controvertido lo que dice...

R: Y nadie se atreve a hablar de ello en serio. ¿Qué pasa con los políticos que no son funcionarios y no tienen un puesto de trabajo que les espere? Hay que dignificar esta actividad y pensar que quien se quiera dedicar a la política en un momento determinado no se vea convertido en un rehén de esta actividad. De lo contrario, seguirá habiendo chiringuitos.

P: Usted siempre ha reclamado un buen sueldo para los alcaldes...

R: Mira, yo al final soy el máximo responsable de un organismo. Hay bastantes funcionarios en el Ayuntamiento que ganan más que yo y ellos, cuando llegan las 3 de la tarde, pliegan velas y se van a su casa. ¿Es eso justo? No lo sé, pero eso hay que debatirlo. Es que no es de recibo que un funcionario gane 20.000 euros más al año que el alcalde con un nivel de responsabilidad muy inferior. Ellos son personas anónimas y su actividad no supone un coste para su vida privada. Y no trabajan ni los sábados ni los domingos. Y me parece bien, ¿eh? Pero es que luego se critica el sueldo del alcalde. Ellos y yo tenemos una alta cualificación. Yo no soy un analfabeto y he trabajado 20 años en el sector privado. De eso no se habla... Si queremos ser una democracia madura y de calidad, tenemos que analizar todas estas cosas.

Hay bastantes funcionarios en el Ayuntamiento que ganan más que yo y ellos, cuando llegan las 3 de la tarde, pliegan velas y se van a su casa. ¿Es eso justo? No lo sé, pero eso hay que debatirlo.

P: Podemos también vino a cambiar la política y sus miembros se limitaron los salarios por estatuto...

R: ¿Y dónde quedó esa limitación? Venga hombre, por favor... Eso era una filfa. ¿Pero cómo va a cobrar un tío tres veces el salario mínimo cuando está asumiendo unas responsabilidades del copón? Es decir, queremos a gente de calidad en la política, pero queremos a la vez captar por tres veces el salario mínimo a un tío que está ganando mucho dinero en la empresa privada. Pedimos imposibles y no, eso no existe.

P: Hablaba de su anonimato. De usted han publicado cosas privadas...

R: Todas mis vacaciones las ha publicado Okdiario. ¡Todas! Parece que no tengo derecho a hacer más que senderismo o a ir a una casa rural. Si voy a Marbella o estoy en un barco ya es el acabose. Yo tengo ese nivel de exposición y eso no se paga con dinero.

Parece que no tengo derecho a hacer más que senderismo o a ir a una casa rural. Si voy a Marbella o estoy en un barco ya es el acabose.

P: ¿Cree que la política y la prensa se han convertido en los dos principales impedimentos para que se viva con tranquilidad en España?

R: (Ríe) Bueno... yo no me atrevería a decir eso. La prensa ejerce su función y no toda la prensa es igual. Sí que es verdad que algunos medios han adquirido una dinámica peligrosa. La información va a toda velocidad ahora y hay mucha competencia. En ese contexto, hay quien opta por diferenciarse rebasando líneas que antes no se cruzaban con tanta frecuencia como la del sensacionalismo.

P: ¿La polémica da o quita votos?

R: Depende. Yo creo que lo que da votos es la autenticidad. Y si la autenticidad genera polémica, pues bueno, se puede decir que se ha rentabilizado. Pero yo no pienso en generar polémica, sino en ser yo mismo y expresarme como yo creo que hay que hacerlo para que la gente sepa quién soy y cuál es mi forma de pensar. Yo creo que eso al final es rentable. La gente está cansada de los políticos con lengua de madera y de intuir que detrás del personaje político hay una persona totalmente diferente. Hay que ser transparente en todos los sentidos.

P: Pero la política a veces requiere diplomacia.

R: Pero eso no significa que haya que agradar a todo el mundo. Si alguno tiene la capacidad de hacerlo, pues le felicito por su bonhomía, pero es que todos tenemos aristas y hay veces que decimos cosas que a algunos les desagradan. Es frecuente, de hecho. Pero es que yo creo que es mejor ser así.

P: Usted gobierna con la izquierda de Valladolid Toma la Palabra y, desde luego, han tenido menos problemas que el PSOE con Podemos en Madrid. ¿Eso cómo se hace?

R: El componente personal es clave. Nosotros somos un equipo de gobierno en el que nos consideramos amigos, cosa que no ocurre en el PP municipal, donde no se aguantan. Mira, cuando los tres concejales que tiene actualmente IU en Valladolid estaban con nosotros en la oposición ya existía una buena relación y con el tiempo se convirtió en un vínculo estrecho. Por otra parte, también hay una gran diferencia entre la izquierda que representa IU y la que está en Podemos. Nosotros nos aliamos con gente que proviene del movimiento vecinal y la sociedad civil organizada y que es muy seria desde el punto de vista político, muy organizada y nada populista. Llegaron al Ayuntamiento con el afán de gestionar, no de asaltar el cielo. Los que anunciaron eso se cepillaron sus principios en cinco minutos.

P: Pablo Iglesias murió en política. ¿Cómo analiza su figura, ahora que se puede tener un poco de perspectiva?

