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El ‘procés’ no es rentable para el conde de Godó: ‘La Vanguardia’ se desinfla

Artur Mas y el conde de Godó

El ruido generado por el independentismo no ha beneficiado a la prensa catalana. Más bien, al contrario. El número de lectores de las cabeceras generalistas de esta comunidad autónoma ha caído de forma imparable durante el último lustro, en el que su difusión ha disminuido en casi 70.000 seguidores en el caso de La Vanguardia (-36%) y en alrededor de 30.000 en el de El Periódico de Catalunya (-25%). Según los datos del último estudio de la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD), publicados hace unas horas, el diario del conde de Godó ha descendido en difusión un 13,5% durante el último año, mientras que su principal competidor, del Grupo Zeta, en un 5,6%.

Especialmente acentuado es el descenso de La Vanguardia, que en marzo fue el periódico generalista que más cayó en número de lectores en España, con respecto al mes anterior. En concreto, lo hizo el 6,91%, frente al 6,42% de La Razón, el 5,24 de ABC, el 2,65 de El Mundo y el 1,62% de El País. En cuanto a sus ventas, en el último año han descendido el 12,5%, frente al 10,9% que han bajado en el caso de su principal competidor. El periódico de Godó vende a diario 31.303 ejemplares, frente a los 44.390 del de Zeta, que recauda más dinero en los quioscos, pero que tiene un menor número de lectores por su menor presencia en las Administraciones públicas.

'La Vanguardia' perdió 2,4 millones de euros en el año 2014

Esta caída en la venta de ejemplares se ha notado en las cuentas del Grupo Godó, que mientras en 2007 batió su récord de facturación, con 333 millones de euros, en 2014 -el último dato disponible- ingresó tan sólo 196,6. Es decir, su peor dato desde 1998. Durante este ejercicio, La Vanguardia perdió 2,4 millones de euros, pese a que en su plantilla han asumido recortes salariales que han provocado una disminución de las nóminas de entre el 3 y el 8% durante los últimos años, según se recoge en su Convenio Colectivo, publicado recientemente en el Boletín Oficial del Estado.

Sobre su línea editorial, mucho se ha hablado durante los últimos meses, pues se ha alejado considerablemente de las posiciones independentistas defendidas por Convergencia Democrática de Catalunya y Esquerra Republicana. El fenómeno resulta especialmente notorio desde el pasado noviembre, cuando, un día después de que el Parlament aprobara la puesta en marcha de la "desconexión" con España, el diario se desmarcó de Junts pel Sí con un editorial titulado Por la rectificación en el que pedía a Artur Mas y a los suyos que pusieran freno a una aventura independentista que no llevaba a ninguna parte.

Ese editorial ponía fin a una etapa que se inició en el periódico con José Antich al mando de la redacción y bajo la tutela de la Generalitat, que a base de jugosas subvenciones persuadió a las principales cabeceras catalanas de las bondades del proceso soberanista. Ahora bien, no se puede decir que este acercamiento a los independentistas fuera rentable, puesto que desde 2011 hasta finales de 2015 este periódico perdió varios miles de lectores.

El viraje editorial de 'El Periódico'

Este alejamiento del independentismo se dejó notar en los editoriales de El Periódico varios meses antes. El rotativo que fundó Antonio Asensio hace casi cuatro décadas, a imagen y semejanza del USA Today, defendió con ahínco durante años los postulados del PSC. Pero cuando CiU y ERC comenzaron a propagar la fiebre independentista a lo largo y ancho de esta comunidad autónoma, comenzó a coquetear con quienes veían con buenos ojos la secesión de Cataluña, hasta que certificó su adhesión a la Generalidad -bien pagada con subvenciones- al publicar el famoso editorial conjunto en favor del Estatuto el 25 de noviembre de 2009 y, sobre todo, al salir a la calle el 11 de septiembre de 2012 con una 'estelada' monopolizando su portada y con el titular "Escucha, España".

Pero algo cambió en la cabecera desde la segunda mitad de 2014 y su explicación no sólo se encuentra en la fragmentación de CiU, en la corrupción en las instituciones catalanas o en la distancia que ha tomado con la realidad el independentismo. También hay que buscarla en la severa crisis que ha afectado al Grupo Zeta, que le situó al borde del abismo a finales de 2014 y que le obligó a afrontar una renegociación del crédito sindicado (más de 100 millones de euros) que mantiene con la banca. Con la misma banca que nueve días antes de las elecciones catalanas se pronunció en contra de Mas y advirtió de los importantes riesgos que supondría la secesión.

Las ventas de 'El Periódico de Catalunya' han descendido el 10,9% durante el último año, según el OJD

De forma paralela a este proceso de refinanciación tuvieron lugar las conversaciones con los Lara para comprar un tanto por ciento de El Periódico. Esta familia, con voz y voto en el Consejo de Administración del Banco Sabadell y dueña de Planeta y Atresmedia, se ha opuesto firmemente a la independencia, hasta el punto que José Manuel Lara Bosch dejó claro que, en el caso de que se consumara, trasladaría sus negocios fuera de Cataluña. "Es un mal irreparable para unos y otros", afirmó en 2012, poco después de la Diada.

En el último año, la difusión de este periódico ha caído un 7,9% menos que la de La Vanguardia. Entre otras cosas, por su menor presencia en las Instituciones y, por tanto, su menor dependencia de las fuentes de financiación públicas. Ahora bien, sus ventas han descendido de forma considerable (10,9%), lo que no resulta beneficioso para un grupo cuya facturación publicitaria ha caído de forma preocupante durante el primer trimestre de 2016 (-4,7%) y que está sometido desde hace varios años a una economía de guerra que ha provocado estragos en sus plantillas.

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