Mediaset: la poca audiencia y las dudas de los inversores provocan un 'octubre negro' en la empresa

Hay veces en la vida que los problemas llegan en bandadas tras un largo tiempo de calma y se acumulan alrededor, mientras generan desasosiego y desazón. En Media for Europe -antigua Mediaset- han confluido varias circunstancias en los últimos tiempos que podrían llevar a perder la calma. El líder, Silvio Berlusconi, murió en junio y lo hizo en un momento en el que su negocio tradicional daba señales de agotamiento y en el que Vivendi aparecía en el horizonte con forma de sombra negra mientras en España el negocio comenzaba a zozobrar.

En este difícil contexto, Alejandro Salem -el sustituto de Paolo Vasile- y su equipo comenzaron a hacer cambios en Madrid y prepararon una nueva temporada televisiva para tratar de mejorar el resultado de Telecinco, que atravesaba la peor crisis de su historia. Los dos primeros meses han sido malos. En septiembre, la cuota de pantalla de este canal fue de 9,6 puntos. En octubre, cerrará en el entorno del 9,7%.

El año pasado, durante la última etapa de Vasile como consejero delegado de Mediaset España, los resultados en estos dos meses fueron de 12,1 y 12,3 puntos. Entonces, ya se hablaba de crisis profunda y del agotamiento de un modelo televisivo de entretenimiento que dio buenos resultados durante 25 años, pero que ya no enganchaba a la audiencia. El resultado actual es mucho peor, y es que se han hecho apuestas fuertes por Ana Rosa Quintana -en la franja vespertina- o por el regreso de Gran Hermano VIP.

Atrás quedan tiempos que son relativamente recientes, pero en los que Telecinco era el líder incontestable de la televisión comercial. Por ejemplo, en marzo de 2021 marcó una audiencia de 16,3 puntos, mientras que en julio de ese año, del 17,1%. Su principal competidor, Antena 3, estaba a cuatro puntos de distancia en esa época, lo cual en este negocio es un mundo.

Ahora, Antena 3 encabeza la lista de canales más vistos, pese a haber perdido más de 1 punto de audiencia en el último año. Sin embargo, Telecinco se ha derrumbado; y eso siempre es un riesgo en este sector, dado que cuanto peor esa este dato, menores tenderán a ser los ingresos.

Desde Italia

MFE aseguró en su informe semestral de cuentas que su facturación se había mantenido constante. Sin embargo, los datos de inversión publicitaria de Arcemedia (i2p) del tercer trimestre de 2023 inciden en que los anunciantes han rebajado su apuesta por esta empresa. “Mediaset consiguió 459,6 millones de euros, frente a 481,7 millones del mismo del año anterior, reportando una caída del 4,6%”, apuntan.

Los inversores tampoco han demostrado una gran confianza en el futuro de la compañía. El pasado junio, cuando falleció Silvio Berlusconi, las acciones del grupo cotizaban a algo más de 50 céntimos. Actualmente, lo hacen a un precio que es el 35% menor, si se descuenta el efecto del contra-split que realizó el grupo el pasado 23 de octubre. Desde ese día, por cierto, los títulos han caído casi el 4%.

En este contexto, hay un hecho muy significativo en el mercado televisivo que ya se ha convertido en tendencia. La 1 de RTVE, que no se financia con publicidad, sino con aportaciones de los Presupuestos Generales del Estado y del resto de los operadores audiovisuales, se encuentra por delante de Telecinco en audiencia y ha terminado el mes con 10,4 puntos. Es decir, con 7 décimas más que su rival.

En la sede de Mediaset en Madrid, preparan algunos estrenos y pondrán en marcha en las próximas semanas una renovación de sus programas informativos con la que esperan re-enganchar a la audiencia, dado que, actualmente, su principal cadena se encuentra más cerca del resultado mensual de LaSexta que del de Antena 3. Es decir, su principal competidor por la publicidad.

La situación es delicada, dado que los canales de la TDT han perdido audiencia progresivamente durante los últimos años, en detrimento de las nuevas plataformas audiovisuales y las nuevas formas de ocio entre la población. Eso también ha conllevado una reducción de su cifra de negocio. Por ende, su margen de maniobra para realizar parrillas de programación competitivas es mucho menor que hace unos años.