R: Yo nunca fui fan de Pablo Iglesias. Ahí está la hemeroteca. Tampoco lo fui de Albert Rivera. Eso sí, Pablo Iglesias tenía un propósito de mejorar la sociedad y favorecer la igualdad. Su objetivo era más acorde con lo que son mis ideas. Pero más allá de eso, ni uno ni otro son personas que hayan aportado a la política lo que se esperaba de ellas. En el fondo, ambos son una decepción.

P: ¿Cree que la izquierda ha hecho la autocrítica suficiente tras el golpe que sufrió en las elecciones madrileñas?

R: Yo creo que más importante que hacer la autocrítica públicamente es hacer un buen diagnóstico interno sobre los errores que se cometieron. Mi partido lo está haciendo, como también está mirando al futuro para intentar no repetir esos fallos. Mira, a mí no me vale de mucho que alguien se rasgue las vestiduras en público y posteriormente incurra en los mismos errores. El proceso es más efectivo si es interno y sincero.

P: Usted ha hablado muchas veces de la necesidad de dar importancia a las ciudades medianas en la 'España vacía'. Pero da la impresión que cada vez tienen menos peso...

R: Es que ése es uno de los grandes debates que tiene que tener este país. Lo primero que se debe analizar es si Madrid, como concepto, es algo productivo y beneficioso para el conjunto de España. Es una ciudad que se ha convertido en una especie de mini-paraíso fiscal, que hace un claro dumping fiscal, y en la que se ha impuesto la ley del más fuerte. Eso no es bueno. Quizás sea el momento de plantearse algunas descentralizaciones para intentar re-equilibrar.

Se debe analizar si Madrid, como concepto, es algo productivo y beneficioso para el conjunto de España. Es una ciudad que se ha convertido en una especie de mini-paraíso fiscal, que hace un claro dumping fiscal, y en la que se ha impuesto la ley del más fuerte

P: ¿Por ejemplo?

R: Pues mira, no tiene mucho sentido que el Ejército esté concentrado en Madrid. Hay muchos militares que viven con sueldos muy escasos en una ciudad más cara, como Madrid, y que podrían vivir mucho mejor en Zamora. No tiene sentido tener varios acuartelamientos en Madrid. Hay muchas cosas en las que hay que pensar para, de alguna manera, equilibrar entre el territorio. Es que la España vaciada cada vez está más vacía. Madrid absorbe muchísima población y actividad de los territorios contiguos; y además ofrece una calidad de vida peor que otras ciudades de alrededor. El otro día lo dijo la OCU en un informe.

P: ¿Cómo una ciudad mediana puede sacar la cabeza cuando suele ser común que entre ellas se ataquen por este peculiar cainismo patrio? Le pongo el ejemplo de Valladolid y León...

R: Nosotros cargamos con esa batalla de carácter dialéctico, pero bueno, tampoco nos está frenando. Nosotros estamos en este momento en una actividad de captación de recursos e inversiones muy interesantes. Eso requiere mucho trabajo, salir de Valladolid, captar y atraer... Nosotros vendemos comodidad y calidad de vida. Somos una ciudad que tiene de todo: buenos hospitales, buenos colegios, una buena universidad...un ocio cultural de mucha densidad, estamos cerca de Madrid; tenemos una economía bastante saneada, un buen sector industrial...eso es lo que le vendemos a empresas y organismos, para persuadirles de invertir. Y creo que estamos obteniendo buenos resultados.

P: Le he visto esta semana con responsables de Netflix...

R: Y Amazon se ha instalado en Valladolid capital con terreno que le ha vendido el Ayuntamiento de Valladolid...y estamos trabajando en un parque agroalimentario para el que ya tenemos solicitudes de grandes empresas. El otro día vino Netflix a Valladolid después de conocerlos en Fitur. Estamos trabajando para vender nuestro paño, haciendo una labor comercial. Ahora bien, nos ayudaría a nosotros y a otros territorios que desde el Gobierno se tomaran decisiones para re-equilibrar el país.

P: ¿Cómo explica un alcalde proyectos como el desarrollo del carril bici sin perder popularidad y votos? En otras palabras: hay un concepto de ciudad sostenible que hay a ciudadanos a los que les genera molestias por una u otra razón. ¿Cómo explicar su necesidad?

R: El coste o el beneficio de eso se verá con el tiempo. Soy de los que creen que el tiempo pone las cosas en su sitio y lo que inicialmente puede tener algún coste, a la larga da resultado. Estamos en un mundo en el que el 80% de las emisiones de CO2 procede de las ciudades. Eso hay que reducirlo y eso se debe hacer a través de formas de transporte sostenibles, sanas y seguras. En Valladolid tenemos una situación de contaminación bastante buena porque tenemos un mix de movilidad muy apoyado en el peatón, el transporte público y la bici. Si potenciamos eso, nuestro futuro va a ser mucho mejor.

P: ¿Preferiría instalarse en Madrid o parecerse a Abel Caballero? Ya me entiende...

R: Si me dan a elegir, lo tengo clarísimo: Abel es mi maestro, mi amigo y mi referente. Los dos pensamos que nuestra ciudad está por encima de todo y amamos profundamente el ser alcaldes. No hay nada más bonito que ser alcalde de tu pueblo. Me gustaría ser el Abel Caballero de la Meseta.

